MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
Rafael Moreno Valle Rosas ha demostrado, desde aquellos días en que renunció al PRI, el tamaño de su apetito de poder. Hoy quiere dividir al PAN y quedar bien con Enrique Peña Nieto. ¿Le han salido mal las cuentas?
Asido de la mano de la maestra Elba Esther Gordillo Morales, Rafael apostó a apropiarse del estado de Puebla y lo logró. Es el virrey; dio golpe de estado técnico a los Poderes Judicial y Legislativo locales.
Su palabra es ley, controla a los diputados poblanos locales y federales, bueno, a siete de los nueve que coordina uno de ellos, su operador político en la Cámara de Diputados, Eukid Castañón, quien fracasó en la idea de ser presidente de la Mesa Directiva camaral y soterradamente le hizo la guerra a Ricardo Anaya. No sorprende el actuar de Eukid, tiene fama…
Lo cierto es que Rafael apostó a apoderarse de la candidatura del PAN a la Presidencia de la República y ha emprendido la tarea oficiosa de quedar bien con el presidente Enrique Peña Nieto y atar alianzas legislativas, en una muestra de lo que hace unas semanas declaró ante diputados federales del PAN: él ha asumido la negociación del paquete económico de 2017 con el secretario de Hacienda, Antonio Meade Kuribreña.
En el diccionario del virrey del estado de Puebla no existe la palabra lealtad. En cambio, prohíja el adjetivo oportunismo y apisona la praxis del verbo traicionar. Ejemplos hay varios; el más reciente se escenificó el jueves de la semana pasada en el pleno de la Cámara de Diputados, dos días después de que Moreno Valle fuese ponderado por el presidente Enrique Peña Nieto durante la entrega del Viaducto elevado, segundo piso sobre la autopista México-Puebla, en el tramo de 15.3 kilómetros que va de la planta Volkswagen al estadio Cuauhtémoc.
¿Cree Moreno Valle Rosas que cuenta con el apoyo del presidente Enrique Peña Nieto para buscar la Presidencia de la República, mediante la división del PAN para apoderarse de un segmento fiel y apoyado en un selecto grupo de prohombres del panismo con alianzas en Movimiento Ciudadano y Nueva Alianza?
El martes de la semana pasada en la entrega del Viaducto elevado de la ciudad de Pueblas, Enrique Peña Nieto refirió en su discurso el alcance de ese tipo de obras, especialmente en tratándose de que Rafael fue priista y es gobernador de filiación panista.
“Aquí no importa cuál sea el signo político que tengan los gobiernos que trabajamos para servir a la sociedad que nos ha depositado su confianza.
“(…) No importando cuál sea el Gobierno, ni importando el origen partidario que tengan, para el Gobierno de la República, y así lo hemos acreditado, y quien diga lo contrario que lo pruebe, porque lo único que tenemos hoy por prueba y por acreditación es que el Gobierno de la República se ha adherido a los esfuerzos de cualquier gobierno, no importando, repito, qué origen partidario tengan, pero cuando tienen un proyecto o un plan constructivo y propositivo, y positivo, y viable para realmente impulsar el desarrollo de sus entidades o de sus municipios, siempre tendrán por aliado al Gobierno de la República”, dijo el Presidente.
¿Entendió Moreno Valle al mensaje presidencial como espaldarazo a sus aspiraciones? ¿Hubo un, digamos, “acuerdo de la autopista”, para que el panismo legislativo poblano le hiciera un favor al PRI en la Cámara de Diputados y no le metiera ruido a la discusión de la Ley de Ingresos que se votaría dos días después en el pleno camaral? ¿Joder al PAN, es decir, a Marko Cortés y a Ricardo Anaya?
“Yo no sé quién sea el gobernador o la gobernadora dentro de 30 años, pero tendrán mucho que agradecerle a Enrique Peña Nieto”, dijo Moreno Valle en su discurso durante ese acto.
Y, bueno, dos días después durante la votación de la Miscelánea Fiscal, como soporte de la Ley de Ingresos, cuando se planteó la aprobación de los artículos reservados, es decir, en lo particular en materia de las leyes del IVA y del ISR además del Código Fiscal de la Federación, siete de los nueve diputados federales del PAN decidieron ir con la iniciativa propuesta por el gobierno federal.
La instrucción, como procede en la bancada del PAN, era votar en contra de que se desechara la discusión, en lo particular, de la miscelánea y, por ende, de la Ley de Ingresos. En tribuna, el coordinador de la diputación federal panista, Marko Cortés, pidió que se asentara en el diario de los debates que el PAN había votado contra los artículos reservados, pero Eukid Castañon, con la voz de Rafael Moreno Valle, igual solicitó asentar que la bancada poblana de Acción Nacional había votado a favor del dictamen, es decir, contra la decisión mayoritaria de su partido.
Pero la pretensión del virrey poblano fue acotada por los diputados federales poblanos albiazules y que, sin duda alguna, le deben muchos favores. Juan Pablo Piña Kurczyn, hijo del ex gobernador poblano Mariano Piña Olaya, y Sergio Gómez Olivier, quien hace poco fue actor de un escándalo por poseer un zoológico –“Los animalitos”—en Tehuacán, que fue salvado por Moreno Valle mediante una medida que, al final, benefició al hoy diputado federal.
El PAN buscaba retomar la discusión para hacer deducibles las prestaciones sociales, bajar el IVA en la frontera y, en lo general, de 16 a 12 por ciento, además de que el Impuesto Sobre la Renta de se redujera de 35 a 28 por ciento. Eso metería en complicaciones a la bancada del PRI, pero en especial a la política económica de Peña Nieto en esos rubros.
Hugo Alejo Domínguez, Lilia Arminda García Escobar, Rubén Alejandro Garrido Muñoz, Miguel Ángel Huepa Pérez, Genoveva Huerta Villegas y Mónica Rodríguez Della Vecchia, además de Eukid Castañón recibirán, no lo dude usted, uno de esos premios que suele entregar Moreno Valle Rosas con cargo al erario estatal.
Por cierto, por la mañana del jueves de la semana pasada, Juan Pablo Piña Kurczyn posteó en su cuenta de Facebook: “Esta mañana en TV3 Noticias dejé en claro que el Grupo Parlamentario del PAN propone bajar el Impuesto Sobre la Renta a 28% para fomentar las inversiones y la creación de empleos en México. A ver si los diputados del PRI lo aceptan, se vota hoy…”
Tenía claro su voto. ¿Fue plan con maña para dar la idea de democracia en la bancada federal poblana? Sea como sea, el virrey Rafael Moreno Valle Rosas abrió sus cartas, pretendió dividir y joder al PAN en la Cámara de Diputados. Si negoció el apoyo a ultranza con el presidente Peña Nieto, las facturas habrán de cobrarse en breve, porque Rafa no da paso sin huarache. De ese tamaño es su ambición de poder. Digo.
LUNES. Por cierto, el sábado último, en Puebla, al ex presidente de la Cámara de Diputados y distinguido perredista Jesús Zambrano Grijalva le dijeron que hay denuncias de militantes, de la propia presidenta estatal en el sentido de que el gobernador está haciendo una afiliación masiva a su partido.
“El gobernador no está haciendo ninguna afiliación al PRD porque él ni siquiera es del PRD”, respondió Zambrano. Conste.
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