· Hechiza crisis de Petróleos Mexicanos
· Lozoya Austin debe estar en Almoloya
Éstas, las que todos los días comentamos en los corrillos, en los centros y núcleos de opinión, en los cafés, en las direcciones de investigación económica de las grandes empresas, en las asociaciones cupulares del empresariado y hasta en las iglesias, son las travesuras más diabólicas y perversas que el diablo le dicto al que gobierna actualmente. No queda clara la quiebra. Lo que sí está más claro que la luz del día soleado es que Peña Nieto está decidido a vender Pemex e inclusive a regalárselo a sus amigos, por órdenes tácitas de Carlos Salinas de Gortari, el impostor del neoliberalismo manchesteriano en México. Los veneros que nos escrituró el diablo, como lo testifica el poeta.
Pero no todo está de su lado, aunque al final del proceso se vayan definitivamente a freír los huevos como el salinismo sabe hacerlo, con ventaja, sacando el máximo provecho de hasta un regalo de petróleo a la familia Bush, o a lo que queda de la gran familia Laden. Los diputados del Partido Acción Nacional, congruentemente, sin sombra ideológica – ya murieron las ideologías-, simplemente por sentido de la justicia, se manifestaron este martes por pedir cuentas al ex director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya Austín, por la virtual bancarrota de la empresa de México gracias a los garrafales errores y trampas corruptas cometidas por el ahora defenestrado Lozoya, al amparo del poder y quiero pensar que con la anuencia de su jefe mayor, como lo registro en una nota de la conferencia que ofreció el líder legislativo de Acción Nacional, Marko Cortés Mendoza, la mañana de este martes uno de marzo. Los idus de marzo. Tan dramáticos, tan trágicos, persiguen desde hace muchísimo tiempo, a los mexicanos. Los sufren desde toda la vida. Desde que México se independizó de España ha tenido gobernantes infames, corruptos. Y el país que podría ser una gran potencia es ahora centro del crimen, de la pobreza de millones, de la indigencia de miles y de enfermedades cabronas que no tienen remedio y que no pueden ser curadas por los grandes sistemas de salud, sobre todo de la seguridad social.
Pero este señor, hijo de un preclaro político priísta, Emilio Lozoya Talman salió un bandidido. Por qué los hijos de los preclaros mexicanos no superan a su padre. El del Une, hijo de Arnaldo Córdova, un personaje pleno de respeto,, de honor, de honra, es clasista, racista, tramposo, que va por donde sopla el aire gubernamental y que avala grandes fraudes electorales como lo hizo con las criminales campañas de los verdes. No es posible que haya sido cesado así como así, sin explicar cómo fue que permitió la debacle de la empresa de México, advirtió el dirigente de la bancada albiceleste en la Cámara de Diputados, Marko Cortés Mendoza. Lozoya Austin debe de ocupar ya una celda junto a Joaquín El Chapo Guzmán Loera que es criminal sólo por el trasiego de drogas está prohibido por la ley, pero qué diferencia hay en enriqiuecerse con las comisiones petroleras. Tan criminal el pinto como el colorado..
Pemex, dijo el panista, y lo asentó en el documento entregado a sus colegas diputados de la cámara y a los periodistas, está en crisis, principalmente por seis razones, enumeró Cortés Mendoza:
Manejo de sobreprecios a contratistas coludidos con funcionarios; corrupción en la compra de empresas de fertilizantes: Pagos irracionales, excesos y privilegios obsequiados por décadas al sindicato –podemos recordar a Romero Deschamps—; Contratación de personal excesivo e innecesario al corporativo; absurdas cláusulas del contrato colectivo con el sindicato que establece sanciones impagables y privilegios indebidos; y el desastroso régimen fiscal que mantuvo siempre a la empresa sin posibilidad de capitalizarse y que el dinero se iba para gasto corriente y gastos superfluos de los políticos corruptos del Gobierno Federal. Para que se den una idea, Petróleos Mexicanos pagaba, sólo de impuestos sobre la renta, 48.5 por ciento, concluyó el líder legislativo del Grupo PAN. Yo dispongo de datos de que los impuestos totales que entregaba Pemex a Hacienda sumaban alrededor del 86 por ciento de sus ingresos. Pero vino la debacle encendida como un Big Ban por los grandes jeques petroleros y por los Estados Unidos y Pemex, con toda su corrupción interna, se jodió. O aprovecharon la jodidez para deshacerse de ella como empresa paraestatal primero, y ahora por ese bodrio creado por la reforma energética llamado empresa productiva del estado. Tan improductiva que ha sufrido pérdidas supermillonarias por múltiples razones.
En el texto del pronunciamiento panista, el michoacano se dirige a sus compañeros diputados del la 63 Legislatura para comentarles el anuncio de diversas medidas dadas a conocer por el Director General de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Amaya, que de administración petrolera sabe lo que sabe de administración de la seguridad social o yo soy reportero del planeta de los simios o habitante coludo pero tierno y amoroso de Pandora, el planeta de Ávatar, esa historia de amor que encandiló a millones hace ya algunos años..
Por todo esto, hay responsables por la crisis de esta empresa que es propiedad de todos los mexicanos – bueno, aquí si se la jalaron los diputados, porque Pemex jamás ha sido propiedad de los mexicanos, sino más bien una carga diabólica que han tenido que soportar como todas las cargas que les pone en el lomo el gobierno y todavía sobrevive y no dicen nada; se tapan los oídos con un aparato de música ruidosa para evadirse de esa perversa realidad creada por los alfas de este enorme país habitado por zetas idiotizados. Uno de los responsables de la debacle de este país, de que éste país sea considerado por mi y por muchos un país fallido, sin duda es: Emilio Lozoya Austin, quien desde el 2014 sabía que la tendencia del precio del petróleo iría a la baja y no tomó las medidas preventivas para evitar la catástrofe y que hoy opera en números rojos, si no que todo lo contrario. Si sabía, Marko. Nomás que se hacía pendejo porque creyó que duraría ahí todo el sexenio y se enriquecería descomunalmente, pero en este mundo entre los jefes de la mafia todo se paga y se portó mal por lo que le cortaron la cabeza.
Lozoya engrosó el corporativo con nuevas direcciones que en nada ayudaron a Pemex y sólo sirvieron para privilegiar a sus amigos con contratistas con sobreprecios. Como la Casa Blanca por ejemplo. Por eso, además de citar al actual Director General de Pemex, los panistas, y me temo que otros muchos, sobre todo de la izquierda no perredista y talvez perredista, piden que venga Lozoya, a informar y explicar por qué estalló la crisis, que no fue por la caída de los precios internacionales del petróleo.
No se puede quedar así, no puede ser que sólo le digan gracias y ya no venga a rendir cuentas respecto de sus actos; que explique (si, chucha) todas las decisiones que tomó en detrimento de esta empresa. Ante la caída de los precios del petróleo, el PRI –Gobierno fue omiso durante tres años y no se preparó para este escenario adverso que se pronosticaba.
Así, las medidas anunciadas el lunes pasado por el director general de Pemex, González Anaya, llegan tarde, son correctas pero insuficientes. Y queda claro que el gobierno priísta es pésimo administrador
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