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Poco a poco se han ido desinflando las burbujas que generó El Jinete de Galeana (Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, alias El Bronco), tanto en la campaña electoral como candidato independiente, impulsor del odio ciudadano a la partidocracia, como ahora gobernador constitucional de Nuevo León.
El Bronco llevaba, hasta septiembre de 2014, poco más de tres décadas en las filas del revolucionario institucional. Fue burócrata desde la gubernatura de Alfonso (Halconzo) Martínez Domínguez. Pasó por Agricultura y Recursos Hidráulicos; fue entrenador del equipo de beisbol de su ejido, colaborador del gobernador Jorge Treviño Martínez; fue líder de la CNC en Nuevo León; perdió por 12 votos la presidencia del PRI estatal, pero logró la presidencia municipal de García y se enfocó ahí a batallar supuestamente contra el narcotráfico.
Siendo alcalde sufrió dos atentados, aparentemente encabezados por ex policías municipales que fueron cesados durante su administración.
Sin embargo, se peleó con sus congéneres tricolores porque no vio que tuviera futuro dentro de las filas tricolores. Seguro que jamás le otorgarían la gubernatura estatal. Por ello decidió renunciar y declararse independiente.
El Bronco logró ser candidato independiente a la gubernatura nuevoleonesa, luego de lograr poco más de 394 mil firmas para su registro en el INE. Y empezó una campaña agresiva que impactó en los votantes. Prometió atacar la corrupción en la que estaba entrampado el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz y su familia, y prometió actuar en su contra. El día de su toma de protesta, El Bronco advirtió: “Se les Acabó la Fiesta a los Bandido”, pero han pasado ya ocho días de su toma de posesión y no ha actuado, dándole chance a los indiciados a poner pies en polvorosa.
El triunfo de Rodríguez Calderón causó admiración en todo el país. Fue algo así como la caída del PRI en 1999 con otro Jinete del Apocalípsis, que anunciaba un cambio radical en el país, y que también falló porque creyó que con sólo afirmar que sacaría a patadas al PRI de la residencia de Los Pinos este país cambiaría para bien de los ciudadanos.
Así mismo, el triunfo del candidato independiente, el primero en la historia mexicana, después de una reforma político electoral que autorizó las candidaturas independientes, impactó al periodismo extranjero. Y la noticia fue difundida al unísono por los medios más importantes del mundo, más que nada por ser la capital de Nuevo León, Monterrey, uno de los centros industriales y financieros más importantes de México y el mundo.
Pero no le gustó nada a El Bronco que lo compararan con el ex presidente Vicente Fox, paradigma de la ligereza, la inconciencia, la irresponsabilidad. Primero, Vicente Fox, como miembro del grupo empresarial de Los Bárbaros del Norte, se apoderó del Partido Acción Nacional desplazando a los doctrinarios defensores de una doctrina social cristiana que pugnaba por el “bien común”, y la autogestión de la economía.
Sea lo que fuere, los nuevoleoneses estaban ya hartos de un bipartidismo – PRI-PAN- inoperante que sólo atendía los intereses de las clases dominantes y excluía un trabajo verdadero por la elevación de los niveles de vida y la calidad de vida de la ciudadanía pobre. Muchos creyeron en las promesas de un hombre sin partido, un candidato independiente que prometía un cambio verdadero.
Sin embargo, nada es miel sobre hojuelas en este proceso de entronización de un personaje de comedia, que presume de sus habilidades de jinete y sus cualidades de broncudo. Por el momento, por ejemplo, los Medina – “Los Bandidos” – deberían de estar ya arraigados bajo la acusación de presuntos delitos de corrupción…
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