Por Aurelio Contreras Moreno
Para nadie es un secreto que varios de los integrantes del gabinete de Javier Duarte de Ochoa son candidatos, pero para ir directamente a la cárcel acusados de peculado y malversación de recursos públicos.
Y si hay un área donde están comprometidos y en riesgo de pisar prisión varios funcionarios y ex funcionarios de primer nivel, ésa es la Secretaría de Finanzas y Planeación, de donde se dio a conocer este martes 19 de abril la renuncia de Juan Manuel del Castillo como subsecretario de Finanzas y Administración.
Este personaje es integrante del círculo más cercano del gobernador Javier Duarte de Ochoa, uno de sus amigos de juventud en Córdoba que, gracias a ése solo hecho, se encumbró como funcionario durante el sexenio. Y por supuesto, pasó a formar parte del selecto grupo de nuevos millonarios del régimen.
De hecho, junto con Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo es el otro operador financiero del duartismo, el autor intelectual de varias de las chicanadas que fueron denunciadas por la Auditoría Superior de la Federación ante la Procuraduría General de la República por malversación de fondos federales.
Versiones periodísticas apuntaban hasta el momento de escribir estas líneas que Juan Manuel del Castillo dejó el cargo para ser postulado como candidato del PRI a diputado local, aunque unas lo ubican por el principio de mayoría por el distrito de Córdoba -donde se supone que iría Daniela Nadal-, y otras, por el principio de representación proporcional, donde tendría que pelear por un lugar competitivo con los sectores del Revolucionario Institucional, que no se lo van a regalar.
Sólo que ya fuera para contender en campaña o para buscar la diputación plurinominal, Juan Manuel del Castillo estaría impedido constitucionalmente para ocupar ese cargo.
El artículo 23 fracción II de la Constitución Política del Estado de Veracruz establece que no podrán ser diputados “los servidores públicos del Estado o de la Federación, en ejercicio de autoridad”, quedando exentos de esta prohibición “si se separan de sus cargos noventa días naturales anteriores al día de la elección”.
A esta fecha, faltan 46 días para la jornada electoral del 5 de junio. Claramente, Juan Manuel del Castillo no cubre el requisito establecido en la Constitución local para ser legislador en el próximo Congreso.
A menos que, como es costumbre en este sexenio, se pasen la ley por el “arco del triunfo” y le expidan una carta de renuncia fechada tres meses antes del día de los comicios, aun cuando en todo el gobierno de Veracruz se sabe que Juan Manuel del Castillo despachó como subsecretario hasta este 19 de abril, lo que implicaría delitos como la simulación de actos jurídicos y el perjurio.
El fuero bien lo vale.
La pesca de Bermúdez
A quien no se le conocía que entre sus múltiples y jugosos negocios tuviera el de la venta de pescado, es al secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.
O al menos eso puede inferirse luego de que elementos de esa dependencia regalaran bolsas con productos del mar a personas de escasos recursos en la cochera de la Secretaría, en el centro de Xalapa, este martes.
¿Y para qué serían las copias de las credenciales de elector que pedían a cambio del pescado?
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