Ha de comprenderse que las Neurosis no son sino defensas que todo sujeto ocupa para escapar de sus representaciones dolorosas devenidas del inconsciente y que son inconciliables para la conciencia. Partiendo de esta primera idea habría que decir que el fervor a la Guadalupana, a las fiestas, a los XV años, a las celebraciones y demás parafernalia no son sino rituales que le posibilitan al Mexicano defenderse de su triste historia, de su sufrimiento, de su dolorosa vida, es decir, son formas de sublimar el sufrimiento, de proyectarlo, incluso de desplazarlo, cuanto más penosa es la peregrinación, la cuesta de Enero o la cruda después de la fiesta, más festejan muchos Mexicanos, las alusiones a la idea del maratón Guadalupe-Reyes por ejemplo, es otra deprimente forma que ocupan muchos Neuróticos para escapar de una realidad que los abruma, los angustia, los deprime.
Permanecer drogados, narcotizados por el alcohol, las religiones, la televisión, los centros comerciales, las compras o la falsa ilusión de estrenar algo en una Navidad que no es Navidad, o en un Año Nuevo que nada tiene de Nuevo, más se convierte es un disfraz que mucho oculta, querer mostrar al otro no es sino una forma por demás delirante de la mentira Neurótica.
¿Navidad, año nuevo? Sólo son fechas del calendario, el año nuevo, un número que eso sí, muchos Neuróticos inmersos en la fantasía del milagro, le atribuyen la esperanza de que algo cambiará, sin embargo no es más que una ilusión que provocará más frustración y privación y ante esto más Neurosis, insatisfacción, angustia y ansiedad.
¿Se necesitan las Neurosis para sobrevivir en este país? La respuesta es que sí, sin embargo, no podemos vivir eternamente entregados al principio de fantasía Neurótico, tenemos que sacudirnos esa tendencia Psíquica para transformar al país, ¿cómo? A partir del cuestionamiento de la realidad, derribando uno a uno, los pensamientos ligados a la creencia, la autoayuda y el fetichismo comercial.
Dr. Psicoanalista José Antonio Lara Peinado.