* Hasta que resultó imposible ocultar el agujero en los monederos de los consumidores, reconocen el inocultable decrecimiento económico
Gregorio Ortega Molina
Lilia Arellano, Francisco Rodríguez, Francisco Gómez Maza, Pablo Cabañas, entre otros, son de los pocos columnistas que escribieron sobre la recesión en la que hundieron al país, desde el momento en que la política económica agujereó los monederos de las amas de casa.
Los más se sumaron a ese empeño de la era de oro del priismo: negar la realidad aunque se los lleve el tren… pero los desmintieron.
Agustín Carstens, gobernador del BM, y su grupo de expertos en economía y en decir la verdad, se tardaron más de un año para deglutirla y reconocer, ante la sociedad, lo que ésta ya padecía.
Por voz de Daniel Chiquiar Cikurel, director de investigación del BM, la institución reconoce que la pérdida de dinamismo de la economía mexicana afecta todas las regiones del país. Incluso en la región centro-norte, donde se asienta parte de la industria automotriz, se observa “una notoria desaceleración”, mientras que el norte y el sur acusan caídas en su producción.
Quizá tardaron más de un año en decidirse a usar el término desaceleración, para eludir la palabra recesión y no causar mayor temor del que ya padecemos, a causa de la situación económica.
Textualmente y en público, durante la presentación del Informe sobre las economías regionales, indicó: “La debilidad en los niveles de actividad productiva nacional en el segundo trimestre se reflejó en la mayor parte de las regiones del país”.
Para elaborar el reporte, dividieron al país las regiones: Norte: Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas; Centro Norte: Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas; Centro: Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, y Sur: Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Advierten así, que durante el segundo trimestre del año en las regiones Norte y Sur sucedió una caída en los niveles de producción, luego de la expansión de la actividad registrada entre enero y marzo. En tanto, en la del Centro se registró un estancamiento, mientras que en la Centro-Norte ocurrió una “notoria desaceleración” respecto al crecimiento observado en el trimestre previo.
El informe atribuye la desaceleración a un menor nivel de actividad en la industria de la construcción y de la minería, así como a una pérdida de dinamismo en el comercio, si bien las manufacturas y el turismo continuaron presentando un desempeño relativamente más favorable.
Empiezan a aparecer las auténticas razones por las cuales Luis Videgaray debió despedirse del salario que cobró, pero no del poder que lo preserva de todo mal.