7 de Octubre, día clave para el futuro de Venezuela
De los 19 millones de venezolanos con derecho a voto, probablemente conoceremos cuántos acudieron a las urnas después de la competida campaña, entre el candidato de coalición Henrique Capriles, y el mandatario Hugo Chávez quien detenta el poder desde 1998.
Catorce largos años de nepotismo, arbitrariedades, condescendencia internacional al pueblo venezolano y, sorna por la conducta del personaje que viste de rojo o envuelto en el lábaro nacional, más parecido a un rapero caribeño de segunda que a un hombre de estado. El que lo mismo emula a Vicente Fernández o aplasta con la bota a quien está en desacuerdo con su tonada.
Se espera que el resultado de los comicios sea muy cerrado. Augura descalificación, de ambas partes, a menos que la diferencia de los sufragios en porcentajes resulte de dos dígitos. Abrumador. La ausencia de espectadores internacionales para dar fe del proceso electoral asusta, si bien miembros de la *UNASUR- encabezada por un político argentino- “tendrán como tarea, validar moralmente el resultado de 13,810 casillas electorales, a lo largo y ancho, del país. ¿?”
De no ser así, dirimirla ante las autoridades electorales prevé una conclusión desfavorable para Capriles, sin embargo, es mejor, a generar enfrentamientos callejeros entre los simpatizantes de ambos contendientes, especialmente en un país en donde las armas son comunes y el índice de criminalidad es uno de los más altos del mundo. Tan reprochable, si el gobierno de Chávez toma represalias contra la oposición.
De reinar la desazón, la frustración sembrará inevitablemente reacciones violentas.
Los resultados regirán el destino de Venezuela en los próximos cuatro años, aunque las interrogantes son: ¿podrá Capriles sacar de Miraflores a Chávez con concordia? ¿Cuántos electores asistirán a los comicios? ¿La jornada será tersa sin intimidación por las huestes chavistas? ¿Los ciudadanos manifestarán su hartazgo al sueño Bolivariano, al nepotismo, al falso socialismo y, encarrilarán al país dentro de la vía de un gobierno moderado?
La intención de Capriles, es iniciar un gobierno, al estilo Brasil, con respeto al sector privado y sólidos programas sociales bajo le rigor de la factibilidad económica a largo plazo.
El locuaz dirigente, Hugo Chávez, se considera socialista a su manera, porque ni es socialista al estilo Cubano, o al referente de la ex URSS en el olvido del fracaso. Es una interpretación tropical de cómo utilizar el término a conveniencia.
La manera de ciertos políticos, a enarbolar una bandera de extremos, para preservar el poder como material de cohesión del sector mayoritario de la sociedad, conformado por las mayorías con menos recursos y necesidades descubiertas, y polarizar al país. (Divide y vencerás)
Al estilo lopezobradorista, retórica incendiaria de barandilla, acompañada de beneficios sociales, a costa de los recursos públicos sin sustentabilidad a largo plazo, de prebendas para minorías y corruptelas rampantes.
Henrique Capriles enfrenta obstáculos mayores, primero, de ganar tomaría la presidencia hasta enero del 2013, un espacio para sufrir toda clase de tropiezos por parte de los simpatizantes de Chávez, adentro y fuera del gobierno. El segundo, como atenuar las prebendas otorgadas por Chávez durante la contienda electoral, dinero en efectivo a los votantes, tiendas de alimentos subsidiadas, 10,000 casas “regaladas,” y las “misiones sociales que,” amenazó el “comandante,” ya no firmaría de perder las elecciones.
Sin tomar partido, a Venezuela le hace falta oxígeno, un gobierno sin ismos, una administración con capacidad de gestión, sin las payasadas del folclórico Hugo.
Requiere de un gobernante serio, conocedor del mundo presente, de las fuerzas que conlleva la inserción a la economía global, de la geopolítica, negociador para beneficio de su país, conciliador de una sociedad exaltada por un monstruo arrogante, deseoso de pasar a la historia como líder bolivariano, sin mérito alguno, excepto utilizar el producto de los altos precios del petróleo durante la última década a su favor, no de las clases sociales a quien ha beneficiado con algunos programas sociales, de salud y la intentona en educación.
Cada obra realizada en estos rubros está manchada por la corrupción. Los contratistas conocen de antemano el porcentaje a repartir a los funcionarios del estado para obtener las adjudicaciones de los proyectos. El 10% al estilo de Raulito Salinas de Gortari, al modo del PRI viejo, del nuevo, el de siempre…
Por si duda, ahí están dos ejemplos recientes: el señor Moreira ex gobernador de Coahuila, ex dirigente del PRI, y el señor Juan Sabines de Chiapas, quien logró superar al primero dejando al estado con una deuda pública de 40,000 millones de pesos.
(¿Pos’ cuánta obra realizó? Por haber sido candidato de la alianza PAN-PRD lo perseguirán por malos manejos, ¡claro! De existir) Sin mencionar el desaseo financiero de MONEX, a favor de la campaña del engominado EPN.
*UNASUR es la Unión de Naciones Sudamericanas los países miembros son: Argentina, El estado plurinacional de Bolivia, Brasil, Chile, Guyana, Perú, Colombia, Surinam, Uruguay, Paraguay, Guyana, Ecuador y La republica bolivariana de Venezuela.