Javier Peñalosa Castro
Al parecer, en la carpa de la política mexicana rigen las mismas leyes que promueven los extremistas de la protección de los animales, que están dejando sin fieras a circos que durante más de un siglo incluyeron espectáculos de grandes felinos domados por verdaderos maestros de este peligroso oficio.
Hasta ahora no queda claro con qué actos puedan captar el interés del “respetable” en ausencia de leones, tigres y otras especies salvajes. En cambio, en el circo político queda claro que los espacios otrora dedicados a fieras prehistóricas, como los tiranosaurios y otras bestias de similar fiereza, buscan ser ocupados por payasos de baja estofa.
Así pareció quedar demostrado con las penosas declaraciones de esta semana de los expresidentes Vicente Fox y Carlos Salinas de Gortari, quienes a más de evidenciar una patética desmemoria y de enseñar el cobre como arietes pagados de la campaña negra contra Andrés Manuel López Obrador, puntero evidente aun en las encuestas a modo que empiezan a perfilarse pese al descrédito en que han caído todas las empresas dedicadas a pronosticar el comportamiento del voto popular y anticipar las preferencias de los electores, mostraron su vocación de payasos de cachetada.
Fox Censura a Margarita por hacer lo que en su momento intentó Martita
Vicente Fox le propinó un par de guantadas a su sucesor en la silla presidencial, el inefable y mínimo Felipe Calderón, en quien —dijo— se vomitaba por su pretensión de volver a Los Pinos entre las enaguas de su mujer, a quien, contra viento y marea, se busca convertir en una suerte de Hillary Clinton mexicana. Y en ello no han parado mientes ni la propia Zavala ni Calderón. Por ejemplo, Zavala se dejó ver en la convención del Partido Demócrata de Estados Unidos, a la que asistió, dijo, para brindar su apoyo a la flamante candidata (Hillary no debe haber estado tranquila hasta que la divisó en el graderío).
¿Será que a Fox “se le van las cabras” más que de costumbre o realmente está instalado en el Alzheimer? Porque todos recordamos cómo la ambición política de su consorte, la famosa “señora Marta”, se desbocó de tal forma que fue necesario que saliera a aclarar ante los medios masivos de comunicación que no aspiraba a la Presidencia de la República. Habrá que ver si Calderón también siente arqueos por la ambición de la famosa “pareja presidencial” o si éstos se deben simplemente a la resaca de todo lo bebido (con el perdón de César Vallejo).
López Obrador, el verdadero blanco
Por supuesto, los misiles más potentes del tristemente célebre Alto Vacío se enderezan contra Andrés Manuel López Obrador, y de nueva cuenta se ve que a la botarga que estuvo sentada en la silla presidencial entre 2000 y 2006 la manipulan el gobierno gringo, las trasnacionales, a las que tan servilmente dedicó buena parte de su trayectoria profesional y los intereses económicos, políticos y religiosos más retardatarios de este País.
Fox, quien ha sido uno de los presidentes más ineptos y populacheros, sigue repitiendo hasta la náusea que López Obrador no debe llegar al poder porque encarna todos los males del populismo.
En fin… La gente no se chupa el dedo y jamás volverá a creer una sola palabra emitida por este payaso lenguaraz que, a pesar de entretener poco, sigue teniendo cartel en la carpa nacional.
El Chupacabras también hace su numerito
Un par de días después del nuevo episodio de diarrea verbal de Fox, el no menos vomitivo Carlos Salinas de Gortari lanzó cachetadas a diestra y siniestra, y en un acto de humorismo involuntario se propinó algunas bofetadas “selfie”, pues censuró las políticas neoliberales, de las cuales fue coautor y partícipe durante doce años (seis del gobierno de Miguel de la Madrid y seis del suyo), y que se tradujeron en el desmantelamiento del Estado Mexicano y el remate indiscriminado de todos los activos nacionales sin beneficio alguno para su legítimo dueño: el pueblo de México.
El depredador más grande de la Hacienda Pública (después del actual grupito en el poder) tiene el cinismo de desmarcarse de los daños incalculables que provocó y “aprovecha” para lanzar ataques a Andrés Manuel López Obrador, quien lo ha estado retando a un debate sobre la situación del país desde hace años, sin que haya respondido a este llamado.
Entre broma y veras, Salinas afirma que “el verdadero Innombrable” —en un intento de jugar con el mote que le puso AMLO— es López Obrador y llama a no votar por él. Lo malo es que a Salinas la gente le confía aún menos que a Fox (lo cual ya es mucho decir).
Tras el de los payasos, ¿vendrá un acto temerario?
Está visto que los más poderosos intereses económicos y políticos se han confabulado cíclicamente para cerrar el paso a Andrés Manuel López Obrador. Hasta ahora lo han logrado. Sin embargo, cada vez resulta más difícil burlar la voluntad popular.
Durante los próximos 12 meses arreciarán las campañas negras, las declaraciones infamantes de personajes de la picaresca política mexicana, rumores, mentiras y otras lindezas.
¿Debemos, pues, esperar campañas negras más sofisticadas, o simplemente constataremos que “chango viejo no aprende truco nuevo”?