– Peña va a que le lean la cartilla
Está claro que un presidente débil, de cualquier país del mundo, no puede ir a imponer condiciones ante el mandatario de un imperio que domina al mundo desde hace muchos años, es el caso de Enrique Peña Nieto que va a Washington a que le lean la cartilla.
Por más que desde Los Pinos se intentó entrar en contacto con el entonces presidente electo, Donald Trump, en diciembre pasado, por más que Luis Videgaray presumió su relación con el yerno del ahora mandatario norteamericano, esas voces no se escucharon en su círculo cercano.
La invitación, que en tiempos pasados era pactada entre las dos partes, vino ahora desde Washington en donde un Trump belicoso, ahora sentado en sus oficinas de la Casa Blanca y que a partir del viernes pasado impone sus condiciones, aceptó recibir al presidente de México.
Mucho se ha hablado de lo que nos puede pasar con este personaje en el mando del país más poderoso de la tierra y la verdad es que si no tuviéramos un gobierno marcado por la corrupción y la ineficiencia, Trump nos haría los mandados.
Tiempos fueron en que la diplomacia mexicana imponía respeto en el concierto de las naciones, México era líder en América Latina y podía imponer sus condiciones al gobierno estadounidense en turno, pero eso se acabó hace mucho tiempo.
Vinieron después tiempos en que los mandatarios, desde Miguel de la Madrid a la fecha, se bajaban los pantalones ante los gabachos, antes de que se las pidieran, baste recordar aquel “comes y te vas” de Vicente Fox a Fidel Castro, ante el temor de que el líder cubano pudiera molestar a George Bush en aquella reunión de jefes de Estado en Monterrey.
Peña va a Washington sin el respaldo de los mexicanos que están hartos de las corruptelas, de la ineficiencia de su gobierno, de las promesas incumplidas y, así, simplemente no se puede negociar con un personaje de las características de Donald Trump-
Decir que no habrá sumisión, pero tampoco confrontación, es sólo un tema del discurso al que estamos acostumbrados desde hace más de cuatro décadas.
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Luis Videgaray, el aprendiz de Secretario de Relaciones Exteriores, debe aclarar si Fidel Herrera renunció o lo corrió del consulado en Barcelona porque es una vergüenza que un personaje señalado como presunto responsable de delito de lesa humanidad haya sido el representante de México en esa parte de España. Dice Herrera a quien le apodan la Nauyaca, que viene a defenderse, la verdad es que no tiene defensa, él es el responsable de que un estado tan rico en recursos humanos y naturales como era Veracruz, esté ahora en la bancarrota…Para que vean la “austeridad” con la que se conduce el actual gobierno, edificio nuevo y de lujo, para la CFE en avenida Cuauhtémoc, lo mismo para la Comisión Reguladora de Energía en Barranca del Muerto y qué me dicen del de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes en Periférico Sur, o el del ISSSTE en Calzada de los Leones, que no los tiene ni Trump y para los que han contratado a cientos de personas que ojalá y sirvieran para algo.
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