Sólo a los orates de todos los espacios de poder se les ocurre gastar carretadas de millones que nunca regresarán–todos los “moches”, al calce– para preparar los templetes y tinglados desde los cuales no recibieron elogios al desempeño, sino ofensas directas, mensajes enviados, no por angustias pastorales, sino por los que mecen la cuna, financieros desesperados por los niveles de incompetencia que detectan.
Erasmo de Rotterdam retrató con suficiencia clásica, en su Elogio de la locura, los afanes de anfitriones perdidos en la soberbia, que, a través de pretextos ñoños, de lucimiento, organizan grandes huateques para acabar siendo ridiculizados por huéspedes inopinados e incómodos.
¿Qué necesidad había de organizar el descomunal oso sólo para que El Vicario, heredero de Pío IX –el que avaló la intervención francesa y el segundo Imperio en nuestro país, y de Juan Pablo II, quien protegió hasta la ignominia los abusos de los pederastas fondeadores del Opus Dei y del Banco Ambrosiano– viniera a lucir su palmito?
La prensa internacional destaca las invectivas y regaños públicos que El Papa Gaucho, encubridor del militarismo asesino de Videla, espetó en plena cara a los dirigentes mexicanos, sus anfitriones que pelearon cada palmo de terreno para aparecer más cerca del siniestro pastor. ¡Vaya, hasta comulgaron!
Invitados especiales: los “lavadores” del narco
Los rotativos del exterior no hacen más que reiterar lo que todos los mexicanos sabemos desde que los improvisados tomaron el poder: beneficiar a un grupito de desalmados, causa corrupción, narco y crimen. La exclusión de diferentes, violencia, trata, secuestro y muerte. Alentar oligopolios causa sufrimiento y frena desarrollo.
Entre los “invitados especiales”, la cauda de los “lavadores” del narco, de los trasegadores del billete sucio, ataviados con capelos, sotanas, casullas o corbatas de civil, elevando sus oraciones, pero sólo para que las cámaras en vivo no los enfoquen demasiado, por si las moscas, usted sabe, el mundo ya es muy chiquito.
Eso, en público, después de haberlo introducido a Palacio Nacional por la Puerta de Honor, gracias a los desaguisados constitucionales de Carlos Salinas de Gortari, y compartir los clarines marciales de la “Marcha de Honor”, sólo reservada para los grandes. ¡Vaya usted a saber el contenido del mensaje privado, sólo para los oídos de los estultos!
Recepción a cargo de los charritos de Televisa
Y ooootra vez, el burro hablando de orejas. ¿El hecho de ser el portavoz oficial de las ofensas y filípicas de los financieros internacionales, le concede al visitante el beneficio de ser recibido entre cargas de millones, por un pueblo arrobado por el fervor convenenciero de los medios domesticados?
¿Nadie es capaz de recordarle a Francisco su pertinaz labor de palafrenero de los milicos argentinos que causaron la tortura y muerte de una de las generaciones cívicas más valientes del continente? ¿Por qué nos callamos ante la barbarie manifiesta, ante el atropello de los fatuos?
¿Por qué nos fumamos, sin protestar, por la ofensa al sentido cultural del pueblo que significó el lamentable recibimiento, organizado por los infumables charritos y estrellitas de Televisa? Un protocolo de rancho, que nos hace ver infames en el resto del mundo. Seguimos, con todo y sarape, recostados, durmiendo “la mona” recargados en el maguey.
En la Constitución, todo lo que dice Francisco
Como a nuestros próceres priístas todo les sale al revés, tuvieron que tragarse el ácido de ver cómo se lucieron el beodo Felipe de Jesús Calderón y su parejita Margarita Zavala, que no se cansa de morder el rebozo, ante los fieles católicos congregados en el acto de La Villa. Se llevaron la noche, entre las ovaciones de los acarreados de escapulario. ¡Pareció que les escribieron el guión, y no les costó ni un quinto!
A los mexicanos no les hace falta que alguien, tan ajeno al concepto, venga a retallar sobre la equidad. Desde hace cien años está definida en la Constitución como la obligación de atender, sin hostilidades ni exclusivismos, la comprensión de nuestros problemas…
… el aprovechamiento de nuestros recursos, la defensa de la independencia política, el aseguramiento de la independencia económica, la continuidad y el acrecentamiento de la cultura, la dignidad de la persona, la integridad de la familia, la igualdad de todos, evitando privilegios de raza, religión, grupos, sexos o individuos.
Lo que pasa es que, quienes deberían hacerlo, no leen, ni conocen el Artículo Tercero Constitucional. Por eso se asombran cuando algún fontanero del exterior viene a destaparles los ojos, las orejas y hasta algunas partes pudendas, con singular violencia verbal. Él sabe que está protegido por sus enviados. Que habla en despoblado.
