Francisco Gómez Maza
• Lo “más granado” de la OCDE
• La filosofía de la clase política
Da vergüenza, da pena, da coraje, da rabia el hecho de que México se lleve el sucio palmarés de país más corrupto entre los 35 miembros del grupo más granado de economías del mundo que están agremiadas en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, dirigida por un mexicano que también tendría que hacer examen de conciencia de cara a sus prácticas morales, el reconocido negociante (rey del Coyotaje) con la banca privada internacional, el tamaulipeco José Ángel Gurría Treviño.
México, y concretamente el gobierno federal encabezado por alguien que también tendría que hacer examen de conciencia por sus conflictos de interés y sus perversas relaciones con magnates de la proveeduría de grandes y multimillonarias obras de infraestructura tanto en el gobierno del estado de México como en los cuatro años que lleva el sexenio ganado a pulso gracias a Soriana y Monex e Higa, es considerado en la OCDE como el más corrupto entre países de la Organización.
La nación mexicana es percibida igualmente como la más insegura del organismo; debilidad institucional, obstáculo para el crecimiento: reporte José Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y Arely Gómez, secretaria de la Función Púbica, en la presentación del estudio Integridad en México.
El organismo internacional detalló que la corrupción, la inseguridad, la informalidad, un insuficiente desarrollo económico y la debilidad de las instituciones han obstaculizado el crecimiento económico del país, de acuerdo con el estudio Encuestas Económicas OCDE: México 2017, liberado el martes de esta semana.
De paso es muy importante señalar que el complejo de edificios que había planeado construir el INE para ampliar los espacios de sus oficinas y que canceló ya por la pobreza en la que está sumergido el país, habría costado la friolera de mil millones de pesos, nada menos que lo que dice Felipe Calderón que le costó lo que él llamó La Estela de Luz, levantada donde comienza Paseo de la Reforma por el Poniente, construcción que no tiene absolutamente ninguna utilidad ni siquiera como una obra de arte y belleza. No lo puedo creer.
Ese costo de lo que la gente bautizó como Estela de la Corrupción debía de haber sido motivo para que el borracho estuviera ya purgando una pena sustantiva en cualquier cárcel. Pero aquí no pasa nada. Todos los corruptos se encubren como está pasando con los amigochos de Peña, los rateros con R mayúscula de los ex gobernadores de Veracruz, de Chihuahua, Coahuila, Quintana Roo y Tamaulipas, entre otros muchos otros que aún no son descubiertos con las manos en el Erario.
Ni los han detenido, ni imagino que los detendrán porque traen colas larguísimas que llegan al PRI en tiempos de elecciones presidenciales. ¿Los nombres? Y qué importan los nombres Todos son hijos de la mala vida. Todos son ladrones. Como que son políticos. Y no todos los ladrones son políticos, pero todos los políticos son ladrones.
En su índice 2015 que considera una escala de cero a 100, donde cero representa al país con el sector público más corrupto y 100 al menos corrupto, México obtuvo 35, que fue la menor puntuación entre los socios de la OCDE. El país se colocó por debajo de Turquía (42), Italia (44), Grecia (46), República Eslovaca (51) y Hungría (51). Los sectores públicos menos corruptos fueron los de Dinamarca (91), Finlandia (90), Suecia (89), Nueva Zelanda (88) y Países Bajos (87).
Respecto a la seguridad, el organismo internacional midió la percepción de los habitantes de sus socios al preguntar en su encuesta si se sienten seguros de caminar solos por la noche en las calles de su país. México tuvo la menor percepción de seguridad con 39.9% (40) de la población que se siente segura caminando sola y de noche; le siguieron Chile (50.2%), Hungría (53.2%), Italia (59.3%), Turquía (60.4%) y Letonia (61.6%). En contraste, los países donde sus habitantes se sienten más seguros son Noruega (89.6%), Suiza (87.4%), Fin- landia (85.8%), Dinamarca (85.2%) y Eslovenia (83.9%).
El reporte de la OCDE reconoció a México como la onceava economía más grande del mundo, en términos del Producto Interno Bruto, y su relación con el poder adquisitivo de sus ciudadanos; destacó que el país ha atravesado por “tremendos” cambios estructurales que lo han transformado de ser una economía dependiente del petróleo a un centro de comercio internacional cada vez más importante.
Destaca que la productividad ha crecido principalmente en sectores que resultaron beneficiados por las reformas estructurales: el energético (¿beneficiado?), financiero y de telecomunicaciones; de la misma forma, la apertura comercial, la inversión extranjera directa, la integración mexicana a las cadenas globales de valor y los incentivos a la innovación han impulsado las exportaciones, especialmente de automóviles (Bueno. Hasta que no llegó Trump a parar las inversiones).
“México ha impulsado el comercio libre al firrmar acuerdos con 12 países. Ahora es uno de los exportadores más importantes de vehículos y pantallas de televisión, entre otros productos. Por supuesto mientras Trump no tome posesión de la presidencia, ya que en sus propósitos está castigar con un 35 por ciento de impuestos a las fábricas estadounidenses que insistan en invertir en plantas en México.
Pero e potencial económico de México se ha visto obstaculizado por importantes desafíos”, señala el informe. Entre estos obstáculos, el reporte enumera los altos niveles de pobreza, extensa informalidad, bajas tasas de participación de las mujeres en la economía, logros educativos insuficientes, exclusión financiera, instituciones débiles, así como persistentes niveles de crimen y corrupción. “A pesar de ello, algunos sectores se han retrasado derivado de las exageradamente estrictas regulaciones locales, instituciones débiles, una enraizada informalidad, corrupción e insuficiente desarrollo financiero”, explica.
El organismo reconoció la aprobación del “largamente retrasado” sistema anticorrupción, pero señaló su preocupación de que este sistema pueda implementarse a nivel local, y de que los 32 congresos estatales aprueben sus propias leyes anticorrupción y sean capaces de crear instituciones que funcionen de manera efectiva.
“Dada la limitada capacidad administrativa de muchos gobiernos estatales y locales, puede que sea necesario el reforzamiento y monitoreo del gobierno federal; esto implicaría proveer o diseñar un mecanismo para delegar funciones al sistema anticorrupción federal”, expuso.
El documento reporta que los altos índices de inseguridad en muchos estados, con delitos como homicidio, secuestro y extorsión, reducen directamente el bienestar y la percepción de seguridad entre la población. Habría que ver también si el gobierno federal está dispuesto a implementar en toda su potencia el proyecto ya aprobado por el Congreso de crear el Sistema Nacional Anticorrupción, cuando la corrupción es la filosofía de vida de la clase política mexicana, de lo cual hay importantes y fehacientes pruebas.
analisisafondo@gmail.com
analisisafondo@gmx.com
@AFDiario
@ANALISISAFONDO