Francisco Gómez Maza
• ¿Cómo las llamadas a misa?
• El problema es la mala educación
El fondo del problema del acoso sexual es la mala educación que imparten las propias madres de familia, que son las que están más tiempo con los niños, y la mala “educación” que imparten las escuelas públicas y privadas, con reforma educativa y todo. Ese sistema que defiende, sin saber qué defiende, sin tener ni idea de qué es, el niño Nuño. Y que sólo sirve, la pura verdad, para apalear maestros.
El paquete les resulta interesante a los machos.
La relación, para ellos, es de macho y hembra, como los animalitos que sienten ganas y no les cuesta nada montar a la hembra.
Este modelo de relaciones humanas más bien se parece a las relaciones entre animales irracionales. Con “reglas” precisas. El macho monta. La hembra es montada.
La mujer es un ser de segunda, hecho sólo para satisfacer los instintos del varón, hasta por principios religiosos y morales. En todas partes. En la familia, en la escuela, en la universidad, en las empresas, en las estructuras de gobierno, en el salón oval de la casa blanca (¿recuerdan a Bill y Mónica?), en las sacristías de las iglesias, en las comunidades protestantes, en la calle, en las salas de cine, en los hoteles de paso, en donde se pueda.
Esta desigualdad genera una profunda injusticia.
Las mujeres que logran tener acceso a las empresas son acosadas cotidianamente para que se convenzan de que ellas no pueden hacer lo que hace el varón sólo porque son mujeres. Y por tanto tienen que pagar un tributo en “especie” para poder quedarse en el empleo. Y esto pasa en todos los lugares que mencioné anteriormente. Ah, y también en los países supe desarrollados.
En esta tesitura, la iniciativa de entregar silbatos para emitir una alerta en caso de violencia sexual, respaldada por grupos de feministas que trabajan en conjunto con el Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México, es sólo un alivio inmediato a la angustia de las mujeres acosadas, pero no resuelve en nada el problema de los acosadores, hijos de la mala educación, como no resuelve nada la estrategia de separar a las mujeres en carros especiales del Metro o en el Metrobús.
Son paliativos que se le ocurren a algún sacrosanto panista – la pura hipocresía – que asesora al jefe de gobierno.
Qué bueno que los silbatos, que forman parte de la Estrategia 30-100 para combatir la violencia sexual en el transporte y espacios públicos, sean repartidos tras la veda electoral. Serán repartidos alrededor de 10 mil —rosas para mujeres y negros para hombres— en Juzgados Cívicos, Registro Civil y a través de Alerta Social. Los silbatos cuentan con un folio y cordón para colgarse del cuello; serán entregados en un paquete sellado, con la leyenda “vivamos seguras”.
En el reverso del empaque también se pueden leer los números de denuncia 066, para emergencias, y el 5658 1111 de Locatel. “Este silbato es un instrumento de protección para las mujeres en caso de violencia, acoso o peligro. ¡Úsalo! Cuando veas una conducta inusual, advierte a la persona que se abstenga de realizarla. Pide el apoyo de los que te rodean y acciona el silbato hasta que llegue la ayuda. ¡Denuncia!”, se explica en el empaque.
La medida generó polémica en redes sociales, incluso el miércoles se colocó como uno de los temas más comentados en Twitter. A través de esta red social se difundieron una serie de críticas, no sólo por ser considerarla como insuficiente, sino también porque los silbatos están identificados como marca ACME. El reparto de estos objetos se dio a conocer este miércoles durante el informe de resultados sobre los primeros 30 días de acciones para combatir el acoso sexual. El jefe de Gobierno de la Ciudad de México argumentó que se trata de una estrategia que se aplica en otros países para casos de protección escolar y catástrofes naturales. “Un silbato que estará dando esta señal, una señal de alerta a la sociedad, de que algo está pasando ahí, de que no podemos estar indiferentes”, dijo el mandatario
La representante en México de ONU Mujeres, Ana Güezmes, condenó el “albur” con que se tomó la medida del Gobierno de la Ciudad de México respecto al uso de silbatos para prevenir el acoso hacia las mujeres en el transporte público. “Condenamos enérgicamente el albur que se ha estado utilizando en redes, no podemos estar hablando contra el acoso y el hostigamiento sexual y a la vez utilizar un hashtag que muestra lo peor del machismo, de la homofobia y que se ríe de algo que no amerita burla, ni ninguna risa. Me parece que si hay diferentes opiniones hay que discutirlas, hay que probar las políticas, tiene que ser una respuesta integral pero no hay que hacer burla de esto que nos daña a hombres y mujeres”, expresó.
Güezmes comentó que por parte de ONU mujeres no hay una recomendación ni a favor ni en contra respecto a la aplicación de esta medida, ya que no cuentan con evidencia de que funcione en espacios abiertos, aunque apuntó que debe haber mecanismos de alerta. Destacó que están trabajando con el Gobierno de la Ciudad de México para el desarrollo de una aplicación para teléfonos móviles para que las mujeres puedan reportar de manera inmediata dónde hay una situación de peligro, “es un botón de pánico silencioso y que está conectado con la policía”, explicó. En septiembre próximo lanzarán una campaña enfocada a los hombres para que cambien la idea que tienen respecto a la masculinidad. En tanto que Lorena Cruz, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), dio la bienvenida a la implementación de esta medida, aunque indicó que no es la única política que el gobierno capitalino está aplicando para combatir la violencia contra las mujeres.
Pero que conste. El problema es de educación.
La mala educación que imparte el Estado, lleno de machos, acosadores, pederastas, pedófilos y toda una fauna salvaje contaminada por la corrupción. Eso hay que hacer, una verdadera reforma educativa que eleve la moral de los ciudadanos. No una reforma para apalear maestros inconformes, joven Nuño. ¿O no, señor Peña Nieto? ¿O no, señor Mancera? El silbatito hace el mismo ruido que el del agente de tránsito y ese ruido es como las llamadas a misa.
analisisafondo@gmail.com
@AFDiario @analisisafondo