Claudia Rodríguez
El debate del debate dominguero entre los candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos; la candidata demócrata Hillary Clinton y el aspirante republicano Donald Trump: tiene muchas aristas sin duda.
En primerísimo lugar habría que destacar y dado que ese es el objetivo de tales encuentros entre candidatos presidenciales, que nos guste o no, la única que tiene conocimientos en diversos temas de la política estadounidense e incluso exterior, es la señora Hillary Clinton, a Donald Trump le falta mucho y se muestra imaginativo –agresivo– pero no versado.
En segundo lugar, está claro que lo de ayer fue un espectáculo grotesco en donde aunque Hillary es la dama entre dos machos encumbrados y poderosos que usan y ven a las mujeres como objetos; lo de ayer develó cómo el sexo y el poder van de la mano en Estados Unidos y en muchos otros puntos del orbe.
Donald Trump dicen, ganó el debate desde la perspectiva que fue el que más atacó, asumiendo claro que todo se resumía a un espectáculo y no a dirimir ideas. Empero fue Hillary Clinton quien sonrió, aguantó y hasta evadió para su conveniencia e intentó no caer en la provocación.
Hoy lunes, luego de la evaluación necesaria de este encuentro entre candidatos, los analistas señalan que es Hillary la que se coloca a la delantera en las preferencias electorales, pese a que fue vilipendiada por el señor Trump, hasta el extremo de amenazarla con la cárcel, a lo que hoy mismo la vocera de Trump advirtió que sólo se trataba de una broma.
Llama la atención también, como en las discusiones post debate de los analistas de todos los puntos de la geografía mundial, ya nadie puede ser imparcial respecto a la menor o mayor empatía o disgusto por uno u otro candidato, sobre todo, claro, cuando a la economía mundial la tienen en vilo.
Qué decir de la mexicana que hoy, tras el debate dominguero, el segundo entre Hillary y Donald, ganó unos centavos. Lo cual, dicen los que saben del tema, reafirma que la candidata Clinton fue la ganadora.
Todavía faltan días agónicos de este lodo para muchos, no sólo para Clinton y Trump.
Acta Divina… “Los Estados Unidos son muy importantes para México, y México es muy importante para Estados Unidos. Compartimos la frontera más activa del mundo, cruzada legalmente todos los días por más de un millón de personas y más de 437,000 vehículos. Más de 6 millones de empleos en E.U. dependen directamente de nuestro comercio bilateral, que va de la manufactura a la tecnología y actualmente incluso a la energía, como resultado de la reciente reforma energética de México”: se lee en las cartas invitaciones que el presidente Enrique Peña Nieto giró a los candidatos presidenciales de Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump.
Para advertir… De la dependencia al servilismo.
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