Acá en el sureste del país, corrimos a preguntarle a nuestros paisanos los mayas, los chontales, los lacandones a la gente del campo, de los ingenios, cuáles eran sus planes ahora que había ganado Trump, qué si no les preocupaba lo que iba a suceder, y nos vieron con la misma cara que si les hubiéramos preguntado cómo pedían su café en Starbucks. A ellos eso no les importa, las cosas son simples el café es café, muchos ni saben que había alguien que se llamaba Trump, así como no saben, ni les importa, lo que es Starbucks, ellos lo que tienen es hambre, ganas de vivir bien y en paz y eso no se los debe dar ni Hillary ni Trump, eso se los debe dar su país.
Los auténticos mexicanos nos pueden dar una lección, y digo los auténticos mexicanos porque quién si no ellos pueden llamarse así, o acaso podemos llamarnos así, nosotros que siempre estamos esperando tomando café extranjero, nosotros que siempre esperamos la ropa americana de temporada, nosotros que a lo que vemos moreno le llamamos “naco”, nosotros que cuando salió el anuncio aquel de los apellidos que podían solicitar la ciudadanía española andábamos en chinga buscando el nuestro.
En un país tan golpeado por todo y por todos, el que gane Trump debería ser cuestión informativa y nada más, deberíamos estar preocupados por cómo vamos a sacar nosotros a los parásitos que están acabando con nuestro país, parásitos que se dicen preocupados de cómo les irá ahora a los paisanos cuando fueron ellos y sus políticas los que los expulsaron de su país, pensemos que las deportaciones comienzan aquí cuando por falta de oportunidades nuestros hermanos, nuestras madres, se van en busca de lo que aquí no les ofrecen, una vida digna.
Porque, en realidad quién cree que de haber ganado Hillary, a México se le iban a terminar los problemas, por medio de correos electrónicos divulgados por el departamento de estado norteamericano sabemos que fue ella la que gestionó o aceleró la apertura petrolera en México, así que la gran salvadora de México y del mundo no creo, y digo del mundo porque como secretaria de estado fue una persona de alta belicosidad, si no creen chequen quién ha estado detrás del conflicto Sirio, y hay algo que se nos olvida en nuestro egoísmo de siempre, muchos de esos que votaron por Trump tienen hijos y están cansados de verlos regresar en ataúdes, o locos, por guerras que, ni quieren, ni entienden y, para ellos, Hillary representaba la continuidad de esas guerras.
A ver qué cara va a poner el mundo en caso que Trump rompa la tensión que hay con Rusia, y que ha tenido al mundo al borde de un colapso en los últimos meses, la cual Hillary y Obama habían ayudado a incrementar, y como mexicanos, que según son los que nos importan, no hay que olvidar que con Obama se rompieron records de deportaciones de paisanos; las cosas no son negras ni blancas, dejemos de calificar a los buenos y a los malos, hay muchas cosas en juego y muchos matices en el mundo.
Muchos americanos, a la hora de votar, no pensaron como mexicanos, como alemanes, como rusos ¿Saben por qué? Porque no lo son, son americanos, y así deberíamos hacer nosotros, pensar como mexicanos, otro de nuestros grandes paradigmas, siempre preocupados en el que dirán los demás, siempre queriendo agradar, por eso los que manejan las campañas usan el sentido snob para influenciar el voto y hacen que sea “naco” no votar por el candidato de moda, por el más bonito, por el de mejor clase, por el mas “nice”, aunque a la vuelta de unos años nos esté llevando el carajo.
De manera que pongámonos a trabajar en lo nuestro, a defender lo que es nuestro y si, por qué no, a imitar y consumir, de otros lados, lo que vale la pena, y no la basura que solo enajena nuestras mentes, nuestros cuerpos y que nos quita el sentido de pertenencia, pero de pertenencia real, no ese modo romántico y retrógrada, de defender lo mexicano a lo “macho” o de “dientes para afuera” si no siendo prácticos, inteligentes, audaces y llevando nuestra imagen a nuevas fronteras, a competir con quién sea y consumir lo nuestro porque es bueno y no porque es mexicano.
Pero antes que nada a remover parásitos, porque esos son nuestro verdadero Trump, esos si le están rompiendo la madre a México, esos si construyeron un muro de ignorancia, violencia y corrupción que nos tiene a todos divididos y sin poder cruzar la frontera hacia un país próspero con un futuro brillante, y ese no es un país extranjero, es aquí mismo, es México.
De manera que, “a lo que te truje chencha”.