2013.
En la Gran Manzana todo listo para darle la bienvenida al 2013.
Después de cuarenta años la celebración, de Año Nuevo en Times Square, la conducirá Ryan Seacrest, en vez de su creador, el icónico conductor de televisión y radio, Dick Clark quien falleciera éste año.
El evento será dedicado a la Paz y a la memoria de Dick Clark. La emblemática esfera de once toneladas, mejor conocida como “Waterford Crystal Ball”, cuenta con 288 paneles de cristal grabados con cisnes, y la frase temática “Let there be peace”.
Taylor Swift la bella joven cantante, idolatrada por adolescentes y adultos por su
cadencioso y estilo suave, será la figura central del espectáculo musical. También participará la sensación del momento, Psy do Gangnam Style, quien ha embalsado a la juventud con su peculiar estilo de baile.
Tampoco faltará el tradicional beso, justo cuando el reloj marque las doce de la noche y la esfera inicie su descenso. Para la ocasión el actor Brett Adul y su novia han ensayado durante la mañana. (Vaya ardua tarea. ¿O no?)
Doscientas toneladas de confeti se arrojarán, en Times Square, a más de un millón de personas que acudirán a la magna celebración, y por si no lo sabía, el confeti, representa sus ilusiones y los deseos para el 2013.
La noche se espera clara, pero el frío invernal estará presente durante las diez horas de espera de los asistentes a la plaza. ¡Brrr!
A las seis de la tarde la bola de cristal, ascenderá por su mástil a una altura de más de sesenta metros, para esperar galante el momento estelar de su descenso. En Shangai y Australia, en Japón y Beijing ya llegó el Año Nuevo, sin embargo, el arribo de éste a Times Square supera a cualquier otro festejo alrededor del mundo.
Faltan pocas horas para cerrar un capítulo más de nuestra existencia, y a esperar con renovada esperanza el 2013. Nuestro deseo mayor para usted, estimado lector, es que sus sueños e ilusiones sean realidad el año venidero, y nuestro agradecimiento por seguirnos durante el año que termina.
¡Feliz Año Nuevo 2013! Que la Paz y la Serenidad abrace a todos los hombres y mujeres, de fe y buena voluntad, alrededor del mundo. A los dubitativos, que la luz de la razón les dirija a buen puerto.