El sistema de apatía social, depredación y opacidad instaurado por los tolucos que usufructúan el poder federal –con la ambiciosa colaboración de los pachucos– ya no tiene algo qué ofrecer al respetable. Sólo declaraciones anodinas de sus “conspicuos”; bastonazos de ciego; patadas de ahogado que rayan en balbuceos que se convierten, en sólo minutos, en auténticas cabezas de turco.
Es la cerrazón ante el fracaso, los gritos amenazantes del enano del tapanco que vocifera en solitario, contra quien quiera escucharlo –y reproducirlo con boletines pagados– contra “feroces” enemigos que ya se fueron de la taberna, desde que emitieron su voto el 5 de junio y están ocupados, buscando qué comer.
Las redes sociales, como siempre en los últimos años, los han hecho pedazos. Los periodistas libres, que han renunciado al embute de las manos ensangrentadas y represoras, acumulan más lectores que los pasquines a modo, con textoservidores lacayunos y traidores a su noble profesión.
Han convertido al régimen de la tolucopachucracia en una cueva de declarantes de sultanatos, en productores y repetidores de remoquetes e insultos inquisitoriales que no convencen a nadie, porque sólo “trabajan” para honrar los peculios de un puñado de miserables descastados. Todos, a favor de los enemigos del sentir y del pensamiento de una sociedad adulta que los aborrece.
¿Una prueba? La reciente declaración de El Guasón Meade, quien ante el criminal gasolinazo “descarta motivos de preocupación”.
La tolucopachucracia es suicida borderline
Han indignado a cualquiera que tenga un cerebro funcional. Pretenden masacrar, a base de calumnias e insensateces, todo vestigio de neuronas, toda posición que sostenga la sensibilidad social, a partir de la descalificación, a priori, de la ancestral vox populi, vox dei, que los fustiga, implacable e inexorablemente.
Reman a contracorriente, buscando afanosos llegar a la catarata. Son suicidas borderline, dispuestos a cambiar de humor, ánimo y postura a la voz del amo, confinado por el mismo síndrome. No les interesa que el amo en cuestión no tenga la cabeza en su lugar. Saben que, a final de cuentas le darán la tarascada a cualquier pedazo de pastel.
Incapaces para asumir responsabilidades
Sean de la ideología y franquicia partidista que sean, esconden en su propia recámara de la locura, en su closet de arrepentimientos personales, cualquier pensamiento crítico, pues ése los sacaría de la jugada por medrar del presupuesto y de las prebendas que ofrece un manejo de valores inmorales, pero redituables en extremo.
Viven en el reino de Jauja, sin saber que este pagaré tiene un plazo de vencimiento y tendrá que llegar el momento en que tengan que rendir cuentas cuchas que podrán costarles, en el mejor de los casos, el desprecio popular de por vida, y en el peor, la reclusión por rapiña, algo imprescriptible en cualquier caso.
Un auténtico callejón sin salida, diseñado y construido a la medida de su incapacidad para asumir responsabilidades elementales de cualquier elegido. A la medida de ratones que buscan salir indemnes de su agujero, sin encontrar la clave del laberinto, sin escudriñar las verdaderas causas de su fracaso estrepitoso.
Hablamos mal del gobiernito, no del país
El descocado José Narro Robles, el mismo que desde su posición inmerecida y vergonzosa de la rectoría universitaria se esmeró por socavar la dignidad que suponía su investidura, dice –favorecido con la segunda posición presupuestal del régimen– una insensatez digna del peor de los porros.
Espeta el indeseable ternurita, trepador de cualquier barda, por más ominosa que sea, que: “En México, el deporte nacional es hablar mal de nosotros mismos… estamos empeñados en demostrarle al mundo lo malos que somos y los problemas que tenemos”. Igual que el insufrible Peña Nieto, quien acaba de pedirnos que hablemos bien del país.
No sabe el entrometido anticlimático que, desde hace cuatro años, en todo el mundo, se critica la ignorancia y la rapiña de nuestros gobernantes, además de su atrevimiento comprobado en masacres, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas, amén de las violaciones cotidianas a los derechos humanos y del exterminio de periodistas de vanguardia.
Para Narro, ¿quiénes son “nosotros”?¿ Los miembros empoderados de una claque desprestigiada y corrupta?, no hay otros. Su visión aldeana, sus balandronadas de rancho no corresponden a quién haya sido rector de la UNAM, ni a la posición execrable que tiene México en el mundo atento y globalizado, interconectado e interactuante. Una vergüenza nacional. Absolutamente enlodado por convicción propia.
Mentecatos, pudibundos, ramplones, miserables
En este 2016 que llega a su fin, la Unión de Padres de Familia, manejada por las hábiles manos de clérigos católicos y evangelistas en un solo frente, regresó a la época de las cavernas y exigió que se borren de los libros de texto las menciones a la existencia de sexualidades diferentes en la sociedad mexicana. El diazordacismo y Guadalupe Borja, revividos.
Poco les faltó para exigir que se le vuelvan a poner calzones a la estatua de la Diana Cazadora. Obsesiones de la ignorancia y el mentecatismo pudibundo ramplón y miserable. Visiones de rancho, cuando ya no queda más que el alambrado en el potrero. Expresiones que van a tono con las de un gobierno rústico y mentiroso. La cuña, siempre del mismo palo.
