Por Magdalena García de León
Todo estaba listo para recibir al “Huracán mas terrible de la historia”, categoría IV en la escala Saffir-Simpson, evacuación de la población, casas, hoteles y demás construcciones preparadas con ventanas y puertas selladas, alertas constantes a la población, y todo para nada, Patricia se desinfló mas rápido que un globo sin amarrar.
Las imágenes de satélite, en efecto mostraban un “meteoro” como le dicen los medios, de gigantescas proporciones, todo hacía creer que su embate sería histórico y que era un terrible riesgo para los estados de Nayarit, Colima, Jalisco y Michoacán, y que hasta Guerrero se podría ver afectado por sus vientos y gran cantidad de lluvia, pero todo quedó en agua de borrajas, por ello se ve mas ridículo el exceso mediático cometido por algunas autoridades.
Los oportunistas mensajes en tweeter, tanto de Peña Nieto como de su alejada y nada participativa esposa en los asuntos del país, son algunos de los excesos que nadie agradece, ya no nos lo creemos.
La preparación fue muy oportuna, las advertencias a la población las adecuadas, Protección Civil, los pobladores y las empresas actuaron coordinadamente, de manera adecuada, pero los excesos tipo Hollywood, cometidos por el Presidente, Enrique Peña Nieto, que se había escondido en el bunker a 7 pisos bajo tierra en Constituyentes, como si Patricia fuera a pegar directamente en Los Pinos, mas sus mensajes de “oremos” etc., no se si por un guión hecho por su equipo de comunicación o por los expertos de televisa, solo produjeron un muy mal sabor de boca entre la población.
Es como cuando va pasando una ambulancia y te pones detrás para ir a mas velocidad y aprovechando el que los ciudadanos le abren paso, es ser oportunista y si me permiten la vulgaridad es gandaya. Porque deja la sensación de que no es auténtica la preocupación, es mas por el lucimiento personal y para ver lo que puedes obtener en imagen.
Tanto temor y desazón causo la expectativa de Patricia, que al final nos dio una gran tranquilidad y paz el hecho de que se desintegro apenas tocó tierra.
COLIMA EN EL OJO DEL HURACÁN
Y no me refiero a Patricia, quien afortunadamente no ocasionó los daños previstos, sino a las pasadas elecciones, que debieron ser anuladas por las tranzas de algunos o todos los priistas del estado.
La diferencia de 503 votos entre Ignacio Peralta, el PRI y Jorge Luis Preciado del PAN, hizo que se impugnara el proceso y de dicha revisión se anuló la elección por las irregularidades encontradas.
Ahora resulta que el chivo expiatorio será Rigoberto Salazar, titular de Desarrollo Social de Colima, quien será denunciado formalmente por su partido. Pero todos sabemos que en estos casos los priistas son muy disciplinados y obedecen órdenes, no se prenden solos, no creemos que sea el único, ni que haya actuado por iniciativa propia. Rásquenle para encontrar a los cerebros del fraude electoral y a todos los participantes, así creeremos en que la intención de terminar con la corrupción dentro del PRI es auténtica.
No quiero dejar de mencionar lo gachos que se vieron ambos candidatos, tanto Preciado como Peralta, quienes aprovecharon el paso de Patricia, por Colima, para tratar de hacer proselitismo a su favor.