La democracia ateniense era directa, no representativa como las actuales, claro, tranquilos, ya sé que la población era menor y por ello los ciudadanos podían participar en las decisiones políticas de manera directa, pero tienen que conceder que con los avances tecnológicos cada vez nos acercamos mas a una posibilidad en la que no necesitemos de parásitos que se dicen representantes y que no representan a nadie. ¿Cuántas veces algún diputado le ha consultado o comentado lo que propondrá en la próxima asamblea?
Claro, que también algo de culpa llevamos nosotros ¿Conoce usted al diputado de su distrito? Es mas ¿Sabe usted cual es su distrito?
Bueno, tal vez sea algo en lo que algunos debamos comenzar a trabajar, pero ya hay ciudadanos que están un paso adelante de nosotros y nos están dando la muestra de lo que podemos hacer una vez nos interesemos en las decisiones políticas que se toman en nuestro nombre, de manera que a muchos de esos ciudadanos los vemos todos los días transmitiendo desde sus celulares instalados en diferentes espacios de gobierno informándonos de lo que sucede y que de otra manera no nos enteraríamos.
Es muy interesante lo que está sucediendo con este fenómeno, pues sin darse cuenta están cambiando las reglas del juego sin llevar a la mesa ninguna iniciativa, los políticos sin saber que hacer se ven en la necesidad de responder espontáneamente a quién sin el tacto, muchas veces cómplice, del periodista de carrera, le hace preguntas incómodas o inesperadas y al verse ante un ciudadano de a pie les es más difícil tomar las poses y usar las frases que tanto han ensayado.
Y así como para la exhibición de las pobrezas intelectuales o morales de nuestros representantes, también nos damos cuenta que el internet puede ser una herramienta con la que tomemos parte activa de nuestra vida política, sin la necesidad de intermediarios que tanto dinero han costado y tantas fechorías han cometido, por supuesto que como todo sistema tendrá sus debilidades pero seguro llegará el día en que el ciudadano si bien no logre que la idea que tenía para determinado proyecto sea la ganadora, pues son costos de toda democracia, al menos sentirá que su punto de vista fue tomado en cuenta.
Y se dirá que eso costará los millones, pues lo gastamos en un gigantesco e inútil INE que no sirve más que para votaciones cada 3 o 6 años, por qué no mejor darle uso más seguido, así como lo tienen a usted registrado con su ife, también por medio de una aplicación puede estar dado de alta para tomar decisiones; que esto puede llevar a manipulaciones, pues qué cree usted que hacen con la mayoría de artistas, deportistas, amantes, títeres, monigotes, falderos que son nombrados diputados, senadores, gobernadores, presidentes y que toman las decisiones por usted, nada más que ahora tendrán que venir las transnacionales, los corruptores,”lobistas” les llaman, a convencernos a cada uno que lo que piden es lo mejor para el país.
Ejemplos como el Brexit en Inglaterra, el plebiscito en Colombia, podrán no haber gustado los resultados, pero la decisión la tomó el pueblo, ya es otra cuestión que tan educado o mal informado esté. Pero en México ni soñamos con poder tomar decisiones de este tipo pues todas las toman nuestros muy sabios y estudiosos representantes, que como ejemplo, para una reforma tan importante como la energética no necesitaron ni un año ni muchas reuniones para hacerla pasar, y bueno, los resultados los estamos viviendo ¿Cuál cree que hubiera sido el resultado si la población hubiera tomado parte en esa decisión? ¿No le causa a usted un poco de frustración el pensar que al menos debieron pedir su opinión acerca de un tema tan trascendental en nuestro país?
Por supuesto que los chupasangre de siempre sacaran miles de pretextos para decirnos que sería un error, que llegaríamos a la ingobernabilidad, que se tomarían medidas a la ligera, pero en inicio de cuentas, no es acaso eso lo que han hecho en estos últimos 50 años. De manera que lo peor que podría pasar, es llegar a donde nos tienen ahora y al menos tendremos el consuelo de que fue por decisiones nuestras y de nadie más. Para eso y antes que nada, se tendrá también que revisar el lugar y los alcances de los medios pues estamos en un país en el que un amplio sector de la población es influenciable por estos. Claro que el mejor antídoto contra eso es la educación.
Así que imagine, la próxima vez que se vaya a votar una iniciativa de ley, usted con una aplicación, podría dar su voto.
Jorge A. Barrientos