Desde el Congreso alentaron a los narcos
En las Cámaras de “conscriptos” y vetustos, se atreven a aprobar leyes que aceptan el aborto por violación previa, siempre y cuando sea sustentado en juzgados y ministerios públicos… por las víctimas. Ahora victimizan el derecho inmanente de disponer del cuerpo vejado. Ni en las peores etapas de los emiratos o de los Ayatolas.
No subieron el gramaje de posesión de mariguana, con un criterio pacato que trata de cubrir la vergüenza sufrida el 5 de junio, con trapos calientes. Lo que era el inicio del abandono para siempre de la infeliz cobertura del narcotráfico, pues la gente esperaba se legalizaran drogas de alto consumo para acabar con el negocio gabacho de las matanzas de infelices…
… se ha convertido en un infantil “toma y daca”, de disminuir gramajes para alentar los grandes negocios de la delincuencia organizada y las macabras ejecuciones de quienes no reparten la copa del “bisnes”. Sin rumbo, ni sentido. Sólo simulación y engaño. Un páramo gobernado por infelices e incautos.
Todos a apedrear su propio tejado, sin misericordia
Como en este panorama, en cualquier sitio se cuecen habas, apareció, ¡no faltaba más!, el corrupto gobernador perredista de Michoacán, Silvano Aureoles, un rastacuero en toda la línea, a declarar que no ve adecuado que el PRD vaya con el PAN en alianza para el 2018.
Esta ingenua declaración tiene un proceloso mar de fondo. Es la coraza de proa de la embarcación mexiquense que ya le llegó al precio al tarasco para impedir la alianza de ambas franquicias para arrebatarle, con candidato de figura humana, las débiles posiciones gubernamentales del Estado de México a Eruviel y su partidazo.
Todos a apedrear su propio tejado, sin misericordia, sólo al son que les toca el billetazo, con ubérrimas maleta$, salidas de nuestro dinero. Se puso “de a pechito” para que cualquier franquicia lo expulsara de sus filas por incómodo y desleal.
La declaración del nefando Aureoles, abre la puerta para que los ambiciosos se unan, y ya estén pensando en una coalición PRI-PAN, para borrar todo lo que se oponga a su desenfrenada codicia, tanto en el Estado de México, como en las elecciones presidenciales en puerta.
Piden a gritos que el narco les nombre candidatos
Yeidckol Polevnsky, la actual pareja de Raúl Salinas de Gortari, se apunta denodadamente para ser postulada por Morena al gobierno de Toluca. Una aventura de antemano inconsulta, ruin y fracasada.
Lo peor es que crean el vacío político e ideológico. Y en estos abarrotes de la política los vacíos se llenan. Como que deveras piden a gritos que el narcotráfico tenga mano en la designación de candidatos a todas las posiciones posibles de poder. Son unos mounstritos de un callejón sin salida. Pero habitan en sus sótanos. Los importantes pueblan la Bolsa de Valores, manejan los dineros de las paraestatales y de las nefastas concesiones petroleras.
¿No cree usted?
Índice Flamígero: Muy reveladora la información publicada en el portal Animal Político, donde queda de manifiesto que la corrupción es vertical, de la cúpula hacia abajo: “En octubre de 2013 el mandatario Enrique Peña Nieto se reunió en privado con el entonces presidente de la empresa brasileña Odebrecht, Marcelo Odebrecht, y ese mismo mes la firma aceptó pagar un soborno a un alto funcionario en México para obtener un proyecto gubernamental. El mandatario mexicano tuvo una reunión privada el 1 de octubre de 2013 con el empresario que en Brasil ha sido condenado a 19 años de prisión por diversos actos de corrupción. Odebrecht, empresa que dirigía, está acusada de cometer actos de corrupción en al menos 12 países, de acuerdo con un juicio que se le sigue en Estados Unidos. En declaraciones a una Corte de EU, ejecutivos de Odebrecht aceptaron el pasado 21 de diciembre que ‘hacia octubre de 2013, Odebrecht acordó pagar un soborno a un funcionario de alto nivel de una empresa estatal mexicana, controlada por el estado, a cambio de que ese funcionario apoyara a la compañía a ganar el Proyecto”. También que ‘hacia diciembre de 2013 y finales de 2014, Odebrecht pagó 6 millones de dólares (del soborno).'” O sea que en Los Pinos se pusieron de acuerdo y el intermediario habría sido Lozoyita, cuando aún destrozaba a Pemex, ¿o no? + + + Con el título “¿Qué tanto es tantito?” y sugiriendo discresión, don Alfredo Álvarez Barrón no soslaya la más reciente canallada del gobiernito: “Parecería una broma macabra por el Día de los Inocentes, pero es una dolorosa realidad: a partir del próximo domingo los precios de la gasolina y el diesel aumentarán, dependiendo la zona del país, hasta en un 20%. Todo ello a pesar de la promesa del señor Peña y de los partidos paleros que en su momento lo aplaudieron a rabiar, de que con la Reforma Energética la economía familiar se vería ampliamente beneficiada en el futuro inmediato”. Al respecto, El Poeta del Nopal escribe su epigrama: ” Y para colmo de males / nos crecieron los enanos, / pues se nos fue de las manos / el ‘bienestar’ a raudales; / reformas estructurales / que solo valieron pito, / ¿pero qué tanto es tantito? / grita un obscuro visir, / (ya nos la dejaron ir / pero eso sí… despacito).”
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