Una característica propia de los políticos profesionales de antes –que los hubo– era su vocación por el ejercicio del poder, al que elevaron a los altares del rito y aún del culto. Eran los oficiantes de lo urgente e importante, las últimas instancias de la decisión, los que siempre tenían a la mano las soluciones de lo difícil.
Los improvisados de hoy, desde el business center de Los Pinos, hasta el menor regidor de rancho, dejan todo en manos de subalternos, para dedicarse en cuerpo y alma (bueno, más en cuerpo) a lo único que consideran realmente suyo: robar.
Robar es una acción simple, elemental, que no requiere preparación, talento, imaginación, sensibilidad… ni vergüenza. Es un acto básico, ruin, primario, volitivo, de chacales , de los que sólo tienen como misión en la vida complicarnos la existencia.
Incluso , es el único constructo propio de desvalidos mentales, que prefieren disfrutar de todos los beneficios sin gastar energía en el esfuerzo y de quienes piensan que nunca más tendrán una oportunidad de enriquecerse bestialmente, de la forma en que ahora lo hacen.
También es un acto parecido a las antiguas “mercedes reales”: está reservado para los favoritos, para los validos que tienen la autorización de saquear, de bolsear al que se deje, de incriminar, de criminalizar y de “dedear” ante los mastines a quien se oponga.
Aunque ahora, los autorizados delegan más franquicias de asalto y complicidades de rapiña en sus súbditos y compañeros sentimentales. ¡Todos roban!
Gamboa Patrón – Salinas, mancuerna peligrosa
JLP delegó gran parte del poder a sus cuatachos policíacos y a Margarita, la hermana que le había enseñado a leer y escribir, la sádica que remató el cine nacional y quemó sus instalaciones de primer mundo, en aras de vengarse de su pasado, por haber sido la “tijera de oro” de las cintas de vanguardia. Una represora desquiciada, que encarceló y torturó a quienes le recordaban su pasado esquizoide.
MMH se lo dio todo al aprovechado secretario particular, Emilio Gamboa Patrón, quien escondía al Presidente bajo el escritorio, por su enorme miedo a los manifestantes que rondaban Los Pinos. Gamboa convirtió el país en su caja chica, destinada a comprar para sí todos los objetos que le ofrecían, sin importarle que se tratara de un cuadro original de Picasso o de un camión cargado de oro que, previamente, había enviado a EU repleto de drogas.
La mancuerna de Gamboa con Carlos Salinas de Gortari para abusar de las debilidades y aficiones extrañas del “hombrecito gris”, forzó la decisión sucesoria del colimota en favor del “chaparrito, peloncito, de lentes”, un octomesino incompetente, manipulado por Joseph Marie Córdoba Montoya, quien resultó el real mandatario. ¿El país? ¡Que se fuera a la mierda! Primero era el placer presidencial.
Zedillo desapareció al Abogado General de la Nación
Zedillo, el impuesto, un badulaque lleno de fobias y raros complejos, desapareció la Policía Judicial Federal y militarizo en su totalidad los cuerpos policíacos, contando con la ambición siempre dispuesta para cualquier ocurrencia, de Francisco Labastida, dizque secretario de Gobernación.
En otro desplante, el traidor Zedillo desapareció las funciones de abogado general de la Nación, que tenía el procurador General de la República, para forrar de facultades y canonjías a un mediocre abogadillo, Rubén Valdés, habilitado como Consejero Jurídico de Los Pinos.
Fox, el alto vacío, ungió a Juan de Dios Castro, el cristero reprimido; Calderón, llevado por sus conocidas debilidades, le dio todo el poder a su guarura de confianza, Genaro García Luna, quien espiaba, arrestaba, secuestraba, condenaba y exaccionaba a quien decidera. Además de ser el constructor favorito, el dueño de todas las prebendas y maquinaciones.
Humberto Castillejos tripula al Senado y a los diputados
Pero esta práctica adquirió un rango abominable, cuando Peña Nieto nombró al chapatín Humberto Castillejos, Coordinador Jurídico. El nefasto sujeto se apropió de todos los cargos federales de procuración e impartición de justicia. Es el responsable de todos los desaguisados que se cometen. Incluso, tripula las votaciones en las Cámaras de Senadores y Diputados para atropellar derechos y garantías fundamentales.
