El intrincado sistema de complicidades entre los poderes regionales y el federal del Altiplano es idéntico al que se estilaba en la larga noche franquista española. No se mueve la hoja de un árbol, ni en el sentido del viento, si no cumple con el requisito de estorbar el paso, de no franquear, de no dejar pasar.
En la España de Franco, el clero corrupto, el ejército, la policía, la oligarquía, los cacicazgos regionales, las fuerzas políticas de las antiguas casas reinantes carlistas, todos a una, formaban la misma argamasa, con distintos nombres, que hoy vemos en México.
Cuando se lee, se escucha el relato en primera persona o se observa en pantalla cualquier sucedido real en el período de esos cuarenta años de dictadura ibérica, se obtienen conclusiones muy parecidas a las que arroja el aparato político corruptor del peñato operando en los estados a punto de entrar al caldero electoral.
Es tal el grado de obsesión por la rapiña y la inmunidad futura, que las castas en el poder regional sienten amenazada su seguridad ante la posible pérdida de cualquier cabildo, ayuntamiento, diputación o regiduría. Es revelador el hecho de que cualquier alianza opositora haya sido abortada desde ahora, en Hidalgo y Tamaulipas.
Hidalgo, la favorita; Tamaulipas, los intere$es
En Hidalgo, por la obsesión de Oso…rio Chong de mantener su coto de caza particular para alguna de sus favoritas, por aquello de “la cuota de género”, ¿sabe usted? En Tamaulipas, para quitar cualquier escollo al triunfo de Baltazar Hinojosa, pariente cercano del testaferro de Higa, Juan Armando del mismo apellido… y, obvio, protegido del “leal” Vi(rey)garay. Es, simple y llanamente, el color del dinero.
En el estado de Zacatecas las castas se protegen. Ante la posibilidad de un campanazo, todos cierran filas. El PAN – PRD se alía alrededor del cuñado del gobernador, Pedro de León Mojarro, ex priísta y quinta columna al interior del amarillo. Miguel Alonso, el gobernador, ex secretario de Ricardo Monreal, apoya también al candidato formal del PRI, su amigo Alejandro Tello Cristerna.
Amalia García, como hace seis años cuando era gobernadora, se empeña en favorecer la candidatura de Rafael Flores (?), un candidato sin atributos y sin la menor posibilidad, pero sirve para restar fuerzas, dondequiera que lo paren.
La idea no es nada más ganar; es pulverizar, desperdigar, atomizar el voto que se ejerza por alguna opción viable. Se trata de impedir que la fuerza opositora les pegue el menor susto, les arrebate la ínfima porción de poder. Se trata de asegurarse por todos lados, de aferrarse a las canonjías con cualquier parte filosa del cuerpo. Darle rienda suelta a la tentación totalitaria.
Moreirazo puso en evidencia al sistema
Aunque no se celebran este año elecciones para Gobernador en Coahuila, el affaire Moreira impactará en Durango. La justicia española, movida por el exhorto del juez texano que averigua (!?) los desfalcos en Saltillo puso en evidencia al sistema político y judicial del país. ¿Cuándo hemos pedido la aprehensión de un ciudadano estadounidense en el extranjero? ¡Y mire que pretextos no han faltado!
El caso más recordado es el de los inútiles exhortos del gobierno mexicano para extraditar a Joel D. Kaplan, empresario neoyorkino que mató aquí a su socio Louis Daval y luego se fugó espectacularmente de la prisión de Santa Martha. Los gabachos se negaron en redondo a la extradición ¡y jamás se volvió a mencionar el asunto!
Peña Nieto alcanza a balbucear, de nuevo en suelo canadiense, rumbo a la subasta de nuestro petróleo en el Medio Oriente (¿a ver si allá le creen?) que no debemos hacer juicios anticipados en el caso de esa detención… ¡después de que un juez de la Audiencia ya recluyó a Moreira, sin derecho a fianza, por el temor a que se escape!
Una grave ofensa al sistema, más una respuesta desafortunada y blandengue, formaron un caldo de cultivo donde se puede desarrollar cualquier germen.
Desde ahora, el PRI perderá Coahuila
Merced a este imponderable, es posible que el año próximo la oposición pueda sacar más del dígito histórico de votos que ha recaudado en Coahuila. Salen a flote las posibilidades de Armando Guadiana Tijerina, un ex priísta, empresario minero y taurino, defraudador del Bancomext que fue recluido en el ’94 en el penal de Topo Chico.
