MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
En la disputa por el control de los cotos de poder en materia educativa y deportiva, hampones de cuello blanco y oportunistas disfrazados de docentes, enfrentados con la burocracia del equipo presidencial que no ha atinado en más de tres años en la estructuración de escenarios que lleven a buen puerto a las reformas estructurales, dejan en segundo término a la materia prima que hará realidad programas y proyectos, es decir, a los niños y adolescentes convidados de piedra, sin voz ni voto en una discusión que se desgastó en la oquedad de las ambiciones sin fondo.
Porque finalmente, a la alta burocracia, la que gobierna en México, líderes sindicales y directivos de federaciones deportivas pelean recursos, dineros públicos que se reparten en el control de espacios lo mismo en aulas que en espacios de poder sectorial, siempre en detrimento de la educación y el mejor rendimiento de deportistas que terminan vencidos y engañados.
Así, después de meses de discusiones y despliegues de violencia que han incitado a las conciencias que abogan por la represión, con la economía desmadrada de por lo menos dos entidades, Oaxaca y Guerrero, la voz presidencial recuerda que ahí está el recurso del uso de la fuerza pública para poner orden, en una medida extrema cuando sus piezas han fracasado en las negociaciones con los líderes del magisterio disidente.
Y la resultante deportiva en los Juegos Olímpicos busca la cabeza de Alfredo Castillo, el amigo del presidente Peña Nieto, pero entre la estridencia y las antorchas que se encaminan a arrastrar la zalea del director de la Comisión Nacional del Deporte, deja a salvo a los mandones del Comité Olímpico Mexicano y de las federaciones que maman millonadas y reparten gotas a los deportistas que han ido a Brasil a hacer el ridículo con la idea de superar a quienes, merced a su magro entrenamiento, nunca superarán.
¿Y los niños y los adolescentes? ¡Ah!, ese sector de la población de recurrente fragancia esparcida en pinceladas del discurso demagógico, el de los lugares comunes que lo anota como el futuro de México, la promesa de tiempos de modernidad en el México Feliz, de abundancia y prosperidad porque hoy se sientan las bases de, por ejemplo, una educación sin mácula de banderías ni adoctrinamientos. Pero la realidad es otra.
La Reforma Educativa que no aterriza porque sus contenidos tienen más de importancia laboral y administrativa, factores elementales para determinar el nivel de los maestros que habrán de llevar a las aulas nuevos conceptos de educación.
Pero como el Legislativo y el Ejecutivo no lo acusaron digerible para maestros de una diversidad de suyo contrastante que no puede ser el mismo nivel profesional el de aquel que está frente a un grupo de zonas de clase media en la urbanidad de la Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey, que el bilingüe acantonado en la Meseta Purépecha o en la Mixteca oaxaqueña, entonces el proyecto es inviable.
¿Tiene la culpa Enrique Peña Nieto de esa inviabilidad? ¿Son responsables Miguel Ángel Osorio Chong y Aurelio Nuño por no poder atender las demandas del magisterio disidente que se ha acompañado de falanges violentas para derogar a la Reforma Educativa?
Sí, son responsables junto con los diputados federales y locales y los senadores que al final de la tarde aprobaron la reforma constitucional que parió un nuevo esquema educativo sin haber negociado, pactado, acordado, consensado su contenido.
Las prisas por arrojar a México en una modernidad para la que no se le preparó en ese basamento de la negociación y la consulta a los principales actores de la impartición de la educación en México, dio los elementos básicos para que el magisterio disidente hiciera lo que le viniera en gana.
Hoy, esos maestros que quizá no han caído en la cuenta que al demandar la derogación de la Reforma Educativa, a la par abogan por la impunidad y el retorno a los días recientes cuando sus líderes controlaban el flujo presupuestal en, por ejemplo, el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, que tardíamente les arrebató el gobierno federal mediante mecanismos de fuerza pública con el estatal bajo la responsabilidad de Gabino Cué Monteagudo.
De uno y otro lado hay enorme irresponsabilidad. La disidencia magisterial que es caldo de cultivo en la espiral de violencia donde hay manos ajenas, delincuentes y terroristas –sin exagerar—que vienen de las columnas de la guerrilla fundamentalista, como la Troskista o la del Movimiento Armado Revolucionario y la Liga Comunista 23 de Septiembre, que en la década de los 70 le declaró la guerra al gobierno y, hoy, mediante operadores del EPR y del ERPI avivan fuegos de desestabilización.
¿Y si cortan la cabeza a Alfredo Castillo y de pasada a Osorio Chong y Nuño Mayer? Total, con esa medida el jefe del equipo acallaría a la urgencia opositoras y capitularía, vísperas de rendir su cuarto informe, frente a grupos de evidente ambición de poder por el poder.
Bueno, pues en la Cámara de Diputados hay una corriente de suyo interesante y que, como suele ocurrir, incurre en el mecanismo salvador cuando la crisis está en todo lo alto. Veamos.
Diputados federales del PRD y la dirigencia nacional de ese partido se reunieron con integrantes, que no dirigentes, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), para negociar el diseño de una iniciativa ciudadana en materia de reforma educativa.
La idea del PRD es que el legislativo analice, discuta y dictamine el tema a la brevedad; incluso el coordinador de la diputación federal perredista, Francisco Martínez Neri, dijo su partido busca contribuir a la solución de fondo del conflicto magisterial y por ello se requiere de un diálogo abierto y de cara a la sociedad sobre la reforma educativa.
Y, vea usted el tamaño de la disposición democrática y de buena voluntad que sólo apareció cuando la situación entró en crisis. Con maestros disidentes de Michoacán y Guerrero, los perredistas acordaron trabajar en una iniciativa conjunta que modifique la reforma educativa y tenga el respaldo de la ciudadanía. ¿Ahora sí?
Ya entrados en gastos, sería interesante que los legisladores metieran mano en el rubro deportivo y llamar a cuentas a los directivos de la Conade y de todas las federaciones, éstos que se han hecho millonarios en nombre del deporte. Cirugía mayor al deporte y quitémonos de dimes y diretes.
¿Y los niños? ¿Y los adolescentes? Entre líderes corruptos, dirigentes mafiosos y funcionarios faltos de valor para poner orden y resolver los graves problemas que hay en el país, imposible transitar en pos de la educación y el deporte de excelencia. Conste.
MIÉRCOLES. ¿Preparando el informe con asesoría de Aldous Huxley? Digo.
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