Foto: Revista Tucán
CIUDAD DE MÉXICO, 18 de octubre (AlMomentoMX).- En el mundo menos de 10 países regulan la eutanasia; en México, el 68.3% considera que un paciente en fase terminal y dolorosa de su enfermedad debería tener la opción de adelantar su muerte si así lo desea.
De acuerdo con la primera Encuesta Nacional sobre Muerte Digna 2016, el 58.3% está de acuerdo en que el doctor aplique directamente sustancias letales al enfermo terminal que lo solicite para acelerar su deceso (eutanasia) y 56.4% opinó que se proporcione al paciente las sustancias letales para que él las tome por sí mismo (muerte o suicidio médicamente asistido).
Durante la mesa de diálogo “La eutanasia en el mundo, derecho a la muerte digna”, especialistas lamentaron que no haya un reglamento adecuado en la materia y acusaron a la jerarquía católica y de otras religiones, las cuales asumen que existe un dios y éste es el único que da y quita la vida, de este retraso jurídico.
Explicaron que ante las proyecciones demográficas del envejecimiento en el país se debe modificar el marco legislativo y promulgar leyes en favor de la eutanasia que respondan a los dilemas éticos y condiciones de salud que los mexicanos enfrentarán en el siglo 21.
De acuerdo con cifras oficiales, 21.5% de la población en el país (32 millones) tendrá 60 años o más en 2050.
Amparo Espinosa Rugarcía, presidenta de Por el Derecho a Morir con Dignidad, lamentó que en México estas prácticas sean ilegales y que la penalización por (practicar) la eutanasia es de 12 a 24 años de prisión y por la muerte médicamente asistida es de dos a cinco años, dependiendo de la razón de compasión, según valore el juez.
Expuso que a 62% no le preocupa, o muy poco, la forma de morir. Mientras que solo el 19% de los entrevistados sabe que se puede firmar una voluntad anticipada para dejar claros sus deseos respecto de cómo quiere ser tratado en el proceso final de su vida, de estos, sólo 4.3% ha firmado uno de esos documentos.
De acuerdo con el estudio, cerca del 70% de los entrevistados, que se definieron a sí mismos católicos, dijeron estar de acuerdo con que el enfermo terminal adelante su deceso. Y 63.6% del total quisiera tener la posibilidad de pedir ayuda en esos casos.
Entre médicos de la Ciudad de México y Puebla, en instituciones públicas y privadas, la opinión sobre la eutanasia y la muerte asistida está dividida en la mitad en favor y la mitad en contra. El freno principal son las limitaciones de la legislación actual.
AM.MX/dsc
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