Hoy la Administración del presidente Enrique Peña Nieto cumple tres años en funciones y ya que mañana inicia la última mitad de su gestión, la pregunta que se advierte es: ¿Qué viene?
Es válida la incertidumbre sobre el qué nos depara en el futuro inmediato a los mexicanos con otros tres años más de Presidencia priista con Peña Nieto, dado que los dos últimos sextos han sido una verdadera pesadilla en términos de violencia, inseguridad, Estado de derecho, corrupción, y hasta astringencia de recursos económicos para la mayoría de los habitantes del país, pese a todas las estrellitas de buen aprovechamiento que se colocan las autoridades hacendarias y de desarrollo económico nacionales.
Emblemática la portada del Time cuando colocó en su portada a Peña Nieto en su quinceavo mes de mandato como el salvador de México –Saving Mexico–, y en sus páginas interiores además, vitoreaba la visión y el desempeño de los secretarios de Hacienda y Gobernación; Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong, respectivamente.
Algunos podrían advertir que en la Administración actual lo peor ya pasó pero de eso no hay seguridad alguna, las cosas pueden siempre agravarse, más cuando en lugar de gobernar, desde las alturas el presidente mueve todas sus piezas y pone a trabajar todas sus estrategias para que su delfín –Aurelio Nuño, ahora secretario de Educación–, llegue a sucederlo.
En ese sentido, el escenario más adverso y peligroso que podría advertirse, es que el poderoso Videgaray –y otros más junto con él–, le exploten la bomba económica y financiera a Peña Nieto, como herencia maldita a Nuño.
Detonar un colapso económico en el país, no es para nada cuestión imposible y ya los mexicanos la hemos vivido en múltiples sexenios de la historia reciente del país. Privatizaciones y devaluaciones son hechos que han ido una y otra vez entrelazados con las promesas de que ahora sí vamos directo al camino del desarrollo para codearnos de una vez por todas, con las poderosas naciones del orbe.
Lo que viene en materia de seguridad, violencia y Estado de derecho puede ser también de dimensiones catastróficas. Porque el no hablar del narcotráfico y sus funestas derivaciones durante los primeros años del Gobierno peñista, no hicieron que en la práctica desaparecieran. Envolver y revolver desapariciones sumarias y ejecuciones extrajudiciales tienen al sistema de justicia en un verdadero predicamento y qué decir de la corrupción en las altas esferas gubernamentales que se develan, nos escandalizamos y sólo caen los pececillos, más los que orquestan y son corifeos del sistema tienen “licencia para robar”.
Acta Divina… Enrique Peña Nieto presidente de México, señala que México tiene todos los elementos de nación imparable al desarrollo.
Para advertir… Falta lo peor.
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