Lilia Arellano.
“Cada dogma tiene su día, pero los ideales son eternos”: Israel Zangwill.
• Entre la Clinton y Trump
• Titubeante política de EPN en Washington
• Expresa respeto electoral y plantea diálogo
• Gobernadores del PRD respaldan a Barrales
• Sin respuesta a la CNTE; persisten bloqueos
Ciudad de México, 22 de julio de 2016.- En estos momentos, no parece la mejor estrategia una reunión bilateral con el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama -el cual habrá de dejar el poder en menos de un semestre-, para el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, quien en su último bienio habrá de esforzarse en mantener una relación adecuada con el nuevo mandatario del vecino del norte, el cual podría ser la demócrata Hillary Clinton o el republicano Donald Trump, quien mantendrá una agresiva política hacia todo lo relacionado con su frontera sur. El mexiquense sólo fue a Washington a confirmar la sumisión de su gobierno a los intereses estadounidenses en materia de combate al narcotráfico –la guerra seguirá en territorio mexicano-, energía –desmantelamiento de Pemex y CFE a favor de trasnacionales-, comercio –ante la posible renegociación del TLCAN- y migración –México como cinturón de contención de EU a la migración centroamericana-, entre otros.
La mañana de este viernes, el presidente Peña Nieto inició su encuentro con Barack Obama en la Casa Blanca, mientras un grupo de mexicanos se manifestaba contra la presencia del mandatario mexicano. A las 10:30 horas, el mexiquense llegó a la Residencia Oficial, y tras firmar el libro de visitantes, Obama le dio la bienvenida en la Oficina Oval, e iniciaron su último encuentro oficial de trabajo. Tras el encuentro privado, la reunión se amplió con funcionarios de ambos gobiernos. Por parte de México, participaron la canciller Claudia Ruiz Massieu, los secretarios de Economía, Idelfonso Guajardo, y de Hacienda, Luis Videgaray, así como la procuradora Arely Gómez y el embajador mexicano en ese país, Carlos Sada. Del lado de Estados Unidos, asistieron los secretarios de Comercio, Penny Pritzker; de Trabajo, Thomas Pérez; de Seguridad Interna, Jeh Johnson; de Seguridad Nacional, Susan Rice; y el subsecretario de Asuntos Políticos, Tom Shannon, así como la embajadora estadounidense Roberta Jacobson.
Peña Nieto destacó en el mensaje conjunto con Barack Obama: “la relación bilateral entre los gobiernos de México y Estados Unidos vive el mejor de sus momentos”. Ambos mandatarios acordaron entre otros temas continuar la cooperación en el combate al narcotráfico, con lo cual se mantendrá en los mismos niveles la “guerra al narco” en territorio mexicano; el reforzamiento de la industria energética, para seguir con el desmantelamiento de Pemex y la CFE a favor de trasnacionales, especialmente de EU; mejorar el intercambio aéreo y la cooperación académica entre estudiantes de los dos países.
Obama y Peña acordaron también estrechar cooperación con los gobiernos de Centroamérica para atender el fenómeno migratorio, con especial atención a los niños que viajan solos. Un acuerdo prometido en materia de Migración entre México y Estados Unidos no lograron concretarlo el presidente Obama y Enrique Peña Nieto. Con esto México seguirá siendo el cinturón de seguridad estadounidense frente a la migración de centroamericanos hacia Estados Unidos, con las consecuencias denunciadas por los activistas y defensores de derechos humanos de los migrantes. Obama ofreció otra vez sólo promesas al señalar: en los meses que le restan –deja su cargo en enero de 2017- seguirá luchando en el Congreso estadounidense sobre una reforma migratoria.
Ambos mandatarios acordaron ampliar los alcances de los programas de becas para estudiantes. Además de formalizar el Consejo de Negocios de Energía, así como la instalación de un Grupo de Alto Nivel sobre Drogas, el cual trate, principalmente, el tráfico de heroína. Peña Nieto subrayó: el próximo presidente o presidenta encontrará en México “un aliado estratégico” para resolver temas como el de seguridad. Destacó que para México es importante que a Estados Unidos le vaya bien y tenga una economía fuerte, y a este país le conviene que a la economía de México también le vaya bien.
