Reiterarlo viene a cuento: la ignorancia es el sello del “gobierno” PRI-Verde. Por lo visto, es una enfermedad crónica que está en la base craneana de los estultos. Ante todo lo existente, ante todo lo animado que se mueva y piense, ante aquello que creen amenaza sus intereses y codicias, aplican la pena de muerte, aunque se trate del ejercicio de cualquier libertad, por más que ésta represente para seguir viviendo en libertad y dignidad.
No saben diferenciar las dignidades ni las libertades. Para ellos cuesta la misma cantidad de dinero mal habido mandar sicarios a eliminar a alguien que exprese la libertad de comer, que al que hable, escriba, se exprese, trasiegue sin su autorización, hasta al que excrete, posea, estudie , analice, o se les adelante a sustraer lo que ya habían visto como suyo.
Para ellos, es más barato eliminar a los que piensan. La característica de los estultos, se confirma, es el odio y el miedo, los peores enemigos de cualquier ser humano que quiera vivir en cualquier democracia, aunque sea imperfecta.
Hasta el aparato fonador de los homínidos, ya no sólo su capacidad neuronal, que los distingue de otros seres vivos, se respeta. Todo lo que se oponga al moche, irá a degüello.
La pena capital para quien no se arrodille
Todas las prerrogativas son igual de perniciosas para ellos. Las libertades de los “gobernados” les impiden ejercer su ambición sin desenfreno. Son un valladar insoportable para sus desvaríos, para sus inmunidades, para todas sus inmundicias y violaciones de derechos elementales Creen que todas las conciencias y las capacidades de raciocinio deben arrodillarse ante sus majestades.
Quien no lo haga, aquél que no inmole su conciencia, está condenado de antemano a sufrir la pena capital. No existe ninguna diferencia con las dictaduras africanas, asiáticas o americanas. La diferencia es que allá los matan después de comer. Aquí, ni eso, porque casi nadie tiene cómo hacerlo. Macabro y execrable, ya no sólo vergonzoso.
Ya han arrasado con todas las libertades
México se ha convertido –en sólo tres años de un gobiernito que llegó para llevarse lo que quedara todavía– en una dictadura feroz, muy lejana de la “dictadura perfecta” que esbozó un iluso peruano. La divisa de la tolucopachucracia, emulada por sus virreyes estatales, y ya casi cualquier capataz de quinto talón, es robar. Hay de aquél que se interponga, o que lo denuncie.
Para ello, secaron la economía, destruyeron la planta instalada, hicieron florecer a sus favoritos, desangraron el valor del peso, arrastraron el pobre prestigio del país, fracasaron en todos los frentes, los flancos y los bajos, y ahuyentaron con sus conductas delincuenciales todo asomo de inversión nacional y extranjera en un México derruido por su ignorancia y ambición.
Por ello, han arrasado con todas las libertades, derechos, garantías, prerrogativas, integridades y dignidades humanas. Para ellos, nadie tiene derecho a vivir fuera de su complicidad, alejado del cobijo de sus triquiñuelas. Nadie puede, ni debe, resistirse a sus conductas corruptas. El que lo haga, pierde la vida.
El que pretenda denunciar, aunque sea de soslayo, sus trapacerías está ipso facto fuera del mundo que ellos explotan. Sus designios son inimpugnables, no admiten reclamación. Su ferocidad es cobarde, porque no lo hacen de frente, pagan a otros sanguinarios por silenciar, recompensan por matar, por amenazar, por vejar, por excluir, a través de “soluciones finales”.
Lo más reciente, asesinatos y despidos
En mis ya casi cuatro décadas de vida como columnista, jamás imaginé que tendría que relatar estas atrocidades sin nombre. Menos que tuviera que hacerlo refiriéndome a actos de mexicanos con mando, mal nacidos, atormentados, afectados, desviados, locos pasionales. Creo que los adjetivos palidecen ante esos actos de barbarie gorilesca.
Los acontecimientos de las últimas horas son reveladores de la saña de una casta político-empresarial enajenada, poseída por instintos de la peor estofa, manipulada por la ilusión de enriquecerse en cinco minutos, pese a quién le pese, arrasen lo que sea.