En eso de que los “mandatarios” escondan la cara y se dediquen a la rapiña, ya se hizo escuela. Como “lo que hace la mano, hace la tras”, todos los gobernadores han delegado las vocerías a sus procuradores. Han decidido que requieren un abogado para que subsane sus ignorancias. A fin de cuentas, vivimos en un Estado policíaco, ¿no?
Si antes judicializar la política había sido un acto de lesa majestad, hoy es la práctica de cuño corriente. Se concede a las procuradurías el bastón del mando, se abjura del poder y se extienden licencias para matar, que al fin y al cabo, es el mayor poder que conocen.
Los gobernadores no dan la cara: mandan a sus fiscales
Los procuradores de más de las tres cuartas partes del país deben salir a los medios casi todos los días, investidos de todas las facultades, para pontificar acerca de todos los sucedidos, en las diversas violaciones que se cometen en desdoro de los ciudadanos. Mientras, los gobernadores se esconden –como MMH– bajo sus escritorios.
En materia de trata de infantes, tráfico de órganos y pederastia, deben batirse los procuradores de Jalisco, Tlaxcala, Aguascalientes, Tabasco, Quintana Roo, Chihuahua, Hidalgo, Nuevo León, Sinaloa, Veracruz, Puebla y Morelos. Son los dueños de ese ranking.
En el rubro de corrupción, violencia, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas, se llevan el gato al agua, en el Estado de México, Sonora, San Luis Potosí, Querétaro, Baja California, Chiapas, Guerrero, Baja Sur, Morelos, Zacatecas, Oaxaca, aparte de los estados arriba mencionados.
En el apartado de violencia doméstica, maltrato, intolerancia y discriminación, se añaden Guanajuato e Hidalgo, a todos los anteriormente mencionados. Los delitos de feminicidio coronan este desastrado país, demolido en sus bases, en sus bolsillos volteados y en su tranquilidad.
Hoy, judicializar la política es un deporte extremo nacional. Y agárrese, porque cuando no dan la cara los procuradores, lo hacen los titulares de las finanzas o hasta los jefes de prensa, más verdes que un ejote recién sembrado.
Vergüenzas frente a Merkel y Margarita de Dinamarca
Con justificada vergüenza, los mexicanos nos enteramos de que miles de londinenses, enfurecidos e indignados, han exigido a las afuera del 10 de Downing Street que renuncie el Primer Ministro David Cameron, por su implicación en los negocios offshore denunciados en los Panama Papers.
Aquí nos tenemos que conformar con las babosadas incriminatorias en grado sumo que declaró Lozoyita o con los bastonazos de ciego del chichimeca Aristóteles Núñez, titular del SAT que ha ofrecido investigar si es cierto lo que allí se dice sobre los atracos del constructor paraestatal Armando Hinojosa, prestanombres de la Constructora Presidencial Higa, o de las operaciones de lavado en paraísos fiscales de casi todos nuestros próceres.
Y todavía Peña Nieto tiene el morro de otra vez ir a hacer el ridículo al extranjero. Ahora va a causar lastimas a Alemania ante Angela Merkel y a desatar las carcajadas ante Margarita de Dinamarca, ambas estadistas con toda la barba.
Como que no se da cuenta que allá se sabe todo. Mientras aquí, que sigan ejerciendo el poder los menguados procuradores de pacotilla.
El culto al latrocinio ha robado los reflectores del ejercicio del poder. ¡Lo que nos faltaba!
Índice Flamígero: La fiebre independiente arrasa en el norte del territorio nacional, luego del triunfo de El Bronco en Nuevo León. En Tamaulipas, Francisco Chavira se presenta como aspirante a la gubernatura sin apoyo de partido alguno. Llama la atención que, para su registro, haya presentado 133 mil firmas, una cuarta parte de los votos que se necesitan para ganar los comicios. Sus contrincantes tricolor y blanquiazul descienden en los sondeos de opinión, mientras que Chavira lleva una tendencia al alza. + + + ¿De verdad fueron sólo 239 mil millones de pesos lo que el Banco de México obtuvo por la venta de divisas en meses recientes y que hace un par de días entregó a la SHCP? ¿No se guardaron por ahí algo así como 70 mil millones de devaluados pesitos para ayudar a los cuates de ICA o del Tato Garza Cantú? ¿Responderán a estas interrogantes Agustín Carstens y/o Luis Vi(rey)garay?
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muy de acuerdo con su analisis
MUY CIERTOS Y AUDACES SUS COMENTARIOS SEÑOR PERIODISTA. ÉXITOS