Por Magdalena García de León
Estoy francamente sorprendida de la capacidad de cambiar de piel, colores e ideología de muchos de nuestros políticos, recordemos algunos casos: Ricardo Montreal, cuando era priista, senador para ser más precisa, era el más acérrimo enemigo golpeador de los perredistas; no perdía oportunidad de insultarlos, vejarlos y vilipendiarlos, por su posición ideológica, por estar enfrentados a la “Luz de la verdad”, encarnada en el PRI, según él en ese entonces.
Después resultó que ese brillante y luminoso partido le negó hacerlo candidato a Gobernador de Zacatecas, por lo que sin mediar un camino de Damasco, visible o conocido, se traslado al PRD y se volvió su mas fiero defensor, fue Gobernador perredista, entonces se ligo a Andrés Manuel López Obrador, otro expriista, y desde ese momento sus destinos se fusionaron, no sabemos por cuanto tiempo.
El Peje se sale del PRD y forma MORENA y lleva de la mano a Ricardo Montreal, no se quién le da cuerda a quien o si es algo mutuo, pero ahora son uña y mugre.
Bajo esas siglas llega Montreal a la Delegación Cuauhtémoc, en donde ya inició sus numeritos demagogos, como despachar en un escritorio en la explanada de la Delegación, hablar de la terrible corrupción del PRD, en el que fue activo militante, y ahora resulta que antes de cumplir 100 días en su nuevo encargo ya está aspirando a otro.
Ya declaró que quiere ser el candidato de MORENA a Jefe de Gobierno del Distrito Federal, o como quiera que sea el título del nuevo cabeza del casi estado 32.
¿Que no es corrupción tener un trabajo por tres años y antes del término ya estar laborando para conseguir otro? ¿Qué clase de Jefe Delegacional puede ser quién ya no encuentra satisfactorio trabajar por ese encargo, por el que compitió en una elección, si ya está preparando todas sus baterías y dedicando su energía al siguiente?
Por supuesto que no es el único caso, hemos visto cambiar del PRD al PAN, a gente como Demetrio Sodi, o del PAN al PRI, a una novata de la política, y excoloaboradora de Demetrio, Mariana Moguel Robles, quién a unos cuantos días de iniciar su trabajo como Asambleísta por Milpa Alta renunció para ser la dirigente del PRI capitalino.
Creo que nunca se había visto que en el revolucionario institucional se le diera un cargo de ese nivel a un novado tránsfuga de otro partido, pero se “consiguió” el apoyo del prestigiado y destituido de ese mismo cargo, Cuauhtémoc Gutiérrez, quien ahora es su segundo de abordo.
Pero claro estos son solo algunos ejemplos de los desvergonzados políticos que solo buscan los cargos públicos con poder político y económico y para lógralo cambian de partido como de calcetines.
Todos sabemos que no son los únicos, muchos los buscan y consiguen, pagando precios tan altos como la dignidad, el decoro y alguno que otro principio y sin mudar de ideología o partido.
Ahora con la Reforma Política del Distrito Federal veremos a muchos más afilar uñas y dientes para poder competir por la candidatura y la silla correspondiente.
Les deseo el mejor de los años, y les comunico que tomaré unos días de vacaciones, por lo que la próxima vez que ponga Los Trapos al Sol será hasta el 11 de enero.