Por Magdalena García de León
Como hemos visto las guerras intestinas en los partidos políticos, no solo en México, pero esas son las que ahora nos ocupan están a la orden del día.
Los panistas fundamentalistas, o son los otros, están por que su presidente nacional, Ricardo Anaya, deje el cargo para competir en igualdad de circunstancias por la nominación o la candidatura a la Presidencia de la República.
Dicen, y no sin cierta razón, que se placea a diestra y siniestra aprovechando el cargo y los recursos del partido, a los que los demás aspirantes no tienen.
Esto no es del todo cierto, porque Rafael Moreno Valle, aprovecha hasta el último pesito que puede del erario de Puebla. Sino explíquenme que hacen microbuses de la Ciudad de México con su foto a todo color y de gran tamaño. Yo, al igual que muchos capitalinos lo hemos visto. No todos saben de quien se trata pero a algunos si les mueve la curiosidad, otros lo ven como si fuera un anuncio de shampoo o cualquier otra cosa y no les hace mella.
Los que están contra Ricardo Anaya no necesariamente están a favor de Margarita Zavala o de Moreno Valle, algunos muy en su interior quieren creer que tienen posibilidades, pero lo único que están haciendo es dividir a su partido, o debiera decir a sus partidos, porque en el mismo caso están otros como el PRI y el PRD.
Los demás no entran en esta clasificación, porque MORENA ya sabe que nadie tiene la mas mínima posibilidad ese lugar le corresponde única y exclusivamente al Peje. Razón y motivo para crear el mentado partido. Que AMLO sea el candidato permanente a la Presidencia de la República por ahora y siempre amen.
Esto en el caso del candidato a la Presidencia, pero en el del próximo candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de México es otro cantar. Ya tienen muy bien afiladas sus uñas por lo menos dos aspirantes, Martí Batres y Ricardo Monreal. Dénles 5 minutos más y se van a empezar a dar hasta con la cubeta.
Los otros partiditos, o satélites PPS y PARM, Frente cardenista, del Trabajo o como se llamen ahora las lunas del PRI se van a sumar a su candidato, el que sea, y le sirven pues le roban votos a partidos más serios, pero bueno, eso todos lo sabemos. Sé que no estoy descubriendo el agua tibia.
En el PRD las cosas no son diferentes, como lo han sido en los últimos años, son capaces de desprestigiar a quien encabeza el partido por pura venganza personal, coraje porque tiene más adeptos o cualquier otro pretexto es bueno y entonces crean otro partido pues al original lo dejaron para la basura… (Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. ¿Verdad?).
Siempre me ha gustado mucho la ficción.
Otros que sin querer queriendo, como diría uno de los más grandes héroes populares, con sus pretensiones de ser candidatos independientes y sin que sus inmensos y terribles egos les permitan darse cuenta que solo si hay un candidato independiente tendrá posibilidades, pero si son mas, uno o miles solo permitirán que continúe el PRI en el poder.
Y creo que eso no lo quieren ni algunos priistas.
Algo que me llama la atención, y que es solo una percepción, puedo estar terriblemente equivocada, pero me da la impresión de que el presidente Enrique Peña Nieto está hasta el moño de ser presidente y que lo único que anhela es que sea el 1º de diciembre de 2018. Es una impresión como lo fue durante el sexenio de Fox de que a él lo que de verdad le gustaba era ser candidato, pero no ser presidente. Claro que el Título lo quiere seguir ostentando aunque ya solo sea EXPRESIDENTE y que obligue a la gente a que así lo llame como el tapete de Arath de la Torre (¡Qué pena ajena!)