En Ciudad Juárez, asesinan a José Luis Rodríguez Muñiz, un mexicano que en redes sociales –el último bastión de resistencia– se atrevió a criticar “la corrupción de Peña Nieto, de César Duarte”, del infame alcalde Enrique Serrano y del candidato a gobernador de la claque, Héctor Murguía. Se atrevió a llamarlos “bola de ratas”. ¿Qué piel tan delgadita, no?
En Coatzacoalcos, a plena luz del día, en el centro de la ciudad, unos sicarios asesinan con ráfagas de metralletas al abogado Rodolfo Zapata Carrillo, quien se atrevió a pedir las renuncias del jefe de seguridad pública municipal, Arturo Bermúdez y del fiscal del Estado.
En Chiapas, amenazan de muerte al periodista crítico Juan José Fierros y a su familia, por revelar los despojos del gobernador Velasco Coello y su mami en detrimento de comunidades indígenas y del patrimonio público.
Reducen y amedrentan a su hijo de 14 años, estudiante de secundaria con estas cálidas palabras: “Después de que salgas de la escuela te vamos a violar a ti y a tu madre, si tu padre no le baja de huevos”. ¡Sic y recontra sic! Como respuesta, el twittero Hugo Israel Báez Espino, teclea: ” Tan jotito que se veía el gobernador, pinche mafioso”.
Simultáneamente, los organismos que se dedican a medir el crecimiento de las desigualdades en el país, incluido el oficialista INEGI, revelan que “en el período de Velasco Coello, la mortandad de niños indígenas se ha disparado, del 64 al 87%”. Impecable. Ni cómo ayudar al descocado.
“En este periódico nunca se criticara al Presidente”
Aquí, en la capital de la República, el periodista crítico José Contreras, que se ha destacado por revelar algunas trapacerías del gobiernito PRI-Verde en las páginas del rotativo La Crónica de hoy –parapeto con exiguo tiraje, suficiente para los “bisnes” de los impresentables Kahwagis– es despedido con un flagelo de los directivos del diario: “En este periódico nunca se criticara al Presidente”. No. Claro que no. Se les caerían muchos negocios.
Otro caso. El de Martín Moreno, uno de los pocos periodistas decentes de Excélsior, es obligado a renunciar por las mismas razones. Asediado por los propietarios desde hace tiempo, confinadas sus columnas políticas a secciones rosa del rotativo, se ve obligado a abandonar su trinchera lúcida. ¡Muera la inteligencia, viva la muerte!
Tardaremos mucho en erradicar la intolerancia
Señalan los analistas extranjeros que México tardará demasiado en erradicar todas las manifestaciones de intolerancia. Tendrá que reforzar toda la legislación para castigar con dureza sus crímenes. Educar contra las equívocas interpretaciones de sus gobiernos…
… alentar la libertad de prensa y el pluralismo, apoyar la toma de conciencia individual para romper el círculo vicioso entre la desconfianza y la violencia en la sociedad y detectar y desprestigiar la propaganda nociva que la incuba y la propala.
La intolerancia ignorante y el racismo se ha agravado por la distribución desigual de la riqueza, la marginación y la exclusión social. Pretenden utilizar las nuevas técnicas de comunicación, incluidas las redes sociales para difundir propaganda marginalista contra etnias, desvalidos y migrantes.
Perversión en el intercambio de favores políticos
Al ver que la nociva “Ley Fayad”, presentada por otro descocado a instancias del niño ñoño Nuño, Omar el Pachuquita, para penalizar y punir todas las expresiones que no fueran políticamente correctas en los blogueros y las redes digitales, enfilan su saña, que ya consideran perdida y muerta antes de nacer, por la valiente defensa de los esforzados defensores de su correcta utilización.
Y pensar que el ingenuo Omar Fayad lo hizo para que sus jefe Oso…rio y Ñuño acataran un dictado gabacho, prometiéndole al subordinado que si lo lograba en las Cámaras obtendría in infinitum la gubernatura de Hidalgo, cuando hasta en Quintana Roo y en Baja California saben que el candidato del mediático titular de la SEP es ¡David Penchyna! ¡Qué pervertido está el intercambio de favores políticos!
