Lilia Arellano
“No hay democracia sin determinación”: Julio Anguita González
• “Moches”, gran inicio
• Elección presidencial de tercios
• Morena: oportunidad histórica
• PAN-PRD: regreso de la derecha
• PRI podría irse hasta el 3er lugar
• México: economía gris: BofAML
Ciudad de México, 13 de Julio de 2016.- Lo que han dado en llamar “manotazo en el escritorio”, o clara señal de hacia a cual terreno apunta el PRI, se antoja otra de esas operaciones en las cuales, de bote pronto, se pretende recapturar una imagen perdida no sólo junto con la silla presidencial, sino a la llegada de la tecnocracia al poder. Ahora resulta que no hay duda cuando “los patos le tiran a las escopetas”. Lo anterior viene al caso ante la furibunda llamada de los panistas demandando honradez, honestidad, cuentas claras, cuando, con un poco de memoria recordaremos, la iniciativa sobre la Ley Anticorrupción y el sistema que la acompaña, fueron resultado de la denuncia de presidentes municipales hacia legisladores federales blanquiazules quienes les exigían el célebre “moche”. Ese fue el surgimiento y lo demás ya es caer en una trampa tendida al tricolor y ayudar a la extensión de una cortina de humo lo suficientemente espesa como para llevarlos a otra derrota claramente anunciada.
La elección presidencial de 2018 será, sin duda, la más competida de la historia. Todos los sondeos confirman varios hechos irrefutables: la caída de la intención del voto del PRI, de la mano del derrumbe de la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto por la extensión de la corrupción y la impunidad, así como por el estancamiento de la economía. El crecimiento de la base electoral de Morena con Andrés Manuel López Obrador como su candidato presidencial, a sólo cuatro puntos porcentuales de alcanzar la base electoral suficiente para lograr la victoria. Y también el incremento de la intención del voto del PAN y su aliado oportunista el PRD. Los comicios serán de tercios y todo puede ocurrir. La combinación de las alianzas electorales será prioritaria pues el porcentaje entre el ganador y los perdedores serán mínimos y pueden provocar serios conflictos poselectorales. Los candidatos independientes, hasta el momento están fuera, con menos del 10 por ciento de la intención del voto, pero podrían inclinar la balanza al restarle votos a los tres principales candidatos presidenciales.
El ganador será quien alcance cerca del 30 por ciento del total de los votos. El desarrollo de la precampaña del principal líder opositor del país (AMLO), con ya el 26% de la intención del voto, tiene trabajando horas extras a priístas y panistas-perredistas para intentar frenarlo. Sus apuestas y acercamientos a movimientos sociales latentes y en confrontación con gobiernos estatales y el federal, como el caso de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), rindieron frutos. El trabajo sucio podría incluir incluso una alianza de facto, no abierta a la opinión pública, entre el partido de Ricardo Anaya, lo que queda del PRD y la nueva dirigencia del PRI en manos del inexperto tecnócrata Enrique Ochoa Reza. Los rancios sectores conservadores de la cúpula empresarial apoyarían –como en el 2006- impedir la llegada del tabasqueño a la residencia oficial de Los Pinos, por lo que López Obrador enfrenta desde ahora otro “complot” en su contra.
El PRI se encuentra en gran riesgo de perder no sólo la Presidencia de la República sino el control del Congreso de la Unión y convertirse en la tercera fuerza electoral del país. No cuenta con un candidato fuerte, el más visible es el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con 20 por ciento de la intención del voto, quien pierde en todos los escenarios posibles frente a Andrés Manuel López Obrador e incluso queda por debajo de Margarita Zavala del PAN. El relevo en el PRI hace suponer que Ochoa Reza impulsará la candidatura de su mentor, Luis Videgaray, secretario de Hacienda y posiblemente el funcionario más repudiado del gabinete peñanietista, o de su amigo, el titular de la SEP, Aurelio Nuño, otro de los secretarios rechazados por el electorado mexicano. Sus candidaturas en lugar de sumarle votos le restarían presencia electoral nacional al PRI y corre el riesgo de repetir la experiencia de la campaña de Roberto Madrazo Pintado, quien derivado de las disputas internas priístas se hundió en el tercer lugar en el 2006, por debajo de Felipe Calderón y Andrés Manuel López Obrador.
Pero a estas alturas cualquiera puede ser candidato del PRI, incluida la actual titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, sobrina el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, y quien podría ser nominada para enfrentar a Margarita Zavala, quien tiene alrededor del 20 por ciento de la intención del voto. El propio Enrique Peña Nieto admite: el candidato priísta podría ser un funcionario conocido sólo por el 1 por ciento de la población y la campaña proselitista lo puede posicionar en el espectro electoral. La experiencia enseña: entre menos “identificable” o “conocido” sea un aspirante su desempeño electoral es más bajo, es decir, entre más desconocido es mayor su probabilidad de salir apaleado. Y el voto de marca, aún con aliados ya incómodos, no garantiza ni el segundo sitio en la elección presidencial. De ahí los riesgos de postular a la sobrina de Salinas de Gortari o al titular de la Secretaría de Desarrollo Social, José Antonio Meade Kuribreña o a cualquier otro secretario de estado desconocido.
