CIUDAD DE MÉXICO, 21 de julio (Almomento MX).-El Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Baja California, desarrolló un sensor de presión intraocular no invasivo que ayuda a diagnosticar glaucoma de manera oportuna.
El desarrollo biomédico se basa en un fenómeno conocido como cavitación, que significa cavidad dentro de un líquido, explicó el investigador posdoctoral del Departamento de Óptica del CICESE, Luis Felipe Devia Cruz.
La cavitación obedece a un cambio brusco entre la presión externa del líquido y su presión de vapor, indicó Devia Cruz en una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
La cavitación se induce con un láser y crea una pequeña burbuja en el humor acuoso del ojo que tiene una duración de apenas 100 milisegundos, además, al monitorear si su tiempo de vida cambia se puede saber la presión intraocular.
La confiabilidad en los resultados de diagnóstico es mayor a la de los tonómetros normales y la medición se logra de forma instantánea quitando la incomodidad al paciente, destacó el investigador.
“Se van a evitar los problemas que actualmente tiene la técnica tradicional, que es una técnica invasiva porque hace contacto con el globo ocular, cuestión que incluso lo presuriza un poco más y altera los resultados”, aseguró Devia Cruz.
“Las expectativas son buenas, al momento tenemos una precisión de cinco milímetros de mercurio; los médicos piden que sea de un milímetro de mercurio, por lo que aún necesitamos afinar más nuestro sensor para hacerlo más sensible”, añadió.
El líder del proyecto, Santiago Camacho López, mencionó que por el momento realizan experimentos con el sensor en ojos de cerdo exvivo, sin embargo, esperan que las pruebas clínicas en humanos inicien hasta dentro de tres a cinco años.
“Lo que sigue es trasladar esto a un escenario de ojos in vivo, primero en animales pequeños. Estamos preparándonos para esta etapa y si esta resulta exitosa, se va a considerar una siguiente en donde se harían experimentos en ojos humanos”, apuntó Camacho López.
“Durante los estudios de cavitación, una de las aplicaciones que encontramos fue esta del sensor intraocular, pero en paralelo hemos encontrado otros efectos interesantes que no están estudiados; el proyecto está orientado a estudiar estos efectos que no han sido reportados en la literatura”, señaló.
El proyecto de Camacho López ganó el Primer Concurso de Innovación en Ingeniería Biomédica, de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Biomédica (Somib), además, espera recibir la patente que presentó ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
AM.MX/tgl
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