La violencia que generan, inherente a sus naturalezas
No hay diferencia entre gobernadores Verdes, tolucos y pachuquitas, ni con Díaz Ordaz, ni con el inquisidor Torquemada, ni con Idi Amin Dada, ni con Franco, Hitler o cualquier personaje de las aberraciones históricas mundiales. ¡Ya rompieron su propio récord!
Réquiem por los ignorantes, presas del odio, el miedo y la intolerancia supina.
La intolerancia progresa en México, y mata a gran escala. A la vez, plantea numerosas cuestiones de índole moral y política. Es una seria amenaza para la vida en paz, seguridad y libertad, vocablos que ya casi olvidamos. Tal parece que la violencia que genera es inherente a sus naturalezas.
A la aceptación y el aprecio de la diversidad, a la capacidad de vivir y dejar vivir a los demás, al libre arbitrio de tener sus propias convicciones, aceptando que los otros tengan las suyas, al privilegio de gozar de sus derechos y libertades, sin vulnerar los del prójimo…
… se opone el miedo, más de doscientos años después de que Voltaire condujera una batalla filosófica apasionada contra el sectarismo, la rapiña, la depredación y la injusticia que sostienen la odiada intolerancia, fuente de descastados propósitos de gobiernitos sin freno y sin límite posible.
Ignorancia, odio, miedo, codicia, intolerancia, asesinatos
El hecho infamante de que los condenados a muerte por el poder sean elegidos entre adalides de la libertad de expresión, desnuda a un sistema cuya brújula ha sido maquinadamente extraviada por quienes no tienen otro objetivo en la vida que acumular sin miramientos… y sin algún asomo timorato de dignidad política, ni humana.
El nuevo sistema político mexicano se está construyendo sobre cimientos de ignorancia, odio, miedo, codicia, intolerancia, asesinatos y depredación. Así no vamos, sino a hacia la dictadura.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Año inolvidable, éste 2015, para Alberto Bailleres. El gobierno PRI-Verde le regaló prácticamente todos los yacimientos petroleros “con posibilidades” a su grupo energético, mismo que tiene como cabeza al “pillín” Carlos Morales, quien desde Pemex exploró y se hizo de tooooodos los mapas estratégicos donde quedan las últimas gotas de petróleo. En minería, le va “a todas margaritas”, pues esta actividad no sólo explota a los trabajadores con salarios misérrimos pese al peligro constante en el que se desenvuelven, sino además ¡casi no paga impuestos! Y hasta consiguió los votos de la marca registrada PVEM para que el Senado de la República le otorgara la Medalla Belisario Domínguez –creada para honrar el honor y el valor de ¡la libertad de expresión!–, no obstante que es uno de los principales empresarios taurinos tanto en México como en España. Del servil con los poderosos Emilio Gamboa, otro de los impulsores de este vergonzoso numerito, ya se dice que es ¡Totalmente Palacio! Pero ¡de justicia! ¿O no? + + + Desde el barrio debemos construir y reconstruir la ciudad, dijo el Arq. Felipe de Jesús Gutiérrez, secretario de SEDUVI del DF, al requerirle su opinión sobre la norma 26, durante su participación en la presentación del libro “Apuntes para una política integral y sustentable de vivienda en la ciudad de México” del Arq. Ignacio Cabrera Fernández. + + + Por cierto que quienes pronto podrían ser llamados a cuentas por la ALDF son el ex delegado y la actual delegada en Miguel Hidalgo, por cambiar el uso de suelo varias veces al predio polanqueño de Rubén Darío 225, lo que no es posible de acuerdo a la norma, y porque además tenían en contra desde hace cinco años a la mayor parte de los vecinos que viven entre Rubén Darío, Lord Byron y Tres Picos. Sí, ésta es la polémica propiedad de María Asunción Aramburuzabala.
www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com / @pacorodriguez
Acordar entregar la medalla Belisario Domíngues a un empresario es una prueba de que vivimos en la peor de las tiranías, una que desconoce su historia más elemental. Más aquí por si quieren firmar. https://www.change.org/p/alberto-bailleres-el-palacio-de-hierro-por-su-honor-y-su-legado-renuncie-a-la-belisario-dom%C3%ADngues