Mientras todos aquí en México estamos ocupados con los mismos temas de siempre y los propios montajes añejos en materia fiscal, financiera, mercado de divisas, Paquete Económico, pobreza, educación, trabajo, justicia, narcotráfico, violación de derechos humanos, corrupción y muchos más, el Gobierno de México firma tratados comerciales en lo oscurito de los que apenas una docena de personas saben bien a bien, de qué va.
En tanto el Gobierno de Enrique Peña Nieto nos juega la pantomima de que su Administración está abierta al escrutinio de entidades internacionales en materia de Derechos Humanos pero al mismo tiempo rechaza cualquier observación o recomendación a priori mandando a sus “soldados autoritarios” a defenderse desde cualquier flanco; lo que en realidad le importa al Poder Ejecutivo en estos momentos, es la firma de un acuerdo comercial que no es más que la consecución de todas las reformas que impulsó el presidente Peña Nieto con el aval de aquél Pacto por México, signado entre distintos actores de diversas ideologías políticas.
Doce países firmaron el lunes de esta semana un acuerdo comercial –dicen ellos histórico–, para forjar la Alianza Transpacífica entre Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y claro, México. El TPP que no es otro que el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica que busca conformar la zona de libre comercio más grande en todo el mundo.
Dicen los firmantes que tal acuerdo es del todo ambicioso pues logrará altos estándares que beneficiaran a los ciudadanos de todos los países participantes.
Muchos nos preguntamos en primera instancia por qué no se conoce aún bien a bien, de que se trata tal alianza comercial de libre flujo, por qué se nos detallan sus bondades pero no su contenido.
México ha logrado en estos últimos cuatro años, reformas constitucionales exigidas no por el desarrollo interno del país, sino para cumplir con los estándares comerciales de esta nueva Alianza, que como en otros tratados comerciales nos pondrán en franca desigualdad.
Aunque nos prometan con falsos espejos nuestros gobernantes que lo que viene para México es ahora sí, todo bonanza, pocos serán los que se traguen ese cuento, pues lo único que pasará es que unos cuantos se beneficien del trabajo y esfuerzo de la gran mayoría de los mexicanos que cada vez más nos acercamos a un conglomerado mayor a la línea de la pobreza extrema.
Nos volvieron a engañar.
Acta Divina… El presidente Enrique Peña Nieto celebró la conclusión de las negociaciones del TPP, al señalar: “El Acuerdo de Asociación Transpacífico se traducirá en mayores oportunidades de inversión y empleo bien remunerado para los mexicanos”
Para advertir… En el único país que el TPP pasará por su Congreso para su aprobación será en Estados Unidos, ojalá ahí se frene, y más se desistan de tal Alianza comercial ventajosa para unos y despojante para otros.
actapublica@gmail.com