Privilegiados catatónicos. ¿Cómo conservarán sus riquezas?
Menos se enteran que eso de la distribución equitativa de la riqueza pública ha acaparado la atención de la sociedad internacional, por lo menos, desde hace cuatro siglos. No saben que la justicia distributiva y conmutativa es la grasita gracias a la cual funciona todo el aparato planetario. Sin circulación de la riqueza, no puede haber ni explotación. Es el catatonismo de unos cuantos privilegiados, que luego no saben qué hacer para conservar lo que tienen.
Todo sistema mundial requiere, para tener éxito, usar medidas imperativas y fiscales; orientar la economía y lograr metas comunes; vigilar el equilibrio entre la empresa y el trabajador para impedir los abusos; controlar estatalmente los recursos naturales y las industrias básicas; que los líderes genuinos participen en todas las labores de dirigencia.
¿De qué barro están hechos los “gobernantes”?
Que se separe la esfera de acción del particular de la del Estado, reservándose a éste la facultad de controlar los recursos naturales, las operaciones industriales y mercantiles e imponer al derecho de propiedad las modalidades y restricciones indispensables para la mejor utilización de los recursos y el reparto de los beneficios.
Que la orientación de las acciones comunes debe atender en forma preferente a la satisfacción de las necesidades de las clases trabajadoras.
Que el poder del Estado debe impedir la incesante concentración de la riqueza, recurriendo a sistemas de todo tipo, en especial de carácter fiscal que moderen las desigualdades, redistribuyan la riqueza y regulen su circulación.
Que la paz social, indispensable para el progreso, debe conseguirse por el convencimiento popular de que las metas buscadas llevan al ideal común y de que no se permita a ningún grupo o clase sacar ventajas que en estricta justicia no le correspondan.
En el fondo, la necesaria adopción de modelos políticos que aseguren estabilidad y gobernabilidad a los sistemas para poder, como decía la sentencia romana: Suum cuique tribuere –dar a cada quien lo suyo. Si no, no funciona el abarrote. El mayor peligro: ¡que hasta el narco opte por retirarse del país! Y ahí sí, ¡a parir tunas!
¿Para esto era necesario que los financieros ordenaran a Francisco venir a fustigar a los próceres de petate? ¡Está en cualquier libro de texto!
¿Qué necesidad de ser carne de la diatriba y la burla internacional? ¿Pasamos del cinismo al masoquismo? ¿De qué barro están hechos? ¡Por Dios!
Índice Flamígero: El estado laico ha estado a prueba. Suspenden clases en las entidades visitadas por Francisco, y la SEP hace mutis en una actitud francamente ñoña… Enrique Peña Nieto comulga “en público de la gente”… Los integrantes del gabinete presidencial y sus cónyuges piden a gritos la bendición del visitante , lo peor, éste se las niega… + + + Independientemente a las merecidas críticas que ha recibido la señora Angélica Rivera por sus atuendos poco protocolarios y su presencia en casi cuanto acto papal se ha celebrado, hay observadores que dicen: “Como que le estorbaba el marido. Ella quería ser la principal protagonista de este montaje televisivo.” + + + Y desde Francia, a través de bots en la red social Twitter, hizo acto de presencia el fin de semana el ¿fugitivo? Marcelo Ebrard.
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¡Seco y a la cabeza!
Pues sí, Don Francisco (no el que vino a ponernos de nuevo en ridículo), este representante, al fin y al cabo de los poderes fácticos ¡a nivel mundial! no quería venir a México, pero lo enviaron por lo que usted con claridad expresa. Bien por su valentía para escribir este artículo en este país en donde todos estamos colgados de un hilo y más los periodistas independientes. Ah, una sola aclaración, El título correcto del grandioso libro de Erasmo es Elogio de la Estulticia, término que nuestra clase política ni remotamente entiende.
Saludos y felicidades
Excelente artículo ! Ahora pocos recuerdan las atrocidades de la junta militar de Videla , pero igual que Pío XII con Hitler prefirieron ver a otra parte en lugar de denunciar a los genocidas ! Fue bochornoso el recibimiento al papa un show de Televisa .
Cuanta amargura y odio destilan las palabras de este pseudo periodista adoctrinado en el marxismo-leninismo ya difunto. No deja títere con cabeza y seguramente para el, el que es el único bueno e inteligente. Ni tan bueno ni inteligente que lidia desde una trinchera de tercera. Que convenza a los ya convencidos porque a los que opinamos diferente sus diatribas solo nos dan somnolencia