Advierto como cierto, sin temor a equivocarme; que mal, muy mal la debe estar pasando el reo de la celda número 20 del penal de máxima seguridad del Altiplano en el Estado de México.
En un país en donde lo importante es escenificar, más que administrar, gobernar e impartir justicia y por ende, el Estado de derecho está ausente o sólo es para unos cuantos; no es difícil imaginar que el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” ahora mismo esté pasando “las de Caín” –como advierten sus abogados–, en su nuevo encierro carcelario, tras la vergüenza mundial que se infringió a la Administración federal y al mismo presidente Enrique Peña Nieto, con ese escape de alta tecnología del capo que en efecto se diga lo que se diga, es digno de llevarlo a las pantallas de la cinematografía.
No soy ni fiscal, ni abogado, ni defensora de “El Chapo”, no es mi tarea, sin embargo; sí se hace más que necesario resaltar que en este país el sistema penal está aún muy lejos de un marco de justicia y respeto a los derechos humanos. De igual forma hay delincuentes a los que se le solapa de forma deliberada y hay a los que se les recrea día y noche, toda una serie de ilícitos aún no censados por un juez.
Un país en el que las desapariciones forzadas, los homicidios por enfrentamientos incluso con las autoridades policiacas y militares y los secuestros son asunto cotidiano para el propio Gobierno, que incluso ante este sombrío y terrorífico panorama, se atreve a promover al país en el extranjero como la panacea para las inversiones, no puede señalarse que el Estado de derecho existe.
“El Chapo” es un delincuente sin duda que como narcotraficante no sólo alienta el mercado de las drogas, sino que también afecta e incide en los mercados financieros. Mas para tales efectos se requiere de una clara colusión con las autoridades formales, que igual entonces, son delincuentes que nadie censa, ni advierte y pocos se atreven a señalar y perseguir.
A “El Chapo” no lo regresó a una celda su actividad como narcotraficante, sino la afrenta al Gobierno de Peña Nieto que advirtió lo imperdonable de una segunda fuga del delincuente en cuestión.
Así que en México se puede delinquir, siempre y cuando convenga a los intereses del poder. ¿O no?
Acta Divina… Es totalmente falso que ”El Chapo” esté incomunicado: Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación.
Para advertir… Una mega orden de tacos delato el escondite de Guzmán Loera en Los Mochis, Sinaloa. La inteligencia no pudo contener su captura.