Claudia Rodríguez
En efecto, no es creíble que el presidente de México, Enrique Peña Nieto se despierte día a día y de inmediato quiera traer a su consiente alguna idea del cómo perjudicar al país… a los mexicanos.
Pero tal vez sí sea necesario y hasta imperativo que cada vez que se levante por las mañanas Peña Nieto; busque, idee o formule una estrategia para atender un asunto de las tantas emergencias nacionales que tiene nuestro país y no continué con la exigencia de hablar bien de México para revalorar nuestra imagen en el extranjero. Lo que importa es lo que hagamos todos, dentro y para toda la sociedad, no para unos cuantos.
Qué tal re direccionar el rumbo que están tomando tanto Petróleos Mexicanos (Pemex) como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que ni con todo y la llamada Reforma Energética, así como el aumento a los combustibles y a la electricidad, logran detener las pérdidas que sólo para el último trimestre de este 2016 muestran una grave caída.
Contribuyen al fracaso de la CFE el que otras empresas estén creando proyectos para generar su propia electricidad, así que ni con todo y que la empresa elevó este primero de noviembre sus tarifas industriales y residencial de alto consumo parece se logrará detener su caída.
El caso de Pemex es también crítico por diversas razones: desde que existe una mayor oferta a la demanda de la mezcla mexicana, el aumento a las gasolinas, el uso de gas natural con mayor frecuencia, la mayor eficiencia de motores de todo tipo y el robo de combustible.
En factor pérdida que caracteriza a ambas; son las pensiones que ahogan su actual presupuesto y compromete el del futuro, incluso inmediato al 2017 y claro, los dispendios en sueldos y prestaciones para la alta burocracia.
El hecho es que a inicios del tercer trimestre de este 2016, los ingresos de Pemex retrocedieron 14%, en tanto los de la CFE 4%. Pemex acaba de reportar la pérdida de 113 mil millones de pesos en sólo tres meses con todo y la reingeniería de tan publicitada de su director, José Antonio González Anaya.
Estas empresas que movían parte importante de la economía nacional en otros años se desdibujan de manera irremediable.
No es el mercado global, no son las elecciones en los Estados Unidos las únicas que mueven los hilos de la política “a la mexicana”.
Lo peor de todo es que los pasivos de Pemex y CFE son deuda pública a partir del 2014.
Acta Divina… La producción podría estabilizarse nuevamente en 2018, luego de la reestructuración de Pemex, advirtió a medios José Antonio González, director de la petrolera.
Para advertir… Hoy a las 11 de la mañana presentación del nuevo, otra vez, programa de reestructuración de Pemex.
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