Francisco Gómez Maza
• El doctor Gómez Maza, un ávatar de la congruencia
• Cumple un sexenio de su muerte y Chiapas está peor
A la memoria de la profesora Esperanza Maza Náñez, en el día de su nacimiento
Lo menos que puedo hacer hoy es dedicarle este espacio a la memoria del doctor Jesús Gilberto Gómez Maza, el primer pediatra que tuvo Chiapas desde el año 1975 y el único político congruente que siempre luchó porque los políticos se pusieran al servicio de sus patrones, el pueblo. Pero como puede verse, no lo logró. Los Políticos, en Chiapas y en México, siguen siendo ladrones.
Por ello fundo en Chiapas el PRD, que lo decepcionó: por ello fue diputado local, de cuyo recinto salió asqueado; por ello fue candidato al gobierno del estado tan sólo para dar un testimonio de congruencia, palabra que no conoce ningún político, ni de Chiapas ni de México.
Y se fue el doctor Gómez Maza en la mera madrugada de un 30 de julio después de escribir una carta abierta para que se legislara la donación de órganos, asunto que aún no se ha logrado, porque, parece mentira, a nadie le interesa,
Pero qué mejor que dejar a su hijo mayor, Ernesto, que recuerde la memoria de su padre, un hombre de quien me siento muy orgulloso de su hermano.
Ernesto Gómez Pananá
A tu memoria GGM
30 de julio de 2016.
Hoy se cumple un año más de tu fallecimiento.
Hoy hace un año de que en voz alta, planteé algunas preguntas respecto de la entonces complicada situación chiapaneca.
Hoy, el escenario no sólo es igual de malo sino que es incluso hasta peor.
Hoy, como hace 6 años, el problema de un sistema de salud precario persiste, pero no es el único ni tampoco el más grave.
Hoy en Chiapas protestan los maestros, empresarios, médicos y enfermeras, campesinos, choferes y hasta los policías.
Hoy Chiapas es sinónimo de caos, de desorden, de falta de rumbo y de desgobierno.
Hoy, Chiapas es metáfora de un hospital. Si, es como una metáfora de ese hospital que lleva tu nombre.
Hoy, ante sus problemas, los remedios destinados a Chiapas siguen siendo insuficientes e inadecuados.
Hoy, como tú decías, a Chiapas le hace falta más medicina preventiva a gran escala.
Hace seis años, presentaste un diagnóstico y una propuesta para empezar a aliviar de fondo las dolencias de nuestra entidad.
Hace seis años planteaste la pertinencia de redistritar el estado en 24 jurisdicciones sanitarias, una por cada 150 mil a 200 mil habitantes.
Propusiste hacer funcionar un hospital general de al menos 60 camas en cada cabecera distrital con las cinco especialidades básicas: medicina interna, ginecoobstetricia, pediatría y cirugía, y anestesia; y que esos hospitales tuvieran el equipo y especialistas necesarios que permitieran que muchas de las enfermedades que se padecen en el estado se controlaran ahí y no tuvieran que llegar en fases avanzadas a los nosocomios de tercer nivel.
Planteaste también la necesidad de capacitar a médicos en trasplantes de órganos; integrar una lista única estatal de receptores de órganos en paralelo a un padrón de donadores vivos dispuestos a donar sus órganos al fallecer.
Propusiste también reformar la Ley General de Salud y por consecuencia la Ley Estatal de Salud para que las personas fallecidas fueran sujetos de donación de órganos.
Nada de esto ha sucedido, al contrario.
Hoy Chiapas, como muchos de sus hospitales, se encuentra en terapia intensiva y el equipo médico que debe brindarle la atención está más preocupado en cuidar las apariencias y ser portada de revistas de sociales.
Hoy a Chiapas le urge salir de esta terapia intensiva e iniciar una rehabilitación profunda, con diagnósticos reales y compromisos serios. Una rehabilitación sin remedios falsos y sin rutas fáciles.
Hoy a Chiapas lo unen la protesta y el descontento. Pero eso no basta. Seguro estarías ahora levantando la voz para unirnos también en la propuesta.
Hoy seguro estarías muy preocupado. Opinando, proponiendo, levantando la voz por un Chiapas más justo, un Chiapas en el que todos cupiéramos. Un Chiapas que fuera como un gran hospital, con buenos equipos, con insumos suficientes, con personal capacitado en todas sus áreas, un hospital comprometido con sus usuarios.
Hay que hacer algo, y pronto. Este enfermo ya no aguanta más.
EGP
PD. Tu anhelo fue un sistema de salud preventivo, sólido y funcional. Estoy seguro que saber del lamentable estado en que opera el hospital que lleva tu nombre no te haría feliz. Ese y cualquier otro hospital.
Quienes tienen en sus manos el sector salud estatal recuerden: Lo importante no es cómo se llaman los hospitales; lo importante es que funcionen adecuadamente.
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