Pero como ahora se han emparejado todos en este lodazal , Guadiana alega más pudores y quiere lanzarse como candidato independiente, basándose en la denuncia que hizo hace seis años su grupo “Claridad y Transparencia Ciudadana” sobre el grave endeudamiento coahuilense de los hermanos Moreira. En una de esas, pesa más el agravio del profesor.
Y el PAN, ahora sí, tendrá Durango
Lo que es seguro, es que su impacto negativo para el tricolor en la elección de Durango, está garantizado. Es tierra fértil para cualquier agravio. Los destrozos causados por las conductas de dos gobernadores seguidos de la misma claque, son de antología. El desfile de charros cantantes favoritos en las cabañas privadas de “El Salto”, escatológico.
Si hace seis años fue un triunfo convencer al priísta José Rosas Aispuro para que encabezara la alianza opositora PAN – PRD – Convergencia, y se necesitaron los desvelos y hábiles oficios de José Ramón Enríquez, propietario de un conglomerado médico en la Capital, para forzarlo a competir, hoy las cosas han cambiado.
José Ramos Aispuro perdió la elección de hace seis años debido al atraco que hicieron los encapuchados con metralleta, a sueldo del gobernador, para robarse a plena luz del día las casillas de Lerdo y Gómez Palacio, ubicadas en los linderos de Torreón, que le daban el triunfo seguro al candidato común de la oposición.
Hoy, Ramos Aispuro, que ya se enamoró de la posibilidad aliancista, recorre a diario el estado en busca de prosélitos. Tiene el triunfo amarrado y van a tronar muchos ejotitos. Es una victoria cantada, sin enemigo al frente. El PAN ya se decidió por su candidatura. Sólo faltan los ad lateres, en la misma cuerda.
El corrupto Duarte perderá Chihuahua
Sin embargo, el caso más emblemático de las gubernaturas en disputa este año, es el del corrupto gobernador de Chihuahua, César Duarte Jaquez. Hereda deuda histórica –de 12 mil subió a 42 mil millones de pesos–, opacidad y toda serie de historias vergonzosas de corrupción.
Fiel “alumno” de su “maestro” Emilio Gamboa Patrón, Duarte es fundador y propietario del Banco Progreso, desde donde jinetea los presupuestos, las inversiones y las transferencias federales, Duarte está acusado de haber desviado más de 80 mil millones de pesos para financiar su operación fiduciaria. Insuperable. ¡Todo un trabuco!
A lo mejor, de ahí sale su capacidad política para haber logrado que en el Congreso estatal le apoyaran su iniciativa de subir a un diez por ciento las firmas comprobables del padrón oficial para poder competir como candidato independiente.
Su capacidad de corrupción opera a todo lo que da en el sector político – electoral. Tiene de su lado, además del PVEM y el Panal, al mismo PRD y al PT. Pronto se le unirán el Humanista y el PES. Es una coalición de intereses deletéreos igual a la colimota. Si hubiera más partidos, igual los absorbería su cárcamo mafioso.
Su majestad, el dinero, arrasa con las expresiones, los partidos, las posibilidades y los alientos. El entramado de complicidades ahoga lo poco que la tolucopachucracia ha dejado de país.
Índice Flamígero: “Pongamos que hablo de Madrid”, dice don Alfredo Álvarez Barrón, y agrega: “Vaya lección que nos han dado nuestros primos hermanos: con la detención en España del ex gobernador priista de Coahuila por lavado de dinero y malversación de recursos públicos hoy somos, nuevamente, la burla del mundo entero. Y como andarán las cosas que hasta Dulce María Sauri, ex dirigente nacional del PRI, se muestra indignada: ‘Había elementos para detenerlo aquí, pero todo parece indicar que la justicia mexicana es un poquito lenta y muy ciega’, declaró textualmente y lamentó que las autoridades mexicanas no hayan visto algo que si vieron las ibéricas…”. Enseguida, El Poeta del Nopal rima: “Con elocuencia gallega / nos dan una gran lección: / no siempre, por omisión, / la Justicia es sorda y ciega, / ni a la deriva navega / en un cayuco sin remos; / en otros lares, hoy vemos, / el bien común la antecede, / ¿por qué en Madrid sí se puede / y en México no podemos?”. Por la impunidad, don Alfredo, que es la etapa superior de la corrupción que nos ahoga.
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