Hillary Clinton rompe el silencio. Desde el nefasto16 de junio cuando Donald Trump anunció su nominación para candidato a la campaña presidencial del 2016 por el partido republicano, la candidata demócrata por prudencia, o como parte de la “amistad” con el desarrollador inmobiliario, además, benefactor de la Fundación Clinton con aportaciones de hasta cien mil dólares, no habría señalado el nombre del enemigo de México, sus inmigrantes y contrario a cualquier iniciativa de reforma migratoria.
Hillary, quien antes de iniciar su campaña hace tres meses de cara a las elecciones presidenciales, único contendiente por su partido, parecía invencible. Con el 62% de las preferencias electorales nadie podría contenerla. Recordemos que el actual mandatario ganó la presidencia con el 53% de votos populares, históricamente el resultado era más que halagüeño.
Hace un par de semanas saltó al ring para buscar la nominación demócrata, el senador por el estado de Vermont, Bernie Sanders. Si bien, las encuestas de preferencias solo de los demócratas le dan el 13%, y al vicepresidente Joe Biden el 14% en relación al abrumador 63% a Clinton. Sin esto ser motivo para bajar la guardia en el establo de la ex primera dama de la nación.
Falta mucho por recorrer para ambos bandos, sin embargo, en la visión total de los ciudadanos los números son menores, aunque puntee Hillary, todavía hay mucho por hacer, primero entre los contrincantes de su propio partido, después, deberá resistir el tsunami republicano que le espera.
En cuanto al electorado, un alto porcentaje, 23% se conduce dubitativo. No creen en la honestidad de la puntera. Los e-mails que escribiera, enviara y recibiera por su cuenta personal, como secretaria de estado durante el primer término de la actual administración la dejo muy mal parada, a pesar, de entregar más de 50,000 e-mails para su escrutinio a las autoridades de revisar el caso.
El tema de la representación diplomática en Bengasí, Libia donde murió el embajador y otros tres diplomáticos igual hacen mella a su credibilidad, también, aunque aceptara la responsabilidad. Por último, por ahora, al público le provoca animadversión las donaciones internacionales que recibiera la Fundación Clinton.
Ante este panorama adverso, los capitanes de campaña decidieron cambiar la estrategia. Hacerla más visible en los medios electrónicos, entrevistas con CNN, más otras cadenas de televisión con cobertura nacional, cuando lo más sustancial sería cambiar el contenido y el tono de sus declaraciones, a más enfáticas y contundentes. Como su actual posición, sin cortapisas, a favor de los inmigrantes sin papeles.
En el caso de esta asignatura, se le fue a la yugular a Trump por irrespetuoso, a los republicanos en general los denunció timoratos, lentos en la reacción para contener las infames declaraciones de uno de ellos mismos…
Tomó partido, se proclamó como partidaria de llevar a cabo la reforma migratoria. “No vamos, ni podemos deportar a once millones de sin papeles, quienes con su esfuerzo y trabajo honesto coadyuvan a la economía de América, por el contrario, encontraremos la fórmula para darles status legal. Sus hijos merecen oportunidades, no podemos continuar separando familias, legalizados pagarán impuestos.”
Del lado del soberbio del peinado de queso de Oaxaca de estampa de perro buldog, es incomprensible; cómo vociferó tan desafortunadas declaraciones, cuando la operación en sus hoteles, y en la construcción de bienes inmuebles de su conglomerado, los empleados y la mano de obra es de latinos o hispanos. Muchos, sino la mayoría, son indocumentados. Bastaría preguntarle al E-varify, la autoridad que se encarga de reconocer quienes cuentan con papeles para trabajar legalmente.
De caerle al pelele una inspección, se haría acreedor a una la multa mínima de $50,000.00 dólares por cada una de las compañías, sin duda, sería citado a la corte y, de acuerdo a la reincidencia en la falta, podría pisar la cárcel.
Que no nos sorprenda que por ahí se le pudiera derrumbar la aspiración a la candidatura presidencial. Ya son demasiadas voces en contra ninguna para menospreciar; NBC, ESPN, Televisa, Univisión, América Móvil, el PGA de los Ángeles, entre otros, además personajes del cine, la televisión y empresarios.
Ahora, líderes comunitarios y representantes en el congreso, realizarán una manifestación frente a la oficina de correos de Washington, D.C., adonde se construye otro hotel de la cadena Trump. Encomiando a los arrendadores de comercios a abortar sus proyectos.
Reince Priebus, el presidente del comité del partido republicano, habló hoy por teléfono por más de una hora con el patético hotelero y desarrollador de bienes raíces, para encomiarlo a que le baje de tono a su postura contra los inmigrantes, un tema muy sensible que ha enfurecido a la plataforma electoral.
Varios líderes del partido en toda la nación, incluyendo la capital, están alarmados por el daño que le esta propinando al partido, sin descontar, y muy importante, la negativa reacción de los donantes.
La carrera a la presidencia apenas comenzó, las encuestas pueden sacar la foto del momento, mas no son ni un oráculo, menos que predigan el futuro.
En el 2007, Hillary le sacaba más de un cuerpo a Obama. El ex alcalde Rudolph W.Giuliani, era el favorito en el establo republicano. La realidad a la hora de los comicios cambia toda la película.