El proceso de selección del candidato presidencial del PRI ya lo inició el nuevo dirigente Enrique Ochoa Reza. A dos años de la elección de 2018, la nueva dirigencia priísta ya está organizando “pasarelas” a los integrantes del gabinete presidencial, quienes recorrerán el país para darse a conocer con las estructuras priístas. Los secretarios de Estado, directores generales y altos funcionarios participarán en foros, organizados por el Consejo Político Nacional del PRI, para dar a conocer el trabajo de Peña Nieto. Presuntamente, según Ochoa Reza, se busca obligar al gobierno federal a rendirle cuentas a la militancia priísta, lo cual implica un reconocimiento al fracaso de la actual política de comunicación de Presidencia de la República, pero en el fondo buscan ampliar el margen de maniobra del inquilino de Los Pinos frente a la sucesión presidencial. El proyecto fue dado a conocer el martes frente a los secretarios de Desarrollo Social, José Antonio Meade; de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu; de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza; y de Educación, Aurelio Nuño.
REGRESO DEL PAN
El PAN y su aliado el PRD están en posibilidades de aprovechar el mal momento que atraviesan los priístas por sus disputas internas para tomar no sólo el control de las cámaras de Diputados y Senadores sino también de la Presidencia de la República, en una transición negociada como la del 2012. Ochoa Reza llegó al PRI con la espada desenvainada para atacar a los gobiernos corruptos emanados del tricolor. Sólo se refirió a tres gobernadores priístas en funciones, pero no mencionó ni por equivocación la administración de su jefe, de la cual formó parte hasta hace unas horas, por lo cual sus señalamientos podrían fácilmente convertirse en un autogol. La selección del candidato panista será fundamental para alcanzar el triunfo y regresar a Los Pinos. La campaña armada con mucha anticipación para impulsar la candidatura de Margarita Zavala, a pesar del gobierno de su esposo, el ex presidente Felipe Calderón, rindió frutos y es la mejor posicionada hasta el momento en las filas blanquiazules. Pero la lucha está abierta y la candidatura también la buscan un bien ubicado Ricardo Anaya, tras los pasados triunfos electorales, quien cuenta con la juventud e imagen indispensables para una buena campaña mediática, y el gobernador Rafael Moreno Valle, quien logró imponer sucesor y podría también imponerse en la elección interna.
El gran problema en el esquema de priístas y panista lo es otra vez Andrés Manuel López Obrador, quien podría alcanzar el triunfo en las urnas y el reconocimiento del mismo por parte de las autoridades electorales, con lo cual iniciaría a escribir un nuevo capítulo de la historia de México, alejada del neoliberalismo de Carlos Salinas de Gortari, vigente hasta la fecha, y cercano al populismo, es decir a un gobierno al servicio del pueblo, de las demandas y requerimientos de los ciudadanos. Un populismo mexicano llegaría tarde al escenario de América Latina, en donde están en retirada los gobiernos cercanos a la población y opuestos a los intereses económicos de Estados Unidos y sus trasnacionales. No obstante, sería una excelente opción de gobierno en la historia del país, y serviría para contrastar las administraciones derechistas de los panistas en los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, y la del neopriísta y neoliberalista Enrique Peña Nieto. Un gobierno de izquierda vendría bien a la salud de México.
La imposición de un dirigente nacional desconocido por la militancia, los conflictos internos en las filas priístas potenciados por los escándalos de corrupción de gobernadores, la derrota electoral del pasado 5 de junio y el lastre del gobierno de Enrique Peña Nieto tienen al PRI en uno de los peores momentos de su historia y nada apunta a que pueda salir en el corto tiempo. Las pasadas elecciones estatales confirmaron una tendencia de hace varios años: el estancamiento de su base electoral; el “voto duro” es insuficiente para alcanzar triunfos electorales; se requieren buenos y aceptables candidatos, sin el cáncer de la corrupción a flor de piel; y proyectos y programas de gobierno enfocados a las necesidades de fondo y los requerimientos de la población. No basta sólo campañas mediáticas que atienden la inmediatez y la coyuntura social. También es irrefutable: los aliados electorales no aportan porcentajes significativos de votos en las elecciones por lo cual se han convertido más en un lastre que en un motor en las jornadas electorales.
ECONOMÍA GRIS
La economía mexicana sigue empantanada y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray ya no sabe a quién culpar. Se le acaban los villanos: ya culpó a los chinos, al desempeño económico de Estados Unidos, a la “volatilidad pasajera”, a la incertidumbre internacional, y ahora al Brexit. También llegó a responsabilizar a los huracanes Manuel e Ingrid como causantes directos del pésimo desempeño de la economía del país. Y para los siguientes meses, de acuerdo a las estimaciones de Bank of America Merril Linch (BofAML), los mexicanos enfrentarán un menor crecimiento económico, mayor volatilidad financiera y un alza más grande en los precios de los bienes que consumen.
El resto del año y el siguiente se enfrentarán más riesgos y se espera menor crecimiento del PIB, alrededor del 2.3 por ciento en cada año, muy por debajo de las promesas y compromisos presidenciales de su jefe, Enrique Peña Nieto. Las razones de la caída en el crecimiento del país son una desaceleración de la economía de Estados Unidos, particularmente en su sector manufacturero y, sobre todo, los recortes presupuestarios anunciados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a cargo de Luis Videgaray.
BofAML señaló: “el proceso de recortes ha sido importante y entre lo anunciado este año y para 2017, se habrán recortado entre 2 y 3 puntos porcentuales del PIB en sólo dos años”. Además, la depreciación del tipo de cambio ya tiene un traspaso a los precios de varias mercancías, cuya inflación ya alcanzó 4 por ciento. Adicionalmente, a lo largo del segundo semestre se realizarán más alzas al precio de las gasolinas, lo cual afectará el bolsillo de los trabajadores mexicanos. En suma, se reduce el consumo interno, el principal motor de la economía.
DE LOS PASILLOS
En el actual sistema democrático mexicano, cada elección se convierte en una lucha de sobrevivencia para los partidos políticos pequeños: PVEM, PT, MC, NA, PES y hasta el PRD. Sólo PAN y PRI se mantienen sin riesgos. Las pasadas elecciones estatales del 5 de junio provocaron que estos partidos perdieran millones de pesos en las prerrogativas que les entregan las entidades federativas por no alcanzar el mínimo requerido, 3 por ciento de la votación total, para mantenerse vigentes. En total, seis partidos perderán sus prerrogativas locales en 11 entidades. La suma que dejarán de recibir el próximo año será de 168 millones 995 mil pesos… El PRD perdió el registro en Tamaulipas y 8 millones 43 mil pesos; al PVEM no le alcanzaron sus alianzas con el PRI y perderá el registro en Oaxaca, Puebla y Tlaxcala y 24 millones 151 mil pesos; el PT dejará de recibir sus prerrogativas en seis estados, y dejará de recibir 51 millones 966 mil pesos, dinero indispensable para el funcionamiento de sus estructuras partidistas estatales…
Peligroso en verdad para la justicia mexicana y la libertad de expresión en el país es la demanda por “daño moral” del ex gobernador de Coahuila y ex dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira, contra el periodista Sergio Aguayo. Muy grave sería prosperará el reclamo de una indemnización de 10 millones de pesos por considerar que su reputación fue afectada por las opiniones vertidas por el articulista en uno de sus escritos. La demanda fue presentada el 28 de junio en el Juzgado 15 de lo Civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. El impune ex mandatario coahuilense alega haberse sentido lesionado en sus sentimientos, efectos, creencias, decoro y reputación porque Aguayo, ente otras cosas, escribió que Moreira desprende un “hedor corrupto”. El artículo motivo de la demanda fue publicado el 20 de enero pasado en el diario “Reforma” y en “El Siglo de Torreón”…
El gobierno de Chihuahua, del cuestionado César Duarte, alertó sobre la posibilidad de que el narcotraficante Rafael Caro Quintero intente reposicionarse en esa entidad. El fiscal de Chihuahua, Jorge González, externó la hipótesis “de una invasión” a esa entidad por parte del grupo de Caro Quintero. Aunque para el gobierno federal el capo, ícono del narcotráfico en México, nunca ha dejado de tener presencia en esa parte del país. La “inteligencia” mexicana nunca desestimó la posibilidad de que Caro Quintero siguiera operando sus células desde el interior de las prisiones federales de Almoloya, Matamoros y Puente Grande, y finalmente desde el penal estatal de Jalisco. Se le atribuye el control de gran parte del Cártel de Sinaloa, acéfalo desde la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, y advierte de una “lucha frontal” para detener el avance del grupo de Isidro Meza Flores, quien tiene el apoyo de los Beltrán Leyva, para intentar controlar el territorio del Cártel de Sinaloa. ..
Un total de 149 mujeres se alistan para asumir mandos de gobiernos municipales ganados en las urnas el pasado 5 de junio. Nadaron a contracorriente en un mundo donde la política ha estado tradicionalmente en manos de los hombres. Ellas suman, junto con las presidentas municipales electas en el 2015, 284 mujeres que lideran ayuntamientos en 27 estados del país. El movimiento de la participación de la mujer avanza sólido en México. En Oaxaca, el 27.1 por ciento de los ayuntamientos serán gobernados por alcaldesas. Es decir, 40 de 153 alcaldías fueron ganadas en las urnas por una mujer. En Quintana Roo cinco alcaldía serán gobernadas por mujeres. En Tlaxcala y Sinaloa, seis ayuntamientos tendrán una alcaldesa. En Hidalgo, 17 mujeres gobernarán ayuntamientos. En Tamaulipas y Zacatecas, 16 mujeres fueron electas presidentas municipales. En Durango, 13 fueron electas alcaldesas. Los gobiernos municipales de cinco capitales de estado serán dirigidos por una mujer: las ciudades de Chihuahua, Pachuca, Tlaxcala, Zacatecas y Aguascalientes. Cabe destacar que en ninguno de los municipios gobernados por mujeres desde el año pasado se han registrado incidentes de escándalos que apunten hacia una mala administración municipal.
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