CIUDAD DE MÉXICO, 23 de enero (AlMomentoMX).- La cocaína altera tanto la función como la estructura del cerebro, lo que provoca, entre otros muchos efectos, que los consumidores tengan grandes dificultades para identificar sus prioridades y tomar decisiones, así como para inhibir los comportamientos inadecuados.
De acuerdo con un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Granada (UGR) y de la Universidad de Leiden (Países Bajos), las personas que consumen cocaína sufren una alteración del proceso de control implicado en la supresión de diferentes tipos de memorias irrelevantes, por lo que les cuesta más olvidar los recuerdos y datos irrelevantes.
“La memoria no consiste solamente en almacenar y extraer recuerdos. Olvidar es un proceso tan importante como los anteriores, ya que permite desechar la información que no es importante o necesaria para permitir que otros recuerdos más relevantes sean codificados y almacenados con mayor eficacia”, explicó Manuel J. Ruiz, co-autor de esta investigación publicada en la revista Experimental and Clinical Psychopharmacology.
Cada vez es mayor el número de evidencias que constatan que el consumo prolongado de cocaína altera las regiones cerebrales responsables de la selección y el procesamiento de la información que nos llega a través de los sentidos; es decir, afecta la capacidad de discernir qué recuerdo se deben conservar y cuáles no.
Para realizar este estudio, los investigadores sometieron a dos pruebas de memorización a un grupo de personas con un consumo recreativo –entre uno y cuatro gramos mensuales a lo largo de los últimos dos años– y otro de consumo crónico, y compararon los resultados con los obtenidos en otro grupo de voluntarios que nunca habían consumido ninguna droga –‘grupo control’.
En la primera de las pruebas se solicitó a los participantes que memorizaran una lista de palabras que debían recordar al cabo de un corto período de tiempo. En la segunda, se les hizo memorizar varios listados de palabras con la diferencia de que se les pedía que olvidasen una de las listas que acaban de estudiar dado que su contenido era ‘irrelevante’.
Concluida la fase de memorización, se pidió a los participantes que ‘recitaran’ las palabras de las listas –incluidas las de la que tenían que haber olvidado.
Tal como se esperaba, tanto los consumidores recreativos como crónicos de cocaína fueron incapaces de olvidar intencionadamente aquellas palabras que eran irrelevantes para la prueba. Y es que, las palabras irrelevantes no olvidadas parecían interferir con las relevantes, dificultando así su recuerdo.
En definitiva, parece que el consumo de cocaína altera la capacidad de eliminar los recuerdos irrelevantes. Y dado que el ‘disco duro’ se llena de datos superfluos, se compromete la capacidad de almacenamiento –la memorización– de la información útil.
El consumo prolongado de esta sustancia altera, entre otras, las zonas cerebrales y neuroquímicas encargadas de los procesos mentales relacionados con la selección y el procesamiento de la información que recibimos del mundo a través de los sentidos, y de la posterior elaboración que nuestro cerebro realiza de esta información.
Basados en estos hallazgos, los investigadores sugieren que el consumo de cocaína puede estar alterando el proceso de control implicado en la supresión de diferentes tipos de memorias irrelevantes.
“De esta manera, aquellas personas que consumen cocaína apenas serían capaces de olvidar información irrelevante o persistente. Un ejemplo de esto se podría relacionar con pensamientos intrusivos o repetitivos que llevan a adictos a la cocaína a consumir de nuevo, provocando que el proceso de desintoxicación sea más complejo”, concluyó Ruiz.
AM.MX/dsc
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