Joel Hernández Santiago
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ya dejó de ser una alternativa para la izquierda mexicana. De hecho a lo largo de su breve trayectoria como instituto político (1989) y de forma vertiginosa se fue decolorando y enfrentándose a sí, con tantos problemas de tribus e intereses cupulares, que de ‘aquella maravilla que fue, ahora ni sombra queda…’
El tema de hoy en una más de sus interminables crisis internas fue la declaración del coordinador de la bancada del PRD en el Senado, Miguel Barbosa Huerta, quien en rueda de prensa el 27 de febrero anunció a los cuatro vientos que apoyará a Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena, como candidato presidencial para el 2018, pero que él se mantendría en el del sol azteca.
Esto lo dijo el mismísimo legislador poblano que antes había expresado su apoyo al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, a quien esta vez acusó de haberse quedado “atrapado entre las redes de las corrientes de su partido”, y señaló a otras tribus dentro del PRD, como Nueva Izquierda (NI) y Los Galileos, así como varios gobernadores, de ‘apoyar al PAN y a la candidata Margarita Zavala’, “mientras otros expresan su apoyo a la aparición de Emilio Álvarez Icaza, yo expreso mi apoyo a López Obrador”, argumentó Barbosa.
Alejandra Barrales, presidenta del PRD desde julio de 2016 recriminó esta declaración y pidió retirarle de la coordinación del PRD en el Senado de la República…. Luego con el apoyo de Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, esto ocurrió.
Y sin embargo son tan intensas las batallas ahí que la tardanza por nombrar al nuevo coordinador de la bancada perredista en el Senado se han convertido en otro sainete más: o Raúl Morón, a quien apoya el gobernador de Michoacán que quiere ser candidato del PRD a la presidencia, Silvano Aureoles, o Dolores Padierna apoyada por Barrales y grupo.
En todo caso, es de tal grado la descomposición dentro del PRD y de tal forma está ensamblado con alfileres que en cuanto han visto que AMLO-Morena, han crecido de forma insospechada y mientras presienten hundirse el barco perredista, muchos saltan al agua para buscar refugio político entre las huestes del partido del tabasqueño.
No sólo figuras cupulares han dado la marometa política aun al vacío, como ocurrió el 14 de febrero cuando el senador Armando Ríos Piter renunció a su militancia perredista, con lo cual ya sumaban nueve bajas formales del PRD en el Senado.
¿Qué ocurrió en el PRD? La ambición política. La indefinición ideológica. Las contradicciones. La ambición económica. El abandono de sus principios e ideales de izquierda. La acumulación de diferencias y confrontaciones entre las distintas tribus que querían predominar frente a las otras…
… El desapego y la mala interpretación de su papel como partido político en medio de las grandes crisis y los grandes problemas nacionales, su vocación individualista y beligerante, la corrupción, su falta de doctrina y el abandono de un solo y comprobado proyecto de país han sido algunas de las causas de este desastre político y de partido.
Ahora cientos de perredistas ‘no se sienten a gusto en su partido’ y buscan su propia alternativa. No al PAN que es un partido francamente de derecha, conservador y hasta reaccionario en muchos casos; no al PRI de donde muchos perredistas salieron y no están dispuestos al regreso o no quieren entrar en la ruta del descenso a los infiernos del fracaso nacional…
Otra alternativa es para ellos la de ir con un candidato independiente, que en el momento podría ser Emilio Álvarez Icaza, un político muy mediano y un burócrata de los derechos humanos.
La otra es la de buscar en Morena que, como se ve, camina a paso firme hacia el 18 luego del desastre de gobierno nacional del PRI, con Enrique Peña Nieto, y dadas las condiciones asimismo críticas de los otros partidos. Morena es, pues, su alternativa…
La señora Barrales, con toda su debilidad de liderazgo a cuestas, ya ha dejado la puerta abierta para hacer alianza con Morena para el 2018. ¿Le conviene a Morena cargar con esta hoguera de vanidades? O Morena terminará por repetir la vieja historia del principio de llegar fuerte pero al cargar con tantos vicios históricos podría desdibujarse y descomponerse como ya ocurrió con el PRD que ahora prácticamente está en oferta, sin enganche y sin fiador.
En todo caso una cosa es cierta. Y repetida una y mil veces: todo esto dibuja un sistema de partidos mexicano fracasado. Un sistema de partidos costosísimo. Un sistema de partidos sin partidos. Un sistema de partidos sin ideologías, sin doctrinas, sin proyectos de nación y mucho menos como interlocutores de la voluntad ciudadana. El ejemplo del PRD es la muestra más clara de este fracaso.