Claudia Rodríguez
No hay ni para que darle vuelta. Pese a que el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Rafael Pachiano rechazara la raja política en la aplicación de las medidas emergentes en la Ciudad de México ante las recientes contingencias ambientales, al bajar la alerta de 180 a 150 puntos IMECA, es por muchos validada la presunción del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera respecto a que presume un tufo político en las medidas ambientales respecto al programa Hoy No Circula reforzado que impuso la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), regulada por la misma Secretaría, que a la vez responde nada más que a la propia Administración Federal priista.
Desde que el primer día del mes de abril del presente y hasta julio, todos los autos que transitan en la Ciudad de México y en 18 municipios del Estado de México, dejaron de circular al menos un día, la gran mayoría de los automovilistas que de alguna manera u otra se enteraron de la medida, no escarbaron en el origen de la misma, y al saber que habría sanciones económicas y algunas de corralón por circular el auto cuando no correspondiera, la gran mayoría interpretó que el autor de esta medida era Mancera.
Pero no. El jefe de Gobierno incluso fue hasta relegado en un principio en los acuerdos de la CAMe.
Ahora, ante la nueva norma de verificación ambiental que entrará en vigor el primero de julio y anunciado por el propio Pacchiano, que además parecen códigos chinos y obstáculos insalvables, a menos claro que se tenga el dinero para comprar un vehículo 2016 o en adelante para no pasar este calvario tan sólo de pensarlo, Miguel Ángel Mancera ha levantado la voz advirtiendo claro y fuerte que no está de acuerdo con las medidas anunciadas porque sólo se enfocaron a las emisiones vehiculares y olvidaron su compromiso de presentar una medida integral en donde también se contemplaran regulación de emisiones de industrias, servicios y otras fuentes contaminantes.
Así que de nuevo el programa anticontaminante impuesto desde la Federación y que impacta sobre todo a la Ciudad de México, va sólo a regular emisiones de vehículos –incluidos los del transporte público– y su libertad a circular.
Más claro, ni el agua. Si regulan las emisiones de la industria que en su mayor parte se concentra en el Estado de México, a ver cómo brincan los priistas de cara a las próximas elecciones.
Acta Divina… “Sin tintes políticos en nuevas medidas ambientales, es un tema de salud”: Rafael Pacchiano, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Para advertir… Lo dicho. La guerra por la contaminación antes que por el agua.
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