En este chingado país, LA VIDA, MI VIDA, NO VALE NADA, NO VALIA NADA. Supongo que esta es la razón por la que ahora mismo me siento como me siento: DESVALUADO, TONTO, RIDICULO Y ESTUPIDO. ¡Qué injusta ha sido la vida conmigo! Que una enfermedad como esta me haya reducido a lo más vil; no, ya no quiero mencionarlo.
Un mexicano muy poco puede avanzar en esta vida, unos a otros se chingan entre sí. Octavio Paz siempre tuvo razón. ¡Qué más podría yo decir sobre la chinga esencia de un ser mexicano! Cielos, ¡por qué tuvo que sucederme esto! Mi propia enfermedad fue y ha sido como la misma esencia de un mexicano: ME CHINGÒ, ¡JAMAS ME DEJÒ AVANZAR! Y hoy, después de luchar tanto, aquí me encuentro, SIN RUMBO, SIN ANIMO, SIN GANAS DE PONERME DE PIE Y… ME SIENTO ATRAPADO.
Una persona como yo, que jamás ha tenido vida… Otra vez vuelvo a decirme: Jamás creí que tener rinitis fuese a doler lo indecible. Y hoy, ahora mismo, aquí estoy, tratando de superar todo este horrible trauma de la propia enfermedad y sus síntomas: dolor, ardor aquí en mi cara, ojos y frente. Dolores de cabeza, insuficiencia respiratoria, obstrucción de las fosas nasales… visión borrosa. Vaya, supongo que confesarlo es una buena señal. Antes, la intensidad del dolor en todo mi cuerpo no me lo habría permitido.
Y vuelvo a lo mismo, pero antes quiero decir que no he de mencionar nada “sobre mis mocos”. Decía. Ahora que estoy “saliendo hacia adelante”, AHORA QUE ESTOY SUPERANDO LO IMPOSIBLE, ¿A DÒNDE, O HACIA QUIEN PODRIA YO ACUDIR? Haber tenido esta enfermedad que me aniquiló por completo, vuelvo a meditarlo, es igualito a haber nacido chingado. Y un día, finalmente, todo se me hizo más grande. Pero yo no lo entendía, el dolor tenía secuestrado a mis sentidos…
Mi enfermedad, y es triste decirlo, es como este país, México: ES TRISTE, CAUSA DOLOR, LOCURA, SIN SENTIDO; DESESPERACION, ANGUSTIA… ES TENER UN VACIO. Duele, ¡duele muchísimo! Y ya estoy harto y cansado, harto y cansado de no poder tener una vida… Cielos, ¡qué difícil es tener esta enfermedad, y qué triste es ser mexicano! ¡Qué triste es ver y darme cuenta de que jamás pude hacer nada por este país que tanto se parece a mí; es un algo que agoniza!
Pero nadie se da cuenta, nadie puede o nadie quiero hacerlo, o peor aun, NADIE SE ATREVE A HACERLO. Oh, México enfermo, ¡qué tanto te pareces a mí! México humillado, México vejado, México saqueado; ¡qué tanto te pareces a mi! Y no tienes a nadie quien te defienda, JUSTO COMO YO NO TENGO A NADIE QUE LO HAGA POR MI. Oh, México triste y enfermo, ¡vaya que si somos igualitos tú y yo!
Un país sin rumbo, como yo, UN PAÌS SIN ESPERANZA, como yo, UN PAÌS QUE A DIARIO MUERE, como yo, sí, pero que nadie se da cuenta. ¿Por qué? ¡Qué miedo siento por todo, sí, pero más que nada, qué miedo siento por darme cuenta de mi realidad, y por la realidad de este país tan pero tan enfermo.
MEXICO… TÙ Y YO SOMOS IGUALES.
A. Smart.