CIUDAD DE MÉXICO, 9 de agosto (Almomento MX).- Trece mil 102 armas, desde Glocks, Beretta y Smith & Wesson hasta rifles de asalto y pistolas 9 milímetros pertenecían a la fuerza pública de México, son extraviadas al año; Sin embargo, los registros de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) muestran que cada año, en promedio, mil 274 son reportadas como robadas, extraviadas o simplemente no han sido halladas de 2006 a 2015.
El detalle de cómo es que tantas armas se “perdieron” en los últimos 10 años es una incógnita. Notas periodísticas reportan el saqueo por parte de comandos armados. Policías hablan de descuidos. Expertos de un negocio de compra-renta señalan que las causas son muchas y que las autoridades no detallan este punto.
De acuerdo con el Diario de Sonora, policías estatales, municipales, federales, de seguridad privada, de la Procuraduría General de la República (PGR), de la Sedena y del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) han reportado armas robadas o extraviadas entre 2006 y 2015. Tres de cada 10, es decir, 3 mil 751, son largas, desde escopetas hasta fusiles de asalto de origen alemán.
Estas pérdidas son el reflejo de la inestabilidad que empaña a todas las instituciones policiacas. “Te habla de una presencia muy crucial de la ilegalidad […] sus controles internos y externos no tienen la fuerza necesaria. Te muestra la opacidad con la que trabaja la policía”, dice María Eugenia Suárez Garay, experta en investigaciones policiales.
El año en que los reportes se dispararon fue 2009. Fueron 2 mil 113 armas las que entraron en el registro de robo o extravío. Mil 569 más que en 2008. Desde entonces las estadísticas se mantienen por encima de las mil.
Las sanciones varían dependiendo de la institución. En la capital del país, la segunda entidad con más armamento desaparecido, el policía tiene que pagar el costo del arma que pierda. En el Estado de México, primer lugar de la lista, el descuido los puede llevar a la cárcel, además de la sanción económica, ello si se comprueba que actuaron de manera negligente.
Se solicitó el número de averiguaciones abiertas o personas procesadas por la pérdida de armas, pero la Sedena, organismo responsable de esta información, no ha emitido respuesta. Las marcas más robadas o extraviadas por los diferentes cuerpos de seguridad del país son: Beretta 9 milímetros, de fabricación italiana; Smith & Wesson .38 especial, de Estados Unidos; Glock, de Austria, y armas largas de calibre .223 de la compañía estadounidense Colt.
Control en los estados Javier, quien pidió no ser identificado con su nombre real, ha estado en la policía estatal, municipal y de tránsito desde hace más de 25 años. Su entrenamiento inicial cubrió desde áreas jurídicas hasta el arma que usaría. “Es el instrumento más sensible de nuestro equipamiento. Una pistola puede cambiar de manos en segundos si no se tiene la destreza para protegerla”, señaló. Entre 2006 y 2015 se reportó la pérdida o robo de 13 mil 102 armas.
Ocho de cada 10, es decir, 10 mil 359, pertenecían a la policía municipal o estatal del país. De éstas, 50% eran de oficiales de la capital, del Estado de México, Guerrero, Michoacán, Chihuahua y Tamaulipas.
La prensa ha documentado robos del crimen organizado. A finales de 2014, en dos bases municipales del Estado de México, se sustrajeron 39 armas en menos de 48 horas. En marzo de 2015 la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de la ciudad vivió la misma historia. Les robaron 34 de la Policía Auxiliar.
Para María Eugenia Suárez esa explicación se queda corta. “A lo largo de casi 20 años de trabajar con la policía he escuchado testimonios de compañeros que viven o tienen un ingreso extra rentando armas a la delincuencia”, dijo.
Durante su temporada en las calles, Javier sabía que nunca podía abandonar su pistola, pero fue testigo de errores de sus compañeros. En un día de labores, durante la hora de la comida, dejaron olvidada una escopeta. La dueña del lugar los conocía y llamó para informarles.
“También hemos sabido de oficiales que dejan su arma asignada en la cajuela de los autos o simplemente encima del asiento y les rompen el cristal”, narró Javier. Las policías estatales y municipales cuentan con 434 mil 221 armas. En promedio, perdieron 25 de cada mil, comprendidas en licencias colectivas, que otorgó la Sedena, entre 2006 y 2015.
El Estado de México cuenta con 54 mil 729. En los últimos 10 años se perdieron o les robaron mil 955. Tamaulipas, Chihuahua, Michoacán y Guerrero tienen las tasas de robo o pérdida más altas. Alrededor de 60 de cada mil desaparecieron sin dejar rastro.
El costo de perder Este tipo de incidentes ocurren en todas las instituciones de seguridad del país. Los elementos del Ejército reportaron como perdidas 57 armas; y en 12 de los casos se confirmó que fue un robo.
El armamento del que se tiene la confirmación que fue robado, tenía un costo aproximado de 2 mil 618 pesos cada una, y la mayoría eran fusiles de calibre 7.62 x 63 milímetros.
AM.MX/fm
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