Ante el inminente colapso económico, el paranoico dictadorcillo de Venezuela Nicolás (in) Maduro da patadas de ahogado. Todo indica que su caída, es más próxima que remota. Ahora otro supuesto golpe de estado. La víctima el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma. Quien se suma con su aprehensión, a la de Leopoldo López y, a la incesante instigación a la ex diputada María Corina Machado. (La Dama de Oro, por su pie de lucha en contra de la opresión)
Los tres opositores, al régimen bolivariano-what ever it means-que ha hundido la economía venezolana hasta el fondo de un torbellino incontrolable. Observan que la obstinación de Maduro por mantener el régimen, es a todas luces, inviable.
Con 20% de aprobación de los ciudadanos; la inflación del 68.7% en el 2014. El pronóstico para el 2015, se estima en 100% y, el déficit fiscal para ese mismo ejercicio de $20,000 millones de dólares, equivalente al 20% del PIB.
$10,300 millones de dólares por pago en servicio a la deuda de créditos internacionales, de los cuales vencen el mes próximo: $4,600 millones de dólares y $1,200 millones de euros, de faltar a esas obligaciones entraría el país en default.
Quien achaca de todos sus males al imperialismo yanqui, ese, que mira en cada rendija del país otra conspiración en contra a su inestable régimen, colmado por el descontento social, inseguridad y vandalismo creciente, carencia de productos básicos, el parque vehicular arrumbado en terrenos baldíos o en las calles por la falta de repuestos, los hospitales carentes de insumos para realizar los más simples procedimientos médicos, donde la infraestructura petrolera del país requiere urgente soslayar el clientelismo-lo cual resulta casi imposible- establecer programas de seguridad, programas de mantenimiento preventivo, en vez, de correctivo y sobretodo una gestión eficaz,
Pareciera que-el gobierno de Maduro- negoció con la Republica Dominicana un pago anticipado por deuda de crudo estimado en $4,000 millones de dólares por $1,700 millones, nótese que esa deuda del país caribeño es por la compra de crudo a precios favorables. Buen negocio para dominicana, pésimo para el pueblo venezolano. También se espera que logre obtener ingresos por el endeudamiento de su filial, en los EEUU, CITGO, por $2,800 millones de dólares.
De acuerdo a los analistas, esos dineros irán a parar en las grandes corporaciones financieras internacionales, mientras, no restarían excedentes para el desarrollo social, importaciones de básicos, autopartes, medicinas, etc. (Si acaso un tercio de esos ingresos) La encrucijada avizora un panorama crucial…
La mirada de la comunidad internacional considera a Venezuela como el país petrolero con mayor riesgo. Las casas calificadoras de riesgo, ven con extrema cautela el desarrollo de estos acontecimientos, existe seria duda sobre el pago de los vencimientos arriba citados, en el segundo semestre del 2015.
Igual que todos los países productores de crudo, padece la caída de los precios internacionales. En su caso, con un precio de $50.00 por barril no alcanza el punto de equilibrio para PDVSA, circunstancia que podría amenazar su viabilidad, aunque las refinerías en Europa; Alemania; Finlandia, y CITGO EEUU, tal vez, le den un respiro.
“(Entre los años 2004 y 2010, PDVSA contribuyó con $61,400 millones de dólares en los programas sociales del gobierno; alrededor de la mitad de los fondos se emplearon en las Misiones Bolivarianas y el resto se distribuyeron a través del Fondo Nacional de Desarrollo. Sólo en el año 2012, la estatal invirtió $17,300 millones de dólares en estos programas, cifra que se redujo a $13,000 millones en 2013)”
La industria privada en general, desalentada, el comercio sin divisas para realizar importaciones y, el malestar que genera ajustarse el cinturón es más poderoso que a mantener al régimen. Los opositores cada día son más, mejor organizados y, con menos temor a las represalias.
La historia reciente descifra que el comportamiento de los dictadores latinoamericanos mantiene un patrón común, el empobrecimiento del pueblo, el desaseo económico, la carencia de servicios de salud, de educación, la falta de oportunidades laborales que genera inseguridad, atrofia las inversiones, el sentido de urgencia desfallece, el malestar social de las mayorías crece, donde solo unos cuantos se ven favorecidos por el régimen.
La injusticia, la opresión, la impunidad forma parte de la cotidianidad, y como lo temporal llega para quedarse, la convivencia con esos 3 atroces quistes institucionales solo se autodestruye, fracturado su propio motivo de existencia. El hartazgo y la esperanza solo reconocen un camino; el de la libertad,
Creo que padecemos de lo mismo; la corrupción ni la impunidad, son exclusivas del PRI, tampoco PAN ni PRD, tampoco del mexicano, creo que nuestros hermanos venezolanos sufren de lo mismo.
Necesitamos muchos años de cultura, y quién sabe si una sacudida social fuerte.