Análisis a Fondo: El Castigado Gasto Público
• En los umbrales del hambre
• Pero todo está consumado
Parece mentira, pero los diputados están metidos en un verdadero brete, pues no es nada baladí elaborar el presupuesto que se gastará el gobierno federal en el ejercicio fiscal de 2016.
Ah, y se supone que todos esos gastos son en beneficio de la sociedad, para elevar los niveles socioeconómicos y optimizar la calidad de vida de los millones de personas, que nacen, crecen, se reproducen y mueren en este territorio de poco menos de tres millones de kilómetros cuadrados llamado México.
De lo que tienen que darse cuenta, no los diputados porque la mayoría de ellos ni saben por qué levantan el dedo, los gobernantes es de que las necesidades de la población trabajadora, mayoritariamente en los umbrales de la pobreza y el hambre, son terriblemente desesperantes. Imagine a un padre o a una madre tratando de alimentar, curar, educar a sus hijos sin tener un ingreso fijo mensual; sin tener dinero, sin tener dónde caerse muertos. Y estos casos suman millones en toda la geografía mexicana.
Pero los presupuestadores no se dan cuenta. No creo que lo hagan por maldad. No son perversos. Simplemente no se dan cuenta porque el cerebro no les da para ello.
Pero bueno. Da la impresión de que todo el asunto del gasto público está ya consensado entre los impositores del gobierno federal y los dóciles diputados del PRI y sus dos satélites. Y lo que digan los opositores como los del PAN, de Morena, del Movimiento Ciudadano o del PES les tiene sin cuidado a los gobiernistas. Es más, no me lo crea si quiere, pero hasta los de Morena, aquellos aguerridos lopezoradoristas, son domesticados para que no haga olas al presentar sus reservas al proyecto de presupuesto presentado por el gobierno federal,
Ya todo está preconcebido en la Junta de Coordinación Política (Jucopo), en las oficinas del PRI en la Cámara y en los submundos infranqueables de Los Pinos y de la Secretaría de Hacienda. De Los Pinos es donde salen las órdenes, porque son órdenes, para que los diputados aprueben en una jornada hasta morir las leyes que son enviadas por la presidencia de la república y en este caso el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2016, que debe de quedar aprobado a más tardar el domingo venidero, 15 de noviembre.
O sea que ya las comisiones respectivas de la Cámara intensificaron sus simuladas negociaciones para dictaminar lo que les toca dictaminar de todo el presupuesto. La Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública se declaró este martes en sesión permanente para dar continuidad a los trabajos relacionados con el presunto proceso de análisis y discusión del mencionado proyecto.
Este martes fueron instalados los grupos encargados de la elaboración del Decreto y de los Anexos. El diputado Baltazar Hinojosa Ochoa (PRI), presidente de la instancia legislativa, informó haber solicitado a sus compañeros legisladores estar muy atentos durante estos días “para ir avanzando, en tiempo y forma, y someter tal decreto a la aprobación de la Comisión y, posteriormente, al Pleno de la Cámara”.
El presidente de la Cámara, Jesús Zambrano Grijalva, sin embargo, manifestó “un par de preocupaciones importantes, significativas” en relación con el papel del presupuesto como impulsor de la economía, pues en medio de la crisis, como detonadores de ella, hay ausencia de inversión en infraestructura, y una peligrosa desinversión en Petróleos Mexicanos y en las actividades campiranas, agricultura, ganadería y todo lo que sale del campo.
Tales desinversiones, como la que se va a aprobar en el impulso a las pequeñas y medianas empresas – unos diez mil millones – en momentos de dificultad económica, de falta de crecimiento de la economía nacional, se antojan inmorales, cuando no sólo no se toca sino que crece exponencialmente el gasto en cosas superfluas que no son salarios, pinchurrientos salarios…
Así está pues, un breve acercamiento a esa realidad, el panorama que deberán despejar los diputados de ahora al domingo venidero.
Lo desgraciado es que, aprueben lo que aprueben los diputados, no va a cambiar nada en la política. Con este presupuesto y todo, la economía no repuntará en 2016. Ah, claro. Lo que tú dices siempre. No repuntará la economía nacional, pero qué tal la economía de los bolsillos de la clase política; las ganancias de los grandes empresarios sobre todo los dedicados al comercio en la vía pública
como los grandes almacenes. O qué le parece a usted.
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