CIUDAD DE MÉXICO, 16 de septiembre (AlmomentoMX).- Uno de los grandes retos en torno a la regulación de la marihuana es instrumentar un esquema operativo de protección a la salud que incluya minimizar el acceso, disponibilidad y uso entre los adolescentes, afirmó el presidente de la Comisión Nacional de Bioética, Manuel Ruiz de Chávez, durante el Foro Bioética y Reducción del Daño en el Consumo de Marihuana en Adolescentes.
El consumo de alcohol, tabaco, marihuana y otras drogas, pueden poner en peligro no solo su salud actual, sino también la de años posteriores, advirtió.
Muchos adolescentes, señaló, se ven sometidos a presiones sociales a edades cada vez más tempranas, lo que entraña para ellos un elevado riesgo de sufrir accidentes, violencia, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual (ITS), lo que afecta su capacidad para crecer y desarrollarse plenamente.
Por ello, agregó, corresponde a la bioética reflexionar sobre las necesidades de salud de los adolescentes de acuerdo con sus características físicas, psicológicas y sociales, para incidir en el desarrollo de políticas públicas que atiendan las características de este grupo etario.
Asimismo, dijo, se debe poner énfasis en el tratamiento y prevención del consumo de marihuana, como también a la calidad de la atención y respeto por los derechos humanos en los centros de atención a adicciones.
Ruiz de Chávez aseguró que la reflexión bioética resulta imprescindible para lograr condiciones de justicia y respeto a los derechos humanos en todos los ámbitos de la salud, desde la investigación básica hasta el desarrollo de infraestructuras y políticas públicas.
En este foro, organizado por la CONABIOÉTICA, junto con la Academia Nacional de Medicina, se discutió las implicaciones que en materia de salud pública presenta esta problemática en el país.
Ahí, el representante de UNODC en México, Antonio Mazzitelli, puntualizó que dentro de la prevención es fundamental la información sobre los efectos del consumo de sustancias, para fomentar futuras generaciones sanas y responsables.
“Quien quiere tomar alcohol, por ejemplo, que lo tome, pero no conduzca. Que sepa lo que está haciendo y el impacto que las decisiones tendrán en su desarrollo personal, familiar y la comunidad”.
De acuerdo con el Reporte Mundial de Drogas 2013, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), 27 millones de personas en el mundo viven una situación de enfermedad por ingerir estupefacientes.
AM.MX/fm
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