POLÍTICA EXTERIOR TITUBEANTE
La administración de Peña Nieto se ha caracterizado por sus desatinos en cuanto al desarrollo de la campaña presidencial en Estados Unidos, en particular sobre las declaraciones del candidato republicano. La titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, no mostró habilidad para hacer frente y neutralizar el discurso xenófobo, antiinmigrante y antimexicano de Donald Trump, el cual logró posicionarse en el ánimo de los electores estadounidenses, lo cual causó un severo daño a la imagen de México en ese país. Se optó por dejar pasar las ofensas y afrentas al pueblo mexicano y a sus migrantes, las cuales no se frenaron a tiempo.
La cancillería mexicana no ha logrado ejecutar una estrategia de posicionamiento del país constante y permanente. No ha sido capaz de transmitir internacionalmente los beneficios de la relación con México, a pesar de que Ruiz Massieu ha realizado 7 giras a 5 estados de EU. Ha visitado Dallas, Texas; Sacramento, Los Ángeles y San Francisco, California; Washington, D. C.; Raleigh, Carolina del Norte, y Phoenix, Arizona.
Al dar a conocer los detalles de la gira del presidente Enrique Peña Nieto a Washington, Ruiz Massieu confirmó: el gobierno de México es respetuoso del proceso electoral en Estados Unidos, y una vez concluidas las convenciones republicana y demócrata, “buscaremos establecer una comunicación institucional con ambos equipos de campaña”. El propio Peña Nieto, en su mensaje a medios con su homólogo Barack Obama, subrayó la determinación de su administración de mantenerse al margen de cualquier comentario. “(El gobierno de) México no opinará ni se involucrará al proceso electoral, es algo que le corresponde al pueblo norteamericano (…) A Hillary Clinton y Donald Trump mi mayor respeto, propongo un diálogo abierto para quien resulte electo”. Peña Nieto hasta pidió disculpas al argumentar que jamás ha hecho señalamientos incorrectos a ninguno de los candidatos y, justificó, algunas expresiones sobre el proceso electoral o algún aspirante “se descontextualizaron”. Rechazó haber comparado al candidato republicano Donald Trump con Hitler o Mussolini. Es decir, salió al extranjero la etapa del “perdón”, del no dije lo que dicen que dije o de plano no lo quise decir, simplemente se me salió.
Obama por su parte, sin mencionar a Trump, aseguró no se puede crear un muro en torno a las metas que México y Estados Unidos tienen en común, como es la seguridad, e insistió en lo incorrecto de esa propuestas. Precisamente una de las ideas centrales de la política exterior del candidato presidencial republicano es levantar un muro en la frontera con México, a fin de detener a los migrantes indocumentados, frenar la violencia y los crímenes y poner un alto a la gran cantidad de drogas hacia comunidades estadounidenses. La posición del afroamericano no puede ser otra en virtud de estar refiriéndose al opositor a su partido, a su candidata, a la Hillary y, por lo tanto, las expresiones deben ser diferentes totalmente y eso nada quiere decir o tiene de sinceridad o respaldo o siquiera de buenos deseos.
La migración es otro de los temas torales vertidos por Trump. Achaca a la migración latina la pérdida de empleos para los ciudadanos estadounidenses. “Vamos a detener el contrabando de personas y la violencia. Los cruces ilegales en la frontera disminuirán. La paz será restaurada”, promete en sus discursos, en donde también se ha lanzado contra los acuerdos comerciales, como el TLCAN, a los cuales califica de injustos para los trabajadores manufactureros de EU. Asegura renegociará el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y sacara a su país del mismo si no consigue las concesiones deseadas. También critica el Acuerdo Transpacífico y promete sólo acuerdos comerciales bilaterales.
Otro de sus ejes discursivos es la violencia y señala al terrorismo como amenaza del estilo de vida americano. “Yo soy el candidato de la ley y el orden. La retórica irresponsable de nuestro presidente (Barack Obama) nos ha dividido por raza y color, y ha hecho a América más peligrosa para todos”, señaló en su discurso de aceptación a la nominación del Partido Republicano.
Esos son los retos principales a enfrentar por la administración de Enrique Peña Nieto en 2017 y 2018 y no se ve por donde pueda empezar a sortearlos para mantener la soberanía e independencia de México.
ESPALDARAZO A BARRALES
Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y los gobernadores de Michoacán, Silvano Aureoles; Morelos, Graco Ramírez; y Tabasco, Arturo Núñez, cerraron filas en torno a Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD, y aceptaron ser parte del consejo consultivo, órgano donde se discutirá y definirá el rumbo y situación del Partido de la Revolución Democrática. Mancera rechazó controlar al PRD a través de Barrales y pidió no restarle méritos a la presidenta perredista, a su trayectoria política y a la votación alcanzada en el Consejo Nacional donde fue elegida. Se mostró complacido de que Barrales se comprometiera a otorgar “piso parejo” para todos los aspirantes a la candidatura presidencial del PRD, pero precisó: “no está en la agenda afiliarme” al PRD.
Por su lado, Silvano Aureoles dijo ver buen ánimo en el PRD para cerrar filas y consideró un buen espacio de encuentro y de diálogo el consejo consultivo, el cual se instalará el 1 de agosto. En la ruta hacia el 2018, el gobernador michoacano aseguró sólo ve a Mancera y Graco Ramírez. Destacó no ha decidido aún si participará en el proceso de selección del candidato presidencial perredista, y adelantó que si las candidaturas de Macera o Ramírez son más fuertes, las apoyará, sin duda.
En diversas entrevistas, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, ha manifestado su interés de participar en la selección interna del candidato presidencial perredista, por lo cual, hasta el momento, sólo hay tres aspirantes a la candidatura presidencial perredista, en cuya carrera lleva ventaja Miguel Ángel Mancera.
DE LOS PASILLOS
Al no tener respuestas concretas a sus demandas en las mesas de negociación en la Secretaría de Gobernación, profesores disidentes mantienen los bloqueos carreteros en Oaxaca y Michoacán… Los docentes de la Sección 22 ejecutaron bloqueos en carreteras de las regiones de la Costa, Istmo, Mixteca, Cañada y Cuenca de Papaloapan. Tienen cerrados los caminos a la altura de Teotitlán de Flores Magón, Nochixtlán, Valle Nacional y Jamiltepec. También se mantiene el bloqueo en el canal 33, sobre la carretera Transísmica en Juchitán… Y en Michoacán, después de 48 horas de bloqueo en las vías del tren, maestros disidentes continuaron interfiriendo el transporte de mercancías procedentes del puerto de Lázaro Cárdenas. Mantiene bloqueos en siete puntos de la red ferroviaria en diferentes regiones de la entidad…
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 0.28 por ciento en los primeros días de julio, y su tasa anual se situó en 2.72 por ciento, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los cuales establecen que la variación anual del indicador es la más alta de las últimas nueve quincenas, puesto que en la segunda mitad de febrero de 2016 la cifra fue de 2.80%. Los productos que subieron de precio y mayor incidencia tuvieron en el incremento fueron los energéticos y las tarifas autorizadas por el gobierno, las cuales registraron un avance de 1.4 por ciento durante ese periodo. Dentro de esos productos, la gasolina de bajo octanaje tuvo un variación quincenal de 1.5 por ciento; el metro o transporte eléctrico subió 25.6 por ciento; las tarifas de autobuses urbanos 3.9% y los servicios turísticos en paquete 6.6 por ciento, mientras el costo de la electricidad se incrementó 1.3 por ciento.
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