Moisés Sánchez Limón
Con el acuse de recibido, del clarísimo mensaje del secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, y del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, el presidente Enrique Peña Nieto, coordinadores de senadores y diputados federales, que no los 626 integrantes del Congreso de la Unión, reaccionaron en busca de una respuesta a la urgencia militar de darle marco legal en su actuar en tareas de responsabilidad civil, es decir, de policías en seguridad doméstica.
¿Militarizar al país con una Ley de Seguridad Interna? Los riesgos de legislar al vapor y atender urgencias políticas –“lo que usted diga, señor Presidente”— entrañan escenarios reprobables como medidas impopulares por su perjuicio social. Cuidado con la impronta en asuntos de seguridad.
Porque, mire usted, con la respuesta de botepronto, legisladores del PAN, del PRD y del PRI, especialmente, entre ellos el coordinador de los senadores priistas, Emilio Gamboa Patrón, consideraron como de urgente y obvia resolución llamar a periodo extraordinario de sesiones, cuando aún están en periodo ordinario y no han consensuado una iniciativa disponible para ser analizada y discutida en comisiones con la meta de dictaminarla para ser propuesta al pleno camaral, en la Cámara de Diputados o en el Senado de la República.
Lo cierto es que en ambas cámara hay sendas iniciativas en esa materia que entraña el marco legal del actuar de las Fuerzas Armadas en actividades de seguridad pública, pero…
En efecto, en las comisiones correspondientes nadie había movido una página de las iniciativas que duermen, o dormían, en el archivo, hasta que el general Cienfuegos y el presidente Peña Nieto reprocharon al legislativo ese valemadrismo en torno de asuntos de suyo vitales para el país.
¿Son responsables los 500 diputados federales y los 126 senadores de que este tema haya sido congelado y sólo reabierto hasta que hubo una voz de autoridad, que no autoritaria, que se los reclamó?
Este lunes, al aire, Joaquín López Dóriga preguntó a Emilio Gamboa Patrón respecto de lo dicho el pasado fin de semana, de que va a convocar a los grupos políticos de oposición a un periodo extraordinario, para aprobar ese marco jurídico que han exigido las Fuerzas Armadas desde hace años, para desempeñar las tareas de seguridad pública.
–¿Cómo van a sacar este marco legal en un periodo extraordinario, que es mi duda, cuando por años y años lo han bateado?—planteó Joaquín.
–Así pasa en muchas leyes, se llevan tiempo; la energética llevó años, la ley educativa tardó mucho tiempo en estar en el Senado. Yo era senador en el 2000 y ya veíamos la Ley de Educación, y no hubo los consensos necesarios—adujo el senador Gamboa.
Y, mire usted, descubrió el hilo negro:
–¿Qué es lo que pasó aquí? –preguntó Gamboa y se respondió:
–El secretario de la Defensa Nacional, el General Cienfuegos, hizo una declaración sin duda alguna muy atinada, con la que estoy de acuerdo, los militares no se preparan, nunca se han preparado para perseguir a los delincuentes; ellos se preparan para otras cosas, para defender la soberanía nacional, para ayudar a las gentes cuando hay un desastre natural, pero no para perseguir delincuentes.
Luego refirió que, pues ya se juntó con los miembros de la Comisión de Defensa Nacional, de la Comisión de Gobernación, de la Comisión de Seguridad Pública, diciéndoles: “creo que tenemos que hacer un verdadero esfuerzo”.
¡Ajá! Y comentó que el jueves de esta semana presentará la iniciativa que tiene el PRI en la Cámara de Diputados “para buscar con las demás fuerzas que representan el Senado de la República -PAN, PRD, PT y Verde Ecologista-, que busquemos la solución adecuada”.
Empero, recordó que el coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa, expuso la dificultad de sacar en este momento la Ley de Seguridad Interior, porque no hay materia para convocar a periodo extraordinario, es decir, no hay dictamen.
Sin duda, Gamboa blofeó cuando dijo que impulsaría el periodo extraordinario. En la Cámara de Diputados, el coordinador de la diputación federal priista, César Camacho Quiroz fue más cauto y mejor optó por pedir audiencia al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para trazar la ruta crítica.
Y resulta que tal ruta no tiene un puerto para convocar al extraordinario, so riesgo de legislar un bodrio del que, más temprano que tarde, los legisladores habrían de arrepentirse. Porque el tema no es simple. Cuidado con esas decisiones; cuidado con los hablantines que echan campanas al vuelo y atentan contra el sentido común.
“La consigna más importante, no es legislar rápido, sino legislar bien. Esto mismo lo he conversado con el Secretario de la Defensa Nacional y el Secretario de Marina, quienes saben de la urgencia de expedir una ley en la materia moderna, respetuosa de los derechos de las personas, pero una ley sólida”, dijo Camacho Quiroz. Despojado de barroquismos, suena bien. ¿Periodo extraordinario? Digo.
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