Francisco Medina
CIUDAD DE MÉXICO, 8 de diciembre (Al Momento Noticias).- John Lennon, cofundador de los Beatles y una de las figuras más emblemáticas de la música, fue asesinado el 8 de diciembre de 1980 por Mark David Chapman, un fanático que le propinó cinco balazos por la espalda en el exterior del edificio Dakota de Nueva York.
Ese 8 de diciembre, a las 5:00 p.m., Lennon y Ono abandonaron su apartamento para mezclar la pista “Walking on Thin Ice”, una canción de Ono con Lennon en la guitarra principal, en Record Plant Studio.
Mientras Lennon y Ono caminaban hacia su limusina, fueron rodeados por varios individuos que buscaban autógrafos; entre éstos, Mark David Chapman. Era común que los fanáticos esperaran fuera del edificio Dakota para ver a Lennon y obtener su autógrafo. Chapman, un empleado de hospital de 25 años de edad y proveniente de Honolulu, Hawaii, había ido por primera vez a Nueva York para matar a Lennon en noviembre pero cambió de opinión y regresó a su hogar. Silenciosamente, le entregó a Lennon una copia de Double Fantasy, y Lennon lo firmó. Tras hacerlo, Lennon cortésmente le preguntó, “¿Es todo lo que quieres?”, y Chapman asintió. El fotógrafo y fan de Lennon, Paul Goresh, tomó una foto del encuentro.
Los Lennon pasaron varias horas en el estudio Record Plant antes de regresar al edificio Dakota a las 10:50 p.m. Lennon no quiso comer fuera para poder estar en casa a tiempo para dar las buenas noches a su hijo de cinco años, Sean, antes de que éste fuese a dormir, y porque a Lennon le agradaba complacer a los fans que habían esperado un largo tiempo para verlo fuera de su hogar con autógrafos o imágenes. Salieron de su limusina en la Calle 72, a pesar de que el coche podría haber ido hacia el patio, más seguro.
El portero del edificio Dakota, José Sanjenís Perdomo, y un conductor de un taxi, vieron a Chapman parado en la sombra del arco. Ono caminó delante de Lennon hacia la recepción. Mientras Lennon pasaba, Chapman disparó cinco balas de punta hueca a Lennon con un revólver .38 Special de Charter Arms. En la radio, televisión, y periódicos se reportó entonces que, antes de los disparos, Chapman gritó “Sr. Lennon” y se dejó caer en una “posición de combate”, pero esto no se menciona en las audiencias judiciales ni en las entrevistas con los testigos.
Chapman ha dicho que no recuerda haber gritado el nombre de Lennon antes de dispararle. Un tiro falló, pasando por encima de la cabeza de Lennon e impactando en una ventana del edificio Dakota. Sin embargo, dos tiros dieron a Lennon en el lado izquierdo de su espalda y dos más penetraron su hombro izquierdo. Las cuatro balas infligieron graves heridas, con al menos una de ellas perforando su aorta. Lennon subió cinco peldaños hacia el área de seguridad, dijo “me dispararon” y se desplomó. El conserje Jay Hastings cubrió a Lennon con su uniforme, y le quitó las gafas; luego llamó a la policía.
En el exterior, el portero Perdomo quitó la pistola de la mano a Chapman y la pateó lejos de la acera. Chapman, a continuación, se quitó el abrigo y sombrero para prepararse de la llegada de la policía para mostrar que no llevaba ningún tipo de arma oculta y se sentó en la acera. El portero Perdomo le gritó a Chapman “¿Te das cuenta de lo que has hecho?”, a lo cual Chapman con mucha calma respondió “Sí, acabo de disparar a John Lennon”.
David Chapman, el hombre que le quitó la vida al músico, insiste en que se le deje en libertad, sin embargo sus peticiones han sido rechazados.
El origen de una leyenda
John Winston Lennon nació el 9 de octubre de 1940 en Liverpool, Reino Unido. Su padre, Fred Lennon, abandonó a su familia, por lo que su madre Julia Stanley, al verse sola, dejó al pequeño John a cuidado de su hermana Mimi.
John estudio la carrera de arte, en donde conoció a Cinthia Powell, con quien se casó en 1962, unión de la que nació Julian; el matrimonio duró sólo tres años.
Durante su adolescencia, Lennon creó la banda llamada The Quarrymen (1956), con la que actuaba en el colegio.
En una de sus presentaciones, el 6 de julio de 1957, conoció a Paul McCartney. Poco después llegó George Harrison, quien con 14 años se convirtió en el guitarrista líder, más adelante se unió Stuart Sutcliffe, amigo de Lennon en la escuela de arte, como bajista, así nació The Beatles, nombre que los inmortalizó en el mundo del rock.
Describir la turbulenta historia de The Beatles o las marcas musicales y culturales establecidas por John Lennon sería un ejercicio de lo obvio. Mucho del mundo sabe que Lennon fue el espíritu guía de The Beatles, el grupo que aportó las influencias más populares y profundas de la década de los sesenta antes de terminar amargamente en 1970.
Los Beatles son considerados los más importantes actores que golpearon la escena del rock durante la década de los 60s. Ellos fueron cuatro jóvenes ingleses en botas de tacones altos, trajes estrechos y con corte de pelo en redondo. Cuando aparecieron en el estelar de Ed Sullivan en Febrero de 1964, sesenta y ocho millones de personas (una de las mayores audiencias televisivas en la historia) encendieron sus equipos para mirar su actuación. Inicialmente, ellos no se mostraron tan vulgares e inmorales como habían llegado a conocerse en Inglaterra. Sus canciones como “Love me do”, “She loves you” y “I want to hold your hand”, aparecieron lo suficientemente inocuas. Los padres sintieron que ellos podían confiarles a sus hijas, ya que todo lo que ellos querían hacer era tenerles sus manos.
En 1958, John formó The Quarrymen, nombre que aludía al de su escuela preparatoria. Le pidió a Paul que se uniera a la banda y aceptó hacerle una audición al amigo de Paul, George Harrison. En 1959, The Quarrymen se separaron pero después se reagruparon como Johnny And The Moondogs y después The Silver Beatles. Tocaron en clubes, musicalizando los actos de las desnudistas y pudieron ingresar al Cavern Club de Liverpool. Pete Best entró como baterista y The Silver Beatles partieron de Inglaterra a Hamburgo en donde se convirtieron en donde tocaban ocho horas continuas en el Indra Club. The Silver Beatles se convirtieron en The Beatles y, para 1960, cuando regresaron a Inglaterra, la banda se había convertido en el tema de conversación de Liverpool.
En 1962, John se casó con Cynthia Powell y la pareja tuvo un hijo, Julian. John y Cynthia se divorciaron en 1968. Después, en 1962, Richard Starkey -o Ringo Starr- reemplazó a Best como el baterista de The Beatles y el resto -como Lennon lo ddecía frecuentemente y de manera sarcástica- fue historia del pop”.
Brian Epstein falleció en 1967 por sobredosis de barbitúricos. Lennon contrajo matrimonio en Gibraltar al año siguiente con la japonesa Yoko Ono, enigmática mujer cuyo nombre significa “Hija del Océano”. Ambos hechos fueron jalones de una separación anunciada. Problemas financieros, celos artísticos entre John y Paul, deseos de crear sin el lastre de acomodarse al grupo… todos estos elementos decretaron la disolución del conjunto en abril de 1970. Lennon pronunciará el epitafio del grupo y de la llamada “década prodigiosa” con otra frase escueta y expresiva: “El sueño se ha acabado”.
Algunos seguidores culparon del rompimiento a Yoko Ono, de quién se dijo ejerció una influencia desproporcionado sobre Lennon y con el cual ha colaborado durante los setentas.
A lo largo de los años setenta, mientras sanan las heridas de la ruptura con la reconciliación pública de John y Paul, circulará periódicamente el rumor de una próxima reunión. Varios empresarios llegarán a ofrecer sumas fabulosas para congregarlos en un escenario, pero todo será en vano: cada uno vuela por su cuenta, libres ya del yugo de los Beatles. Para Lennon, los años setenta iban a ser de una enorme vitalidad. Por un lado, se convirtió en un activista del pacifismo. Las fotos de su luna de miel en la habitación de un hotel de Amsterdam, donde aparecía desnudo con su esposa en un gesto de elemental naturalidad, dieron la vuelta al mundo.
Con Yoko había formado la Plastic Ono Band y con ella publicó una docena de discos de larga duración. Su talento como compositor y letrista siguió manifestándose en temas como “Give peace a chance”, “Power to the people” o “Some time in New York City”. Pero su éxito indiscutible fue Imagine, un elepé intensamente personal, editado en 1971, que contenía la canción del mismo nombre cuyo texto llegaría a ser todo un manifiesto pacifista en aquella década conflictiva.
En 1975, cuando termine felizmente su batalla contra la administración del presidente Nixon empeñada en expulsarlo de los Estados Unidos por “extranjero indeseable” y nazca Sean Ono Lennon, único hijo del matrimonio, John desaparecerá totalmente de la circulación y se dedicará a la vida familiar. Durante cinco años, sus comparecencias en público fueron escasas y extraordinarias. Parecía que ni una sola nota ni una palabra más iban a salir de su hasta entonces inquieto espíritu. Pero en 1980 el famoso beatle enclaustrado salió de su mutismo para grabar con Yoko el álbum titulado Double Fantasy. En él pregonaba su eterno amor por su esposa y su hijo con los simples y pegadizos estribillos de siempre.
En otoño de ese año, al explicar los motivos de su regreso a los estudios, Lennon aseguraba: “Hay gente irritada conmigo porque no hago música. Si yo hubiera muerto en 1975, sólo hablarían de lo fantástico que era y cosas así. Lo que les enfurece es que yo seguí viviendo y decidí que lo más importante era hacer exactamente lo que me apetecía. En estos cinco años de silencio he aprendido a librarme de mi intelecto, de la imagen de mí mismo que yo tengo. Las canciones que hago surgen de forma natural, espontánea, sin pensar conscientemente en ellas. En cierta forma, es como volver al comienzo. Tengo la sensación de que estoy ante mi primer disco.”
Días después, el 8 de diciembre de 1980, las balas asesinas de un adorador perturbado terminaron con su vida y lo convirtieron, si es que aún no lo era, en un dios de la modernidad. El escritor Norman Mailer afirmó: “Hemos perdido a un genio del espíritu”. Como reacción inmediata a su muerte, los seguidores de Lennon llevaron póstumamente “Imagine” al número uno de las listas. Nunca tal número de seres humanos habían llorado tanto al escuchar una canción.
A 36 años del asesinato de Lennon, queda el recuerdo de las melodías que compuso pero también de muchas de sus frases que todavía hoy muchos de sus seguidores tienen grabadas en su mente.
Paz, amor, vida, religión, Los Beatles, Yoko Ono… cualquier tema era digno de convertirse en una buena frase para Lennon. Aquí te recordamos algunas de ellas:
Todo es más claro cuando estás enamorado.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día.
La vida es aquello que te va sucediendo mientras estás ocupado haciendo otros planes.
La religión es sólo una manera de sacarles el diezmo a los ignorantes, sólo existe un Dios, y ése no se enriquece como los curas charlatanes
1+1=John+Yoko. Matemática simple.
Cada persona es el reflejo de la música que escucha.
No importa que te ocultes tras una sonrisa y uses ropa linda, si algo no puedes ocultar es lo podrido que estás por dentro.
Cuando hagas algo noble y hermoso y nadie se de cuenta, no estés triste. El amanecer es un espectáculo hermoso y sin embargo la mayor parte de la audiencia duerme todavía.
No puedo creer que me condecoren. Yo creía que era necesario conducir tanques y ganar guerras.
Los Beatles son otro mito. No creo en ellos, el sueño terminó y tenemos que bajar a la realidad. Bueno, al menos yo.
Los Beatles, no eran nada.
No, yo no soy los Beatles. Yo soy yo. Paul (Mc Cartney) no es los Beatles, Brian Epstein no era los Beatles, ni tampoco Dick James. Los Beatles son los Beatles. Por separado son individuos. George (Harrison) también era un cantante individual con los Rebel Rousers, el grupo que tenía antes de unirse a nosotros. Nadie es los Beatles. ¿Cómo podría serlo alguien? Todos teníamos nuestro papel asignado.
Momento a momento, así es que vivimos ahora. Apreciamos cada día y también le tenemos miedo. Podría ser el último día. Suena chistoso, pero cualquier día te podría atropellar un coche o algo así. Estoy empezando a apreciarlo.
Vivir es fácil con los ojos cerrados.
Yoko inspira toda esta creación en mi. No es que ella me inspire las canciones. Ella ME inspira.
Yo inicié la banda. Yo la disolví. Es así de sencillo. Mi vida con Los Beatles se había convertido en una trampa, en una cinta continua… Cuando al fin tuve las agallas de decirle a los otros tres que, entre comillas, quería el divorcio, comprendieron que lo decía en serio; a diferencia de las anteriores amenazas de Ringo y George de marcharse.
Todo va a estar bien al final. Si no está bien, no es el fin.
Soñemos con la paz.
Ser rico no cambia tus experiencias de vida. La única diferencia, básicamente, es que no tienes que preocuparte por el dinero, la comida, tener un techo, etc. Pero todas las otras experiencias, emociones, relaciones son las mismas. Lo sé: fui rico y pobre y Yoko también.
No necesitas una espada para cortar flores.
Mi nombre no es Beatle John. Es John Lennon.
En mi vida solo he tenido dos amigos, Yoko y Paul.
El amor es querer ser amado. El amor es pedir ser amado. El amor es necesitar ser amado.
AMN.MX/fm
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