Uno de los más sonados fracasos del peñanietismo ordinario que padecemos es la absoluta incapacidad para generar un solo empleo formal bien remunerado. En eso llevan ya tres años, ¡y aún faltan otros tres más! Los tolucos, está visto, sólo tiran la piedra para esconder la mano.
Es una vergüenza bien detectada en el resto de las organizaciones internacionales de las que presumimos formar parte. También registran que muchas veces, además de la ineptitud y la descalificación por ignorancia del gobierno, cuenta mucho la corrupción galopante.
El modelo de protectorado maquilador que han instalado en todos los órdenes y en todas las prácticas, ya no da para más. Aunque el último Informe de Gobierno rendido en Palacio Nacional ante mil invitados selectos y algunos lavadores de la localidad, destacó que el único renglón que funcionaba en la economía mexiquense era el de los autos ensamblados… ¡no es cierto!
Independientemente de los desórdenes que se provocarán en el sector, a raíz del abarrote del software manipulado de la Volkswagen y del impacto colateral a todas las marcas de carros europeos, tal parece que ahora nada más tendrán trabajo los mecánicos extranjeros que acompañan a los pilotos de la Fórmula Uno.
Hasta Fox tocó la flauta; los tolucos dan pena
El caso es demasiado serio. ¿Podemos hablar de un protectorado maquilador, cuando hasta las maquilas en el sector manufacturero están abandonando nuestra frontera y corredores industriales y se recorren inexorablemente hacia el sur buscando mano de obra más capacitada? ¿Cuándo exigen tranquilidad y seguridad para sus inversiones?
En la frontera norte del país teníamos miles de maquiladoras –hoy agonizantes– que ya habían creado más de un millón de empleos transitorios. En los parques industriales del Bajío, esperábamos otro tanto, en el mejor de los casos.
Hasta un idiota como Vicente Fox –al que los acontecimientos han provocado que muchos le extrañen– tocó la flauta, como el burro de la fábula, al proponer el inmenso corredor industrial Querétaro – Silao que derramó empleos en su gestión. Ahora, en cambio, la pura vergüenza para los tolucos.
La tendencia ideal –sin tomar en cuenta que nuestra depauperada mano de obra ya es demasiado cara, comparada con otras regiones también en la hambruna– era hacia la multiplicación geométrica de ese modelo, en el que no participamos ni como socios, ni como aportadores de insumos, ni como receptores de tecnología.
Dragon-Mart, emblema de sus fracasos
Igualmente desgraciado, ha sido el avanzar hacia la proliferación del mejor esquema, el que propuso el ingenioso Garth Shelton y revolucionó la maquila entre los aguzados Tigres Asiáticos, hace más de treinta años. En la Cuenca del Pacífico supieron a tiempo de qué se trataba.
Shelton proponía que, aprovechando el menor costo de la mano de obra mexicana y el puente con otros mercados que ofrecen la materia prima, los corredores industriales y el sistema carretero del país, fomentáramos la constitución de sociedades con capital oriental, regidas por leyes nacionales.
Digo igualmente aventurero, porque en este último caso el Imperio siempre se resistirá –aunque se constituyeran con socios mexicanos-- a aplicarles un sistema fiscal benévolo, “de nación más favorecida”, dado que intuirá, de entrada, que el patrocinio europeo o asiático nos iba a sacar de su zona estratégica de influencia.
El caso Dragon-Mart fue emblemático. Después, los trastupijes para desplazar a los empresarios chinos de la construcción del famoso tren bala a Querétaro, con el único afán de favorecer a la constructora paraestatal de propiedad privada Higa, y el ridículo infame, baldón de este… ¿sexenio?
Jamás alcanzaremos a los Tigres Asiáticos
El esquema de asociaciones en participación con capital europeo o asiático no salvó los obstáculos de ningún modo… ni con la ayuda generosa y desinteresada —but of course— de Carlos Salinas de Gortari, quien trató de imponer sus comisiones, perdón, sus condiciones.
Y eso que el esquema autoritario neoliberal más próximo a nuestra realidad, es el que se practica, desde el punto de vista político, en los países maquiladores de la Cuenca del Pacífico, que adoptando –ellos sí– el modelo Shelton de aportación de insumos nacionales y recepción de tecnología, hoy son inalcanzables para nosotros, menos con la firma del famoso TPP que arrasará nuestras fronteras arancelarias.
Los Tigres Asiáticos y similares son ya un sueño guajiro, que nos encontró desnudos y dormidos. Hoy, en el más atrasado de esos países nos dan veinte y las malas de ventaja, pues logran en promedio ingresos reales per capita que ya nunca alcanzaremos, menos con el proyecto entreguista del toluquismo.
Empecinarse en él, es el peor de los mundos posibles. Mejor que se vayan y luego platicamos. ¡Éramos tan cercanos! Se sustentan en una férrea concertación de sus gobiernos con los ejércitos, en políticas corporativas gerenciales y en el absoluto predominio de creencias religiosas antiquísimas. Aquí ya no hay nada.
Desperdicio de nuestra ubicación estratégica
Echamos al cesto de la basura nuestra ubicación estratégica en relación al mercado norteamericano, tan deseada por aquellos potenciales socios de la maquila. No aprovechamos la despolitización generalizada de la población…
… dejamos que la penetración transnacional distorsionara el contenido y los medios de operación con las bases populares… agotamos los emblemas del proyecto original de nación, perdimos los valores que descansaban en la tradición ideológica y cultural…
… perdimos el respeto hacia el esquema de división de poderes; deterioramos los niveles del empleo y de los salarios reales; desquiciamos la economía, abandonamos la intervención estatal y perdimos en el camino líderes y proyectos a la altura de las exigencias.
El tránsito fue infame. La patria parió individuos no sólo sin ocupación, también sin destino, sin capacitación y sin identidad. Surgió una casta dominante carente de imaginación, ignorante de sus raíces y emprendedora de sus propios y egoístas intereses.
Ya empeñaron hasta la caja registradora
Erosionados por el desplome de la economía y la cerrazón política, hoy nos encontramos inermes ante cualquier intento neokeynesiano o liberal y ante el embate imparable de las locomotoras del norte del Continente, Europa y la Cuenca del Pacífico.
¡Ah, pero eso sí, todavía creen continuar engañando con la firma de tratados multicomerciales, que ni ellos en sus sueños se imaginan a qué se refieren o que pitos tocan!
Nada es posible con esta gente en el poder: ni el necesario dinero fresco, pues ya no hay valiente que quiera apostar en este palenque donde los dados se cargan y los gallos se amarran antes de que se cobren las entradas y se anuncien las peleas.
Ni la reactivación de la economía, más exprimida que un pescuezo de guajolote sacrificado, ni la reducción del servicio de la deuda, pues ya se acabaron o empeñaron hasta la caja registradora. Han pedido prestado hasta que ya no alcanzan ni los retratos de la familia como garantía. El FMI está pidiéndoles que desalojen antes del embargo precautorio.
Ninguna de esas demandas y requisitos tienen ya la menor viabilidad. El ritmo para aplicar las estrategias, suena a réquiem. Ninguna funciona ni para administrar objetivos, ni para sumar o rechazar adversarios, ni para ofrecer alguna respuesta específica que pudiera tener el apoyo franco y solidario de la sociedad. Destrozaron el país y quemaron las naves.
Aunque los gerifaltes mexiquenses quieran coquetear con el librecambio a ultranza y las posiciones neofascistas, en la capital mundial de esos movimientos, en las instalaciones donde se mantiene el poder, desde cualquier lógica política posible, ya les perdieron la fe y el respeto.
No hay proyecto económico ni de captación de recursos ni de tecnologías de avanzada en inversiones generadoras de empleo y aliento a la creatividad popular, simple y sencillamente, porque los tolucos llegaron al poder gracias a Televisa, sin programa de gobierno, ni ideas en la sesera.
22 ejidatarios ponen en jaque a GM y BMW
Ahora que se derrumba uno de los pocos proyectos que tenían consenso: el del Parque Industrial Logistik, en San Luis Potosí, producto de un compromiso adquirido con la poderosa General Motors, y posible asiento de la ensambladora de BMW, los responsables se truenan los dedos y se miran unos a otros.
Más de tres mil quinientos empleos y una inversión de tres mil millones de dólares, se vienen abajo por no poder cumplir un compromiso de pago a los originales propietarios del terreno, los ejidatarios de La Pila, un adeudo de 30 millones de pesos. Obvio, los afectados no dejan instalarse a las empresas, por muy transnacionales que sean.
Estas son las pequeñas codicias que revelan el auténtico rostro de los mandatarios. El de adelante hace lo que el de atrás. Ninguna autoridad concilia entre las partes y se viene a pique un polo de desarrollo industrial y tecnológico, presagiando la tormenta que padecerán sus similares en el sureste mexicano.
El gobierno federal, o como quiera llamársele, se hace como que la virgen le habla y nadie interviene para solucionar un problema ¡de 22 ejidatarios! ¿Y así quieren competir en las ligas mayores del Transpacifico?
El gobierno estatal, por las mismas. Ni fu ni fa, que al cabo ya se van.
¿Será entonces que el comportamiento, los modos y maneras del peñanietismo ordinario llegaron para quedarse, en este país, convertido en ruinas de supervivientes? ¿Este es el ejemplo al mundo de que tienen muchas ganas?
¿Y todavía nos dicen #YaCholeConTusCríticas?
La gente grita: ¡¡¡Cuello!!|
Con justa razón, ¿o no?
Índice Flamígero: Al mediodía del miércoles recibí una noticia que me dejó consternado. Un correo en el que se nos avisa del muy lamentable fallecimiento de don William Humberto González Castillo, a quien usted y yo conocimos como Dzunum (Colibrí en lengua maya), y quien durante los últimos años alegraba este espacio con sus estupendas “Calaveritas”. Firma el correo su hija Alejandra González: “… le notifico que El Colibrí dio su último vuelo el pasado 27 de septiembre. Como buen bohemio, compositor premiado, poeta y escritor, murió como los grandes, en un día de eclipse lunar, rodeado de amor con toda su familia, en la casa que él y mi madre forjaron para nosotros con años de trabajo y esfuerzo. A nombre de mis hermanos, yo, Alejandra González, su hija, le agradezco infinitamente el espacio que le brindó para su trabajo durante todos estos años. Las letras le dieron vida, siempre creando, siempre investigando. Como era de esperarse, tanto lo admiré y lo amé que me convertí en periodista y durante 15 años trabajé en noticias en TV Azteca hasta la llegada de mi primer hijo, mi esposo el reportero de noticias Ulises Grajales, toda mi familia y yo estamos a sus órdenes por siempre… En vida escribió además de sus tradicionales ‘calaveras’, artículos políticos, su revista noticiosa mensual Dzunum, múltiples cuentos, poesía de amor, y también escribió sobre su propia muerte. Su trabajo, como él decía, permanecerá inmortalizado en el sitio que él mismo creó con años de esfuerzo, www.dzunum.com con cariño para todos sus lectores. Le envío con aprecio sus últimos versos sobre la muerte, el cual hubiera querido que fuera su epitafio: ‘De Improviso Vendrá’: ¡No llegará cuando la esté aguardando! / De improviso vendrá / oculta en la neblina del camino, / y golpeará mi cuerpo / señalando el final de mi destino. / De soledad el alma congelada, / tal vez alcance a percibir alivio / de algún rayo de luz de la alborada. / Para entonces, absorto, / sin poder contener el aire frío, / esperaré paciente a la mañana / con su habitual bagaje de rocío.” Descanse en paz don William. Ya lo extrañamos. A su familia y muchos amigos, nuestras –la propia y la de los lectores– sinceras condolencias.
www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com / @pacorodriguez
Los cambios son naturales, en toda sociedad (política, económica etc)… pero los que las representan, sin tener asomo de lo que se debe hacer, aceleran el proceso….. ! veremos …. QEPD Dzunum….