Diario de un reportero
Ramsés Ancira
Desde las 7 de la mañana con 19 minutos del 19 de septiembre de 1985, hasta las 13horas con 14 minutos del 19 de septiembre de 2017, transcurrieron 32 años, cinco horas y 55 minutos; gobernaron seis presidentes de la República; terminó la guerra sucia, surgió y declinó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional dejando como huella varios territorios autónomos en Chiapas, además de surgir otro en Cherán, y se sucedieron 14 procuradores generales de la República después del reconocidamente honrado Sergio García Ramírez, la mayoría de sus sucesores destacados por abyectos y otros por ineptos.
Después de las primeras elecciones realizadas en la capital de la república tras los sismos de 1985, el Partido Revolucionario Institucional no volvió a gobernar la capital del país; recrudeció el fenómeno de los feminicidios de Ciudad Juárez, Estado de México y Puebla. Tal como ocurrió en 1971, cuando la masacre del 10 de junio, la mayoría de los procuradores de la república se dedicaron a no resolver los crímenes de impacto o a archivar expedientes de funcionarios sospechosos de delitos contra el erario.
https://www.youtube.com/watch?v=uByZLz8Ug8w&feature=youtu.be
Enrique Álvarez del Castillo era el procurador cuando se masacró a una familia en el rancho El Mareño, perpetrada por agentes de la policía judicial federal, cuando supuestamente buscaban a los asesinos del agente Enrique Camarena Salazar. Jorge Carpizo Mc Gregor era el procurador cuando se cometió el asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, atribuido al director de la Policía Judicial Federal, apodado “El Chino” y que ahora, en 2017, es presidente del municipio de Salina Cruz Oaxaca.
El intachable jurista Diego Valadez del Río, no duró ni un año en el cargo. El general Rafael Macedo de la Concha llegó recomendado por su campaña de persecución contra el general Francisco Gallardo, quien reclamó respeto a los derechos humanos de los militares y hasta este 2017 sostiene que estos deben regresar a los cuarteles y solo salir de ellos cuando se trate de apoyar en desastres naturales como el de este 19 de septiembre, o por invasión extranjera.
En su lugar Gallardo propone que se cree una guardia nacional, ya prevista por la Constitución, que entre en acción cuando la situación lo requiera, algo que se da en forma natural entre los mexicanos, como lo han vuelto a demostrar este 19 se septiembre de 2017. Una guardia nacional integrada por 75 millones de mexicanos que liquidaría a zetas, tequileros y todas las bandas del crimen organizado con las que las fuerzas regulares no han podido.
La lista de pifias de procuradores ineptos excedería el espacio, por lo que para acabar con el tema, solo habría que mencionar que Jesús Murillo Karam, Arely Gómez y Raúl Cervantes se destacaron por su nulidad para resolver los asesinatos de la noche de Iguala, y la desaparición de los 43, el último, además, por su incapacidad para resolver los asesinatos de Javier Valdez y Miroslava Brecht, entre más de 30 periodistas asesinados en 2017.
Justo antes del último terremoto empezaba a tomar fuerza un video estelarizado por más de una docena de personajes, entre los que podemos mencionar a los actores Diego Luna y Víctor Trujillo, en los que destacaban todas las cosas que los procuradores generales de la república no han hecho, entre otras el esclarecimiento de las masacres contra migrantes de San Fernando Tamaulipas.
Entre los dos terremotos, Carlos Romero Deschamps no ha dejado de ser legislador plurinominal, unas veces como diputado, otras veces como senador, y se ha reelegido en cuatro ocasiones como secretario del sindicato de trabajadores petroleros. Antes del último sismo, los letreros de Shell ya habían sido colocados en una gasolinera ubicada junto a la estación del metro Barranca del Muerto, sustituyendo los de PEMEX
En los dos sismos de ambos 19 de septiembre, la rumorología tuvo similares efectos, por varios días, en 1985, los medios narraron las vicisitudes por rescatar a “Monchito”. En su momento se justificó que el rumor lo dejó correr una persona que pretendía rescatar una fortuna que escondía debajo de un colchón. Esta vez fue una niña la presunta sepultada. En ninguno de los casos hubo padres que reclamaran la desaparición de los menores.
En 1985, el presidente Miguel de la Madrid sobrevoló la Ciudad de México tras el terremoto, pero no llevó cámaras y tuvo que sobrevivir el resto de su existencia con la acusación de haberse quedado pasmado. Lo cierto es que él ya se preparaba para una gira por Lázaro Cárdenas, Michoacán a la que no acudió por que le reportaron que había daños en la siderúrgica, pero sí estaba despierto y alerta.
En contraste a Peña Nieto, de muy mala fe lo exhibieron organizando la grabación de un video para dar un mensaje. Es cierto, no hay manera de complacer a todos.
Los edificios que se derrumbaron en 1985 fueron más de 250, 32 años cinco horas y 55 minutos después, no llegaron a 40. Aquella vez fue necesario convertir a todo un estadio de béisbol en una morgue y el número de víctimas no se conoció pero hay consenso en que sumaron docenas de miles.
Tras el sismo de 1985, Plácido Domingo donó casi un año de conciertos para la reconstrucción de la Ciudad de México. Se le recompensó con el Águila Azteca.
Recientemente el gobierno de México recompensó de la misma manera al monarca de Arabia Saudita, paradigma de violaciones a los derechos humanos y decapitaciones de disidentes. Pocas horas antes del terremoto dio recibimiento de jefe de estado al primer ministro de Israel.
En 1985 miles de jóvenes, entre los que se destacó a los “panchitos” de Tacubaya salieron a ver en que ayudaban.
Ahora en torno al estadio olímpico de Ciudad Universitaria se formaban los automóviles, en una rápida operación se vaciaban las cajuelas y un nutrido aplauso de los rescatistas compensaba a los donantes.
Un joven albañil narró que en ninguno de los lugares a los que acudió a prestar ayuda le dejaron hacer nada. Dice que está desempleado y por ahora sobrevive vendiendo flores. Luego de acarrear víveres y no pudiendo hacer más, regaló su pala para que otros rescatistas pudieran hacer el trabajo. Su pala, su único patrimonio. México definido entre terremotos separados por 32 años, cinco horas y 55 minutos.
Pasó ya el sismo, ahora viene el cisma