Rubén Cazalet. Guerrero compleja sucesión. Si bien los paisanos poblanos son la mayoría del millón y medio de emigrantes a la zona triestatal, conformada por los estados de Nueva York, New Jersey y Connecticut, los guerrerenses afincados en coordinación con el resto de mexicanos lideran la voz del reclamo por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
Se han realizado varias manifestaciones en Manhattan secundadas por varias organizaciones sin fin de lucro a la vez mexicanas y otras de etiqueta anglosajona. El gran evento se espera al arribo de la caravana pro ese movimiento que viene desplazándose desde México por todo el país.
El próximo 5 de Mayo, seguramente enmarcara las voces disidentes exigiendo a las autoridades mexicanas “la solución” a la ya añeja desaparición de los estudiantes de la normal Burgos en Ayotzinapa.
Previo a entrar a la compleja sucesión en Guerrero, me tomo la libertad del porqué de tanto alboroto por las festividades alrededor del 5 de Mayo, fecha icónica en la mayoría de las capitales de los estados unidos de norteamérica con presencia mexicana o sin ella. Los anglosajones igual la festejan, probablemente con más enjundia que aquellos de origen al sur del Río Grande o Río Bravo.
Los “cara pálida” que no son reconocidos como duchos en cuestiones históricas “creen” que las magnas celebraciones del 5 de Mayo se refieren a la Independencia de México. Craso error. La otra celebración de relevancia similar a esa, es el famoso Día de San Patricio de origen irlandés, que en Nueva York además ostenta el mismo nombre de la ilustre catedral de la ciudad.
El antecedente. La importancia histórica de la magna conmemoración en -México y EEUU- se remonta al “5 de mayo de 1862 en las cercanías de la ciudad de Puebla, entre los ejércitos de la República Mexicana, bajo el mando de Ignacio Zaragoza, y del Segundo Imperio Francés, dirigido por Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez, durante la Segunda Intervención Francesa en México, cuyo resultado fue una victoria importante para los mexicanos que con fuerzas inferiores lograron vencer a uno de los ejércitos más experimentados y respetados de su época.
Pese a su éxito, la batalla no impidió la invasión del país, sólo la retrasó, sin embargo, sería la primera batalla de una guerra que finalmente México ganaría, ante la incapacidad-de los franceses- a consolidar un imperio y después de perder 11 000 hombres debido a la actividad guerrillera que nunca dejó de subsistir, se retiraron incondicionalmente del país en 1867”.
Este evento no fue menor, al contrario, de trascendencia mayor para los EEUU. Entonces el vasto país sufría las consecuencias de La guerra de Secesión o guerra civil estadounidense un conflicto, entre los años 1861 y 1865, en donde los dos bandos enfrentados fueron las fuerzas de los estados del Norte (la Unión) contra los recién formados Estados Confederados de América, integrados por once estados del Sur que proclamaron su independencia.
La situación ponía en grave peligro al sur de los EEUU. En esos días, el Imperio Francés el más poderoso del mundo con intenciones expansionistas, de ganar, hubiese utilizado a México de manera determinante como cabeza de playa para consolidar su influencia en Norteamérica.
Las buenas nuevas de la derrota de los franceses en Puebla al arribar a California, entonces, un sitio de emigrantes estadounidenses de otros estados, y por supuesto mexicanos avivados por la fiebre del oro realizaron la primera celebración de la fecha, con disparos al aire, abrazando a los hijos de México como redentores de la amenaza francesa, sin faltar los tragos de licor barato que desbordó el entusiasmo por los acontecimientos. Los mexicanos aplastaron al enemigo.
En los años ochenta la cervecería Anheuser-Busch Inc., fabricante de la popular cerveza Budweiser, capitalizó la experiencia del Día de San Patricio, y clonó la celebración bajo el “manto del 5 de mayo”. Hoy en día es una semana de cerveza, licores y entusiasmo desbordado, bares adornados con motivos mexicanos y alusiones a esa efeméride.
Guerrero, compleja sucesión. El próximo 26 de abril, termina el mandato del gobernador interino del estado, Rogelio Ortega de origen perredista, aunque, súbdito del PRI, con posición “amarrada” en el gabinete peñista una vez concluida su efímera función como ejecutivo estatal.
El congreso del estado deberá determinar si regresa el gobernador con permiso para encarpetar el periodo constitucional estatal, Ángel Aguirre Rivero. Remota probabilidad. Dejar a Ortega o, sustituirlo por alguno de los tres candidatos enfilados a un absurdo cambio del interinato.
A pesar del paso de Rogelio Ortega durante estos seis meses sin pena ni gloria, las aguas revueltas se amansaron por el propio desgaste de quienes las azuzan. La ciudadanía harta de los zafarranchos, ávida por una mano fuerte que contenga la inseguridad y provoque prosperidad.
Sería un desacierto del Congreso Guerrerense modificar el “actual tibio liderazgo” a un par de meses de cara a las elecciones por la gubernatura el próximo 7 de junio.
El estado perredista o perredista forzado a falta de opciones en el pasado, ahora enfrenta una “sana disyuntiva” entre los candidatos (¡What ever it means!)…
Por el PRI: Héctor Antonio Astudillo Flores (1958 Chilpancingo, Gro.) con buenas credenciales en el quehacer político. No es novicio, es carta con conocimiento de causa de las fuerzas y poderes estatales, fortalecido por su paso en el Congreso de la Unión, candidato a la gubernatura en el 2005, derrotado por el amarillo Zeferino Torreblanca, o Zeferino Torres Blanca Galindo, quien hoy juega la candiddatura a la presidencia municipal de Acapulco ( Apunta ganador ante la caballada flaca. Político de mandíbula retorcida). Beatriz Mojica Morga (1973), ex secretaria de SEDESOL-Gro., apreciada, carismática, cercanísima (lovers are beautiful) al codicioso Navarrete líder del PRD. También pasó por el congreso federal, defensora de los derechos de la mujer. Carta sólida, no es aprendiz de brujo como tantos del gabinete del “Cultísimo Jenrruchin Encopetado”.
¡Ah! El caballo negro, el ex alcalde de Acapulco de 2012 a enero del 2015, Luis Walton Aburto (1949-Acapulco, Gro.), corre por Movimiento Ciudadano.
Síntesis de las campañas de los tres candidatos. Todas similares, grises, iguales unas a otras, absurdamente sin creatividad. Seguridad, renovación, prosperidad, y bla, bla, bla… (Carta a Santa Claus, sin sustento, sin programas, metas creíbles de logros en el tiempo, cero, ningún cronograma de acciones, sin validación del decir. Demasiado pedir a quienes aprecian la posición como botín para ellos y los allegados, recio reconocimiento)
La realidad del Vox Populi. Los electores, confusos ante la falta de presencia y contundencia de los candidatos participan del marasmo del desconocimiento de los quienes.
La prioridad primera de los guerrerenses son puestos de trabajos dignos, bien remunerados. Hartos de sindicatos que solo llevan agua a su molino, condicionado a quienes participan en esos con cuotas obligatorias mermando los pingues ingresos diarios. (Incluidos policletos)
Eso padece y palidece a los ciudadanos urbanos. Los rurales, aquéllos que se alimentan con tortillas sal y chile, a quienes el crimen organizado les cobra derecho de paso o los esclaviza en la siembra de la codiciada amapola negra, que carajos les importa votar.
El deseo es quitarse de encima a los tiranos para vivir en paz en sus tierras. Pobres, beodos, golpeando a sus mujeres, haciendo hartos chilpayates para multiplicar las manos para cederles el quehacer cotidiano mientras regodean la huevonería producto del desencanto de ningún porvenir.
La miseria del conocimiento es atroz. Cero horizontes. ¿Dónde está la federación? ¿Dónde los gobernantes estatales? Enseñarles métodos a su convenir-la de los desamparados- para salir de esa insensata miseria. De más conocen-los copetudos- sus capacidades y limitaciones.
En México sobra talento para enmendar estos entuertos. Acaso, el poder por el poder es más valioso que sojuzgar. Es mejor generar riqueza con “estos desprotegidos”, habría más donde robar.
Ningún candidato ha expresado con mayúsculas las necesidades de los guerrerenses. Prefieren mantener la confusión. El probable votante en ascuas sin decidir por quien votar.
Los candidatos, temerosos a “treparse al camión” y visitar las 7 regiones de Guerrero, por falta de recursos ¿? Prefieren acercarse solamente al nudo comicial donde existen más sufragios sin exponerse a las genuinas demandas de la mayoría de uno de los tres estados más pobres de la república mexicana. La minoría quien vive del desoír, soslaya el silencioso poder de los coterráneos, gozosa multiplica las prebendas, más cómodo no rosarse con los cabecitas negras de pelo de púas y tez morena, andrajosos malolientes. ¡Ay! Fuchi… Menudo susto cuando las guerrillas controladas dejen ser válvula de escape y se conviertan en rabia impetuosa lista para actuar; acción de redención.
Ante este escenario en contra de los momios donde radio pasillo murmura que Astudillo del PRI ganará las elecciones para la gubernatura, este escribidor debería ser objetivo, sin embargo le dice su corazón de madrecita mexicana que Luis Walton podría ser la sorpresa. El motivo, la cercanía a la familia Alemán, a Televisa y, su fortuna personal.
Falta poco para reconocer el acierto o el error, es lo de menos, lo importante es un Guerrero de oportunidades, próspero, en paz.