CIUDAD DE MÉXICO, 23 de agosto (Almomento MX).- Un equipo de científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), construyen y perfeccionan dos exoesqueletos que ayudan a disminuir el esfuerzo físico realizado por trabajadores de la industria al cargar objetos pesados, los robots permiten al usuario aumentar su fuerza para poder cumplir el objetivo sin problema.
Estos exoesqueletos se hacen sobre pedido, dependiendo la morfología de los individuos, se adecuan las medidas físicas, de seguridad, así como la amplitud de los movimiento de los músculos neumáticos, los cuales son los responsables de proveer la fuerza a la vestidura metálica.
El equipo del Laboratorio de la Unidad Mixta Internacional (UMI) del Cinvestav está dirigido por Ricardo López Gutiérrez y lo integran alumnos de maestría y doctorado, quienes trabajan en dos exoesqueletos, uno tipo chaleco de soporte físico para levantar objetos pesados, y otro que recubre el codo para incrementar su fuerza.
Para Irving Rosales Díaz, estudiante de doctorado, el proyecto del exoesqueleto de carga comenzó cuando cursaba la maestría; este robot se enfoca en mejorar el diseño del chaleco metálico para reducir el peso que recae en la espalda al levantar objetos pesados. El robot cuenta con músculos neumáticos que funcionan con el principio de inyección de aire.
Con ello se fortifica el movimiento natural del cuerpo y se provee la potencia necesaria para soportar hasta 70 kilogramos. La resistencia que ejerce el robot es controlada por unos sensores de fuerza, localizados a manera de antena en la nuca del usuario.
Asimismo, el exoesqueleto que recubre el codo es híbrido, porque está construido a base de músculos neumáticos y motores eléctricos, además su estructura está hecha con materiales ligeros y moldeables como aluminio y nylamid. Su capacidad de carga es de 20 kilogramos aproximadamente, especificó el investigador López Gutiérrez.
Todos los trajes fabricados en el Laboratorio UMI contienen sensores de fuerza que controlan los movimientos de los robots, y están conectados a una fuente alterna de energía eléctrica, recalcó el estudiante de doctorado, Irving Rosales.
Hasta ahora, los exoesqueletos fabricados en el Cinvestav están personalizados a la medida del equipo de científicos.
AM.MX/kica
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