Según DOING BUSSINES del banco mundial, del análisis de 189 países con la facilidad para hacer negocios, nuestro país ocupa los siguientes puestos en diferentes clasificaciones:
Facilidad de hacer negocios (clasificación): 38
Apertura de una empresa: 65
Manejo de permisos de construcción: 67
Obtención de Electricidad: 72
Registro de propiedades: 106
Obtención de crédito: 5
Protección de los inversionistas minoritarios: 57
Pago de impuestos: 92
Comercio transfronterizo: 59
Cumplimiento de contratos: 41
Resolución de la insolvencia: 28
Si lo comparamos con 189 no se ve mal, pero es necesario dejar las frías e inhumanas áreas de los números y las estadísticas y adentrarnos en el día a día de lo que viven los pequeños y medianos negocios en México, los grandes también aunque normalmente para llegar ahí tienen que pasar por las dos primeras etapas, para saber que en ocasiones pareciera que todo está contra ellos.
Y es que varios de estos números se vienen abajo cuando entramos al terreno de lo real, cuando alguien entusiasmado abre su negocio y se presenta con las distintas autoridades o instituciones para realizar sus trámites y se encuentra con una pared infranqueable que en muchos de los casos acelera el cierre del negocio o ni siquiera alienta la apertura del mismo.
Para comenzar, los nuevos y modernos agiotistas que es en lo que se han convertido los bancos que están en México, porque no podemos decir que sean mexicanos, a esos no les importa financiar para generar riqueza que se permee a la población, no les interesa levantar el piso económico para trabajar en un país de gente solvente, ya ellos encontraron que las altas tasas, con recuperación total de cartera o no, son bastante redituables y como la riqueza que recuperan no es para usarla en este país, pues no tiene caso jugársela con proyectos de gente para ellos soñadora, que finalmente les van dejar montones de dinero por medio de créditos de nómina mientras sigan en sus trabajos mal pagados que los orillan a solicitar créditos para medio vivir. El que te pidan tener una propiedad para que te den un crédito para proyecto de negocios a veces suena un poco a burla.
Y luego caemos en el área burocrática, donde ya sea por trámites o por obligaciones legales, entra uno en un área pantanosa de donde difícilmente puede salir, y en caso de hacerlo, llega tan desgastado que poca energía o economía queda para poder continuar con los proyectos que se tienen en mente.
Hay algunos estados de la república donde se han intentado interesantes casos de agilización de trámites, pero como casi todo en México, responden más a la iniciativa de alguien con sentido común que cubre determinado tiempo una labor pública, a que realmente sea una política de estado para auxiliar a los proyectos a iniciar y consolidarse.
Porque si de algo estoy convencido pues lo he visto a través de estos años, es que el mexicano es emprendedor y le gusta ser independiente solo que, haciendo de lado que en ocasiones no está preparado, poca ayuda, o no digamos ayuda, poca facilidad encuentra de las instituciones, encargadas de hacerlo, para crear negocios prósperos que generen empleos y riqueza.
Traté de enviar éste artículo a los bancos y a la secretaría de economía pero respondieron que antes tienen que verificar mis datos…
Jorge A. Barrientos