SIN EL VOTO HISPANO CUALQUIER ASPIRANTE A LA PRESIDENCIA DE ESTADOS UNIDOS NO LLEGARÁ A LA OFICINA OVAL.
La cúpula del partido republicano, conoce de antemano, lo reconoce matemáticamente, que sin el sufragio de los latinos, será imposible recuperar la presidencia en los comicios del 08 de noviembre de 2016.
En los comicios del 2012, su candidato presidencial Mitt Romney alcanzó solo el 27% del voto hispano, el 63%, para el vencedor Barack Obama, una caída con respecto a sus colegas de partido, John McCain en el 2008, y a George W. Bush en el 2000 y el 2004.
La intención del partido republicano, previo a la salida del búfalo en estampida de Donald Trump, era de acercamiento con esa comunidad de más de 33 millones de personas. Inclusive miembros del partido como el senador por Colorado, Michael Cauffman, aprende español para dirigirse seductoramente a esa valiosa comunidad, referente de la diferencia en las elecciones.
El precandidato, Trump, flaco favor le ha hecho al partido con sus ásperas declaraciones en contra de los sin papeles de origen mexicano al inicio de su postulación. La profunda herida en la comunidad hispana, a lo largo y ancho del país, no encuentra alivio, al contrario, cada día se hace más profunda.
Tal circunstancia obligó a toda suerte de organizaciones de origen hispano y otras no latinas, a cerrar filas contra el polémico zar de los bienes raíces, lo mismo, contra cualquier otro precandidato que no favorezca la causa de esa comunidad agraviada por el lenguaraz precandidato.
En la antesala del tercer debate entre los precandidatos a la presidencia del partido republicano, en el estado de Colorado (5% de la población es latina), la mirada de los miembros de esas organizaciones está puesta en las propuestas relativas a la reforma de la ley de inmigración y temas relativos.
Los esfuerzos de cabildeo de varios miembros de ese partido para voltear la desfavorable balanza, son vanos, los latinos en general desconfían de los republicanos. Inclusive contrataron a equipos, específicamente, para ganar su confianza, para cortejarlos en los 11 estados en donde son mayoría. A pesar de esos “sanos esfuerzos”, los latinos los perciben poco sinceros. Son como camaleones-los republicanos- cambian de color solo para ganar votos.
Este tercer debate presume ser definitorio en el porvenir del voto hispano a favor del candidato republicano a la presidencia y, en general de los republicanos.
Solo resta conocer los resultados, los cuales compartiremos ampliamente en nuestra